espacios inseguros.com,11/02/2019
El pasado 4 de diciembre de 2018 fuimos invitados al evento que organizó Teresa Giménez Barbat (eurodiputada del grupo ALDE), a través de Euromind (foro de encuentros sobre ciencia y humanismo en el Parlamento Europeo), y en el que se acogieron una serie de ponencias en torno a la violencia de pareja contra los hombres.
Es incuestionable que las mujeres ejercen la violencia y en lo que respecta a la violencia física contra sus parejas, también la perpetran en una proporción similar a los hombres. Aunque claramente hay más mujeres asesinadas por sus parejas.
Estas conclusiones coinciden con el estudio internacional que se presentó en el Parlamento Europeo: Intimate Partner Violence Against Men, sobre el impacto de la violencia de pareja en los hombres.
Un estudio llevado a cabo por Joaquim Soares (profesor de Psicología y Salud Pública en la Universidad de Mid, en Suecia) y Nicola Graham-Kevan (experta en Psicología de la Agresión en la Universidad Central de Lancashire y profesora en Psicología Clínica en la Mitt University), cuyos resultados están basados en un análisis de 153 estudios sobre víctimas de 54 países y 151 estudios sobre perpetradores de 44 países.
Un estudio llevado a cabo por Joaquim Soares (profesor de Psicología y Salud Pública en la Universidad de Mid, en Suecia) y Nicola Graham-Kevan (experta en Psicología de la Agresión en la Universidad Central de Lancashire y profesora en Psicología Clínica en la Mitt University), cuyos resultados están basados en un análisis de 153 estudios sobre víctimas de 54 países y 151 estudios sobre perpetradores de 44 países.
Joaquim Soares nos explicó que hombres y mujeres son tanto víctimas como perpetradores y, además, mostró que la diferencia de sexo es pequeña en el promedio de perpetración y victimización en el seno de la violencia íntima de la pareja. Una simetría mantenida, según el mismo estudio, a través de los distintos países.
Por su parte, Nicola Graham-Kevan nos explicó el impacto de la violencia de pareja en los niños. En su investigación, resultado de 14 estudios realizados entre 2009 y 2018, concluye que tanto niños como niñas se ven afectados por la violencia entre sus padres, independiente-mente de que el abuso provenga del padre o de la madre.
En este evento también participó Marta Iglesias Julios (divulgadora científica y estudiante de doctorado en un programa de neurociencia de la Fundación Champalimaud). Ella acercó a los asistentes al evento las bases evolutivas de la agresividad femenina, así como explicó que una parte significativa de la violencia contra las mujeres es cometida por otras mujeres. También subrayó la necesidad de tener en consideración que la agresividad femenina existe y no es inofensiva y, por lo tanto, debería ser objeto de mayor consideración en los estudios sobre la violencia en general y, en particular, sobre la violencia íntima de la pareja.
Tras las ponencias, hubo un ruego de preguntas donde dialogamos con los ponentes y compartimos todos la necesidad de tratar la violencia intrafamiliar como un tema de salud pública, haciendo uso de las múltiples evidencias científicas que refutan el enfoque actual establecido tanto en España como en la Unión Europea. Además, se puso énfasis en la necesidad de reconocer la naturaleza compleja y multifactorial de la violencia íntima de la pareja, sin restringir el enfoque de género a un solo sexo. Porque tener en cuenta la agresividad femenina y la victimización masculina no perjudica a las mujeres, sino que, además, permite conocer adecuadamente el impacto en la salud de los niños.
Por su parte, Nicola Graham-Kevan nos explicó el impacto de la violencia de pareja en los niños. En su investigación, resultado de 14 estudios realizados entre 2009 y 2018, concluye que tanto niños como niñas se ven afectados por la violencia entre sus padres, independiente-mente de que el abuso provenga del padre o de la madre.
En este evento también participó Marta Iglesias Julios (divulgadora científica y estudiante de doctorado en un programa de neurociencia de la Fundación Champalimaud). Ella acercó a los asistentes al evento las bases evolutivas de la agresividad femenina, así como explicó que una parte significativa de la violencia contra las mujeres es cometida por otras mujeres. También subrayó la necesidad de tener en consideración que la agresividad femenina existe y no es inofensiva y, por lo tanto, debería ser objeto de mayor consideración en los estudios sobre la violencia en general y, en particular, sobre la violencia íntima de la pareja.
Tras las ponencias, hubo un ruego de preguntas donde dialogamos con los ponentes y compartimos todos la necesidad de tratar la violencia intrafamiliar como un tema de salud pública, haciendo uso de las múltiples evidencias científicas que refutan el enfoque actual establecido tanto en España como en la Unión Europea. Además, se puso énfasis en la necesidad de reconocer la naturaleza compleja y multifactorial de la violencia íntima de la pareja, sin restringir el enfoque de género a un solo sexo. Porque tener en cuenta la agresividad femenina y la victimización masculina no perjudica a las mujeres, sino que, además, permite conocer adecuadamente el impacto en la salud de los niños.
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