Un estudio de EEUU indica que hay 2 periodos
en los que se producen más rupturas, marzo y agosto
Alicia Bonilla Herráez/ Madrid,22/08/2016
Las
vacaciones son en principio una buena oportunidad para disfrutar con la
pareja del tiempo libre que suele escasear el resto del año. Las que están en crisis, además, suelen verlas como una
oportunidad para arreglar los problemas. Pero no siempre se cumplen
las expectativas.
De hecho, es al final del verano cuando muchas
parejas deciden poner fin a su relación. Una tendencia que corrobora un
nuevo estudio presentado en el congreso anual que la Asociación Americana de
Sociólogos celebrado en Seattle (EEUU) hasta el 23 de agosto. Según esta investigación, basada en datos del estado de Washington, la
mayor parte de las solicitudes de divorcio se presentan en marzo y en agosto,
coincidiendo con el fin de las vacaciones de verano. "Afrontan las
vacaciones con grandes expectativas, a pesar de las decepciones que han tenido
en años anteriores", dice Julie Brines, profesora de sociología en la
Universidad de Washington y autora principal del estudio.
El periodo vacacional, argumentan los autores, puede
incrementar la carga emocional y el estrés en las parejas que ya arrastraban una crisis previa, lo que desencadena que salgan
a la luz las fisuras ocultas de un matrimonio.
La desilusión que provoca en los cónyuges
infelices la imposibilidad de conseguir arreglar sus diferencias, desencadena solicitar
el divorcio pasadas las vacaciones familiares y antes de que los niños
comiencen la escuela.
"Piensan que en verano podría haber una
solución, y se frustran al no ver un cambio de actitud en la otra persona.
Pero siempre existe una crisis previa", asegura
Raquel Tomé, psicóloga psicoterapéutica del centro Guía de Psicología de
Madrid. Aunque es frecuente vincular su crisis a un
periodo de estrés, "se debe a otros motivos como la falta de
comprensión en la pareja", según esta especialista.
Por otro lado, el estudio sugiere que a la hora de
tomar la decisión de separarse los miembros de la pareja tienen en cuenta las
consideraciones sociales. Las vacaciones son
consideradas un periodo 'sagrado' para las
familias, y divorciarse antes de ellas se consideraría inapropiado,
según los autores.
"La decisión de separarse es previa, pero la
posponen,
esperan a que pase el verano, ya que los aspectos organizativos sobre la vida
de los niños, como un cambio de vivienda o de colegio, es mejor que se
resuelvan antes de que empiece el curso escolar", opina la psicóloga Tomé.
Pero, ¿a qué se debe el aumento en marzo,
meses después de las navidades? Las parejas necesitan
tiempo para poner sus finanzas en orden, encontrar un abogado o simplemente
reunir el valor para pedir el divorcio, responden los investigadores.
Según los últimos datos del INE, en 2014 se
registraron en España 100.746 divorcios, un 5,6% más que en el año
anterior. La duración media de los matrimonios fue de 15,8 años, cifra similar
a la de 2013.
Por otro lado, la mayoría
de las rupturas (el 76,5%) fueron de mutuo acuerdo.
Picos anuales
La profesora de sociología Julie Brines y el
estudiante de doctorado Brian Serafini buscaban inicialmente investigar los
efectos de la recesión. Para ello, analizaron las solicitudes de divorcio en
el estado de Washington entre 2001 y 2005, y fue cuando descubrieron que
existía un patrón anual de separaciones.
Además, investigaron si
se cumplía el mismo guion en otros estados como Ohio, Minnesota, Florida y
Arizona, que tienen las mismas leyes de divorcio, pero diferente
demografía y condiciones económicas. Pero como explica Brines "a pesar
de estas diferencias, el patrón persistió".
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