JOAQUÍN LEGUINA,
17/01/2017
No
es preciso ser Max Weber para descubrir que existe en España un feminismo
radical que en lo tocante a la violencia contra las mujeres está dispuesto a
demostrar que los varones españoles, sólo por serlo, son maltratadores y
asesinos en potencia, aunque para ello, como todo sectarismo, tenga que ocultar
la realidad. Pondré 2 ejemplos ilustrativos: ¿Ud ha visto alguna vez
estadísticas que muestren si en España hay más o menos violencia de género que
en los países nórdicos? No las ha visto porque no interesa, pues hay menos
violencia en España.
¿Existen
denuncias femeninas falsas por delitos de violencia doméstica? Juezas y
fiscalas sostienen en privado que las denuncias falsas abundan, pero las
radicales lo niegan con estadísticas amañadas. Sin quitarle ni un ápice a la
gravedad de las muertes causadas por varones contra sus parejas y sus ex
parejas, conviene conocer los datos y conocerlos sin ocultaciones, entre otras
cosas para saber cuáles son las dimensiones del problema. Veamos algunos.
En
2016 fueron asesinadas en España 44 mujeres por violencia doméstica o violencia
de género. Eso sí se ha publicado, pero lo que no se ha hecho público es que
ése es el número menor de muertes de ese tipo desde hace muchos años (el mínimo
anterior se produjo en 2003 y fueron 52 asesinatos).
Tampoco
se ha publicado que el 35% de los asesinos eran extranjeros y entre las mujeres
asesinadas el 43% eran extranjeras. Proporciones que están muy, pero muy, por
encima de las que representan los extranjeros respecto a la población tanto
masculina como femenina nacida en España. Por otro lado, la tasa de mortalidad
por violencia doméstica en España es, probablemente, la más baja de Europa.
Dato que no interesa publicar porque "eso sería quitarle hierro a tan
gravísimo problema". Estos y otros dislates censores son expresión del
pensamiento políticamente correcto que ha tomado por la sobaquera a buena parte
de la izquierda española y europea.
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