domingo, 20 de abril de 2025

Maite.ai: la IA capaz de dictar sentencias revoluciona los despachos de abogados

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7.000 abogados la usan.
La tecnología creada por 3 catalanes ha conseguido 96 puntos sobre 100 en la prueba de acceso a la judicatura, por encima de la nota de corte. Sus creadores defienden que es una herramienta de apoyo para los abogados, no para sustituirlos.

Natalia Parejo, Barcelona, 19/04/2025
En abril de 2024, una inteligencia artificial española logró una hazaña que ningún otro sistema había conseguido antes: superar con 86 puntos el examen de acceso a la judicatura ante notario, más que la nota de corte de ese mismo año, que se quedó en 72 puntos. Su nombre es Maite.ai y ha sido desarrollada por 3 catalanes para asistir a despachos de abogados y profesionales del derecho en el sistema jurídico español. Hoy, su precisión ya alcanza los 96 puntos sobre 100, con apenas un 4% de margen de error, y más de 300 bufetes y 7.000 abogados trabajan con ella.

Detrás de esta propuesta está la intuición -avalada por datos- de que el sector legal sería uno de los más impacto sufriría por la inteligencia artificial generativa. 
"Ya se habían publicado informes que compartían la importancia de esta tecnología en el sector, y junto con nuestra experiencia en el campo legal y tecnológico, quisimos desarrollar una propuesta que, pese a estar basada en IA generativa, ofreciera también seguridad jurídica", explica Alejandro Castellano, CEO y cofundador de Maite.ai. 

¿Qué diferencia a esta tecnología de otras similares? En palabras de Castellano:
 "No es tan creativa como otras inteligencias artificiales. No se inventa, sino que argumenta con leyes, artículos y sentencias, entre otros documentos. Ofrece los recursos para que el profesional pueda verificar la información", detalla el CEO.

Una de las principales virtudes que destacan los creadores es su capacidad de empoderar a las pequeñas firmas legales. Aunque esta herramienta no puede sustituir muchas de las aptitudes que aporta el trabajo humano, sí que influye en la productividad y, sobre todo, en disminuir los tiempos de trabajo. "Estamos logrando que el pequeño despacho pueda competir con grandes firmas. Antes el acceso a tecnologías solo lo tenían las grandes empresas", afirma Castellano. 
Por un coste de 100 euros al mes, la herramienta ofrece soporte en tareas como el análisis jurídico, la resolución de dudas, lectura de documentos, redacción de contenido legal e incluso colabora en la generación de estrategias.

En el otro lado de la balanza, están los abogados que han apostado por la propuesta y la han implementado en sus rutinas de trabajo. Albert Jané, socio de Jané Abogados y especialista en asesoramiento empresarial y de nuevas tecnologías, decidió darle un voto de confianza a esta IA. La decisión no estuvo exenta de dudas, especialmente por cuestiones de protección de datos y confidencialidad, algo que no se pasa por alto en este sector. 
"Nos aseguramos de que, cuando introducimos información en la IA, haya un acuerdo claro sobre cómo se manejarán los datos. Desde la empresa, nos ofrecieron un acuerdo de protección de datos muy detallado", señala Jané.


De herramienta a copiloto legal
"Nos permite trabajar mucho más rápido y ser más eficientes en la preparación de los casos", asegura Jané. En este sentido, la experiencia del bufete ha sido transformadora y, según aseguran, utilizan la herramienta en "casi todos los casos". El abogado destaca también la capacidad de la IA para enriquecer el asesoramiento jurídico que ofrecen. "Las respuestas que damos ahora son más completas. No necesariamente significa que sean más correctas, pero sí más detalladas y con aspectos que, en ocasiones, nosotros pasábamos por alto porque los asumíamos, y la inteligencia artificial sí los tiene en cuenta", añade.

Además, en Jané Abogados se han dado cuenta de que la capacidad de Maite.ai para explicar el razonamiento jurídico a través de leyes o sentencias resulta "especialmente útil para perfiles junior". En otras palabras, con el apoyo de la IA, los jóvenes que acaban de entrar en el mundo laboral pueden resolver sus dudas con mayor calidad que antes.

Los resultados reales implican casos reales, y el CEO y cofundador de la empresa destaca 2 de ellos. En el 1º, un abogado de Sevilla preparó con Maite.ai su 1º caso: un juicio de menores. Aunque se consiguió llegar a un acuerdo, el joven fue hacia el juez y le explicó que el caso había sido preparado con IA. El juez le preguntó si la herramienta era capaz de dictar sentencia y, en efecto, dictó sentencia. 
Se detectaron únicamente 2 fallos, uno en cuanto a plazos y otro referente a la interpretación de la ley. Sin embargo, la importancia del caso reside en que la tecnología dictó sentencia en tan solo 1 minuto y medio y, aunque debe ser revisado por un humano, los tiempos se optimizan mucho
En el 2º de los casos las protagonistas fueron unas abogadas especializadas en protección de datos que elaboraban informes para las administraciones públicas. Pasaron de hacer su trabajo en 5 días a tardar solo 2.

En el contexto actual, son muchas las personas reticentes a este tipo de propuestas ante el argumento de que la IA conseguirá suplir muchos puestos de trabajo. En el ámbito legal, Castellano cree que sucederá lo contrario: "Si la tecnología permite que mi abogado gestione más casos al mismo tiempo y, gracias a ello, puede ofrecerme un precio más competitivo, estaremos facilitando un mayor acceso a la justicia", reflexiona.

Privacidad, control y ética en el punto de mira
Frente a la creciente preocupación por el uso de datos en sistemas como ChatGPT, Maite.ai apuesta por otra forma de trabajo. "ChatGPT te dice que las interacciones las puede usar para mejorar el sistema y va aprendiendo, nosotros no lo hacemos. Podría ser útil, pero no es lo que quieren nuestros clientes", afirma Castellano. Además, todos sus servidores están en Europa y cumplen con la legislación española y europea de protección de datos. 
Es decir, toda "la información está encriptada".

En los despachos no todo se deja en las manos de la máquina. "Nada sale del despacho sin que haya sido revisado por un abogado senior para minimizar los errores", subraya Jané. Aunque la confianza en la herramienta es alta, el juicio humano sigue siendo indispensable. Para el abogado, la IA está cambiando las reglas del juego en el mundo de la abogacía, pero defiende que hay límites que no deben cruzarse. "El riesgo principal está en la dependencia excesiva de la tecnología, ya que podría llevar a una deshumanización del proceso legal. Los límites que no se deberían cruzar son aquellos que pongan en peligro el juicio humano y la ética del profesional", concluye.

En este caso, la tecnología se concibe como un apoyo, no como un reemplazo
"Hoy en día, lo que más aporta un abogado es tranquilidad. Si voy con un problema me apoya, me tranquiliza. Si mi abogado utiliza como soporte la IA, no cambia nada. La relación humana no la sustituye una máquina porque no es capaz de mirarte a los ojos y tranquilizarte", defiende Castellano. 
La tecnología puede ser una herramienta poderosa, pero la dimensión emocional y humana del derecho sigue siendo irremplazable.

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