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Esta es la lista de los países más felices del mundo: España cae tres posiciones..... estas son las conclusiones del estudio que lo demuestra.
Una investigación pone en común 2 trabajos con resultados contradictorios para encontrar respuesta a una pregunta tan común como compleja.
2 prestigiosos investigadores han entrevistado a más de 30.000 personas para resolver la pregunta ABC.
ABC, 22/03/2023
¿El dinero da la felicidad? Es una pregunta ampliamente repetida por la sociedad, pero que ha logrado un consenso ya que depende de la perspectiva de la persona y de cómo ha sido (o es) su situación socioeconómica. La respuesta intermedia a esta cuestión suele ser «no, pero ayuda». La ciencia también se ha interesado y ha tratado de dar respuesta a través de diversos estudios.
El último de ellos se acaba de publicar en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Uno de los autores de este estudio es Daniel Kahneman, Nobel de Economía, que ha revisado su trabajo junto a Matthew Killingsworth.
El germen de este estudio es una investigación realizada por el propio Kahneman hace una década en la que afirmaba que el dinero da la felicidad, pero llega un punto (que coincide con la brecha de los $75.000 anuales) en la que esta se aplana y se estanca.
Una investigación pone en común 2 trabajos con resultados contradictorios para encontrar respuesta a una pregunta tan común como compleja.
2 prestigiosos investigadores han entrevistado a más de 30.000 personas para resolver la pregunta ABC.
ABC, 22/03/2023
¿El dinero da la felicidad? Es una pregunta ampliamente repetida por la sociedad, pero que ha logrado un consenso ya que depende de la perspectiva de la persona y de cómo ha sido (o es) su situación socioeconómica. La respuesta intermedia a esta cuestión suele ser «no, pero ayuda». La ciencia también se ha interesado y ha tratado de dar respuesta a través de diversos estudios.
El último de ellos se acaba de publicar en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Uno de los autores de este estudio es Daniel Kahneman, Nobel de Economía, que ha revisado su trabajo junto a Matthew Killingsworth.
El germen de este estudio es una investigación realizada por el propio Kahneman hace una década en la que afirmaba que el dinero da la felicidad, pero llega un punto (que coincide con la brecha de los $75.000 anuales) en la que esta se aplana y se estanca.
En 2021, Killingsworth publicó otro estudio contradiciendo esta tesis y ahora ambos se han unido en una revisión de ambos trabajos al que han definido como una «investigación contradictoria».
Los 2 enfrentaron sus teorías ante la figura de una mediadora, Barbara Mellers, profesora de la Universidad Penn Integrates Knowledge.
Los 2 enfrentaron sus teorías ante la figura de una mediadora, Barbara Mellers, profesora de la Universidad Penn Integrates Knowledge.
Para extraer las conclusiones del estudio, analizaron las respuestas de 33.391 personas de EE.UU. entre 18 y 65 años y con unos ingresos familiares mínimos de $10.000 anuales.
Estas personas completaron una encuesta con preguntas sobre su nivel de satisfacción de vida e informaban sobre sus sentimientos por intervalos diariamente. Debían responder en un rango de «muy bien» a «muy mal» a la pregunta «¿cómo te sientes en este momento?»
Sí, el dinero da la felicidad
Simplificado, el resultado es claro: «Para la mayoría de la gente los mayores ingresos están asociados a una mayor felicidad».
Estas personas completaron una encuesta con preguntas sobre su nivel de satisfacción de vida e informaban sobre sus sentimientos por intervalos diariamente. Debían responder en un rango de «muy bien» a «muy mal» a la pregunta «¿cómo te sientes en este momento?»
Sí, el dinero da la felicidad
Simplificado, el resultado es claro: «Para la mayoría de la gente los mayores ingresos están asociados a una mayor felicidad».
Más detallado, la investigación muestra 2 grandes resultados.
Por un lado, que «la felicidad continúa aumentando con los ingresos incluso en el rango alto de ingresos».
Por otro, que existe una minoría infeliz cercana al 20% de los encuestados. Para estos últimos, la infelicidad disminuye con el aumento de los ingresos hasta cierto punto a medida que sus ingresos aumentan alrededor de 100.000 €. Destacan los autores este hecho porque a partir de este nivel «las miserias que quedan ya no se pueden aliviar con altos ingresos».
En las personas con más bajos ingresos, las infelices ganan más felicidad con el aumento de los ingresos que las felices.
Por otro, que existe una minoría infeliz cercana al 20% de los encuestados. Para estos últimos, la infelicidad disminuye con el aumento de los ingresos hasta cierto punto a medida que sus ingresos aumentan alrededor de 100.000 €. Destacan los autores este hecho porque a partir de este nivel «las miserias que quedan ya no se pueden aliviar con altos ingresos».
En las personas con más bajos ingresos, las infelices ganan más felicidad con el aumento de los ingresos que las felices.
También hay una excepción con las personas ricas e infelices a las que más dinero no ayuda.
La investigación reconoce además que la felicidad es una escala diaria ya que incluso entre las personas felices no son todas igual de felices.
Tras analizar los resultados se dieron cuenta de que el estudio de 2010 midió la infelicidad particular más que la felicidad general.
Tras analizar los resultados se dieron cuenta de que el estudio de 2010 midió la infelicidad particular más que la felicidad general.
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