Londres. (EFE).- Internacional | 17/02/2015
Los
tribunales de familia británicos podrán ordenar pruebas de paternidad para evitar disputas y retrasos
en los casos que dirimen, especialmente los de divorcio, anunció hoy el secretario de
Estado de Justicia, Simon Hughes.
El
Gobierno otorgará esta prerrogativa a los juzgados tras constatar que las
discusiones entre los padres sobre la presunta paternidad de los hijos alarga
innecesariamente los procesos y causa situaciones "bochornosas".
"Estoy
decidido a que todos los casos que impliquen a niños se resuelvan lo más
rápidamente posible y a poder ser fuera de los juzgados", dijo Hughes.
"No
obstante -precisó-, cuando llegan a los tribunales, deberían resolverse de
manera civilizada para que los niños no sufran".
"Unas
pruebas de ADN concluyentes y sin ambigüedades demostrarán el parentesco y
ayudarán a poner fin a batallas legales amargas y bochornosas", aseguró el
político liberaldemócrata.
Los
jueces podrán ordenar las pruebas de paternidad, en los casos que sea
necesario, a partir del próximo septiembre, cuando se pondrá a su disposición
un presupuesto de hasta 1 millón de libras al año (unos 1,30 millones de
euros).
Se
espera que el acceso a esta herramienta dé confianza a los magistrados a la
hora de tomar decisiones sobre el bienestar de los niños y que facilite el
cumplimiento de los dictámenes por parte de los padres.
El
ministerio de Justicia se plantea asimismo introducir pruebas de drogadicción o
alcoholismo para determinar la idoneidad de los padres para cuidar de los
hijos, pero en este caso los programas piloto no han arrojado de momento
resultados concluyentes.
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