Cuando una persona se separa y vuelve a tener relaciones sexuales con otras personas suele cumplirse un determinado patrón.
MARÍA PALMERO, 07.03.2019
Si llevabas mucho tiempo casado o comprometido y te divorcias, te sentirás un poco perdido. Volver al mercado del amor tras haber estado muchos años con una pareja (siendo fiel) causa impresión. De repente te das cuenta de que se te ha olvidado ligar y de que te esperan cosas nuevas a la vuelta de la esquina, pero no sabes cuáles.
Si alguna vez te has preguntado cómo es volver a tener sexo con otras personas después del divorcio, pero tienes miedo de preguntarle la verdad a alguien, no te preocupes. Te lo contamos:
1) Sentirás muchas ganas
Si has estado con una pareja muchos años, y te has portado bien, tendrás muchas ganas de divertirte en la cama con otras personas.
Sentirás que tienes mucha energía sexual.
El sexo tras el divorcio es emocionante porque vuelves a sentir el cuerpo desnudo de otra persona después de mucho tiempo.
Conoces otras formas de besar, de querer y de hacer el amor.
2) Te vas a viciar
Una vez pasado el periodo de duelo, la mayoría de las personas que acaban de atravesar una ruptura y que comienzan a hacer el amor con otras personas suelen 'viciarse'.
Es una época en la que los encuentros sexuales suelen ser frecuentes. La persona le coge el gusto a volver a salir, ligar, sentirse deseado... y encadena citas.
Sentirás que tienes muchas ganas.
En esos momentos, el recién divorciado no está preparado sentimental-mente para involucrarse en otra relación comprometida, y lo único que busca es placer y diversión.
3) Te sientes como un adolescente.
Volverás a estar nervioso ante los encuentros con otras personas. Pensarás qué ponerte, dónde llevar a tu ligue, de qué hablar... Todo eso te recordará a tu época de adolescente, cuando los 1º besos te ponían histérico.
Creerás que vuelves a tus años mozos.
Además, tu deseo sexual estará disparado, como hace unos años.
4) Aumentará tu estima
Cuando uno está en una relación seria y comprometida suele sentir mucha seguridad en numerosos aspectos, pero también poco refuerzo en la autoestima.
2) Te vas a viciar
Una vez pasado el periodo de duelo, la mayoría de las personas que acaban de atravesar una ruptura y que comienzan a hacer el amor con otras personas suelen 'viciarse'.
Es una época en la que los encuentros sexuales suelen ser frecuentes. La persona le coge el gusto a volver a salir, ligar, sentirse deseado... y encadena citas.
Sentirás que tienes muchas ganas.
En esos momentos, el recién divorciado no está preparado sentimental-mente para involucrarse en otra relación comprometida, y lo único que busca es placer y diversión.
3) Te sientes como un adolescente.
Volverás a estar nervioso ante los encuentros con otras personas. Pensarás qué ponerte, dónde llevar a tu ligue, de qué hablar... Todo eso te recordará a tu época de adolescente, cuando los 1º besos te ponían histérico.
Creerás que vuelves a tus años mozos.
Además, tu deseo sexual estará disparado, como hace unos años.
4) Aumentará tu estima
Cuando uno está en una relación seria y comprometida suele sentir mucha seguridad en numerosos aspectos, pero también poco refuerzo en la autoestima.
Las parejas que llevan muchos años juntos se olvidan de decirle a su compañero lo guapo que es o lo bien que lo hace en la cama.
Hace mucho que no te decían tantos piropos.
Las personas que salen de una relación larga y seria suelen sentir reforzada su autoestima porque sienten refuerzo positivo de sus nuevos amantes. "Qué bien lo haces", "qué guapo eres" o "qué bien te sienta esa camisa" son detalles tontos que al final se acaban echando de menos en una relación larga.
5) Puedes bajar demasiado el listón
Ojo, no todo es bueno. A veces puede bajar la autoestima, sobre todo si al divorciado le han dejado. Esto puede llevarle a acabar en camas ajenas por desesperación.
El sexo tras el divorcio: las nueve cosas que nadie te cuenta pero que ocurren.
Es posible, incluso, que ligue con personas que no acaban de ser de su agrado solo por el mero hecho de sentirse deseado. Esto puede acabar resultando tóxico, porque la persona no sana la herida y solo pone parches con sexo sin compromiso y que en realidad no le llena.
6) Sobrevalorarás el sexo
En los meses siguientes a una ruptura, y si ésta ha sido de forma agradable entre las partes, es normal que la persona divorciada solo quiera sexo y que lo sobrevalore.
Corres el riesgo de tener expectativas demasiado altas.
Si es tu caso, has de saber que esto pasará y que luego te calmarás. Lo más probable es, de hecho, que con el paso del tiempo vuelvas a querer tener pareja.
Hace mucho que no te decían tantos piropos.
Las personas que salen de una relación larga y seria suelen sentir reforzada su autoestima porque sienten refuerzo positivo de sus nuevos amantes. "Qué bien lo haces", "qué guapo eres" o "qué bien te sienta esa camisa" son detalles tontos que al final se acaban echando de menos en una relación larga.
5) Puedes bajar demasiado el listón
Ojo, no todo es bueno. A veces puede bajar la autoestima, sobre todo si al divorciado le han dejado. Esto puede llevarle a acabar en camas ajenas por desesperación.
El sexo tras el divorcio: las nueve cosas que nadie te cuenta pero que ocurren.
Es posible, incluso, que ligue con personas que no acaban de ser de su agrado solo por el mero hecho de sentirse deseado. Esto puede acabar resultando tóxico, porque la persona no sana la herida y solo pone parches con sexo sin compromiso y que en realidad no le llena.
6) Sobrevalorarás el sexo
En los meses siguientes a una ruptura, y si ésta ha sido de forma agradable entre las partes, es normal que la persona divorciada solo quiera sexo y que lo sobrevalore.
Corres el riesgo de tener expectativas demasiado altas.
Si es tu caso, has de saber que esto pasará y que luego te calmarás. Lo más probable es, de hecho, que con el paso del tiempo vuelvas a querer tener pareja.
7) Sexo más deshinibido
Cuando llevas mucho tiempo con alguien al final acabas repitiendo el mismo modus operandi sexual continuamente. Aunque te apetecía probar cosas nuevas, como hacer un trío, al casarte simplemente las descartaste.
Puedes cumplir fantasías sexuales que ya dabas por perdidas.
Ahora, en cambio, tienes una nueva oportunidad para hacerlo y para pedir lo que quieras en la cama. Te sentirás más libre y deshinibido, sobre todo porque no conoces del todo a los individuos con los que te acuestas.
8) Más conocimiento sexual
Haber mantenido relaciones sexuales con la misma persona durante años te ha dado una experiencia en la cama que no tenías antes de casarte. Sabes más de todo.
Es decir, ahora sabes cómo eres en horizontal, qué es lo que te gusta y lo que no, si eres dominante o pasivo, en qué posturas funcionas mejor, cómo te gusta el sexo oral... Una ventaja que te ayudará a seguir explorando.
9) Puedes querer volver con tu ex
No todo puede ser de color de rosa. De hecho, hay mucha gente que quiere volver con su expareja o lo echa mucho de menos tras mantener relaciones sexuales con otras personas.
Cuando llevas mucho tiempo con alguien al final acabas repitiendo el mismo modus operandi sexual continuamente. Aunque te apetecía probar cosas nuevas, como hacer un trío, al casarte simplemente las descartaste.
Puedes cumplir fantasías sexuales que ya dabas por perdidas.
Ahora, en cambio, tienes una nueva oportunidad para hacerlo y para pedir lo que quieras en la cama. Te sentirás más libre y deshinibido, sobre todo porque no conoces del todo a los individuos con los que te acuestas.
8) Más conocimiento sexual
Haber mantenido relaciones sexuales con la misma persona durante años te ha dado una experiencia en la cama que no tenías antes de casarte. Sabes más de todo.
Es decir, ahora sabes cómo eres en horizontal, qué es lo que te gusta y lo que no, si eres dominante o pasivo, en qué posturas funcionas mejor, cómo te gusta el sexo oral... Una ventaja que te ayudará a seguir explorando.
9) Puedes querer volver con tu ex
No todo puede ser de color de rosa. De hecho, hay mucha gente que quiere volver con su expareja o lo echa mucho de menos tras mantener relaciones sexuales con otras personas.
Se sienten incómodas piel con piel con un casi desconocido y añoran la comodidad y seguridad que tenían con su ex.
O que comienzan a comparar cada gesto de los nuevos candidatos con lo que hacían antes. "Pues Fulano me besaba mejor", "no me gusta cómo lleva el ritmo" o "Fulana nunca me habría hecho esto en la parte de atrás" son algunos de los pensamientos comunes que aparecen en personas que no tienen su ruptura superada del todo.
Puedes sentir que echas de menos a tu ex.
Si esto te sucede, nosotros te recomendamos que lo pienses bien antes de llamar a la puerta que ya estaba cerrada. Y, sobre todo, que hasta que no pases el duelo dejes de meterte en relaciones sin compromiso, ya que, para ti, son tóxicas.
O que comienzan a comparar cada gesto de los nuevos candidatos con lo que hacían antes. "Pues Fulano me besaba mejor", "no me gusta cómo lleva el ritmo" o "Fulana nunca me habría hecho esto en la parte de atrás" son algunos de los pensamientos comunes que aparecen en personas que no tienen su ruptura superada del todo.
Puedes sentir que echas de menos a tu ex.
Si esto te sucede, nosotros te recomendamos que lo pienses bien antes de llamar a la puerta que ya estaba cerrada. Y, sobre todo, que hasta que no pases el duelo dejes de meterte en relaciones sin compromiso, ya que, para ti, son tóxicas.
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