Padres divorciados griegos batallan por sus derechos de custodia.
AFP., 13 Mayo 2021
Una organización griega de padres divorciados lucha para hacer valer sus derechos y obtener la custodia compartida de sus hijos en una sociedad patriarcal, donde este derecho recae en las madres en un 90% de los casos.
"La gota que colmó el vaso llegó durante los meses de confinamiento", se indigna Dionysis Logothetis, uno de los fundadores de la asociación "Papás activos por los derechos de los niños".
Muchos padres divorciados se vieron privados de visitas debido a las restricciones de movimiento y "no pudieron ver a sus hijos" durante muchos meses, explica este médico de 50 años que tiene 2 hijos.
El confinamiento "sirvió a menudo de pretexto para alejar al niño de uno de los dos padres", y muy a menudo del padre, lamenta.
En Grecia, en la mayoría de los casos, los tribunales solo conceden un derecho de visita limitado al padre divorciado: "2 fines de semana al mes y algunas horas a la semana", precisa este hombre.
En un movimiento similar al que se ha registrado en otros países europeos y en Estados Unidos, "los papás activos" griegos piden la "igualdad del derecho de custodia", una causa criticada por organizaciones de mujeres y de derechos humanos, que usan como argumento la violencia doméstica de la que a menudo es responsable el hombre.
La polémica se intensificó con la presentación de un proyecto de ley del gobierno conservador, que "instaura la custodia compartida" para "responder al interés real del niño" después de un divorcio.
Debatido en una comisión parlamentaria esta semana antes de su votación en la plenaria, este texto prevé también "el aumento del tiempo de comunicación" con el progenitor que no tiene la custodia y permite "la solución de las controversias entre padres antes del recurso judicial", según un comunicado gubernamental.
Pero las organizaciones feministas, de derechos humanos y de izquierda subrayan que "la instauración obligatoria de la custodia compartida pone en entredicho la seguridad de la madre y del niño", debido a las estructuras "patriarcales" de la sociedad griega y la falta de servicios de asistencia social en Grecia.
Sofia Kukuli Spiliotopulu, experta en derecho de familia, considera que "la instauración automática por la ley de la custodia compartida no es necesariamente buena para el niño".
En su opinión, la reforma "hace más hincapié en los padres que en el niño", a diferencia del derecho de familia en Grecia y la Convención sobre los derechos del niño.
Para esta abogada, el proyecto de ley también se opone a los principios del Convenio de Estambul sobre la violencia contra la mujer.
Pero Dimitris Duliotis, defensor de los "papás activos", subraya que "a pesar de la instauración de la igualdad entre los sexos hace 40 años en Grecia, más del 90% de las decisiones judiciales atribuyen la custodia a las madres".
"El proyecto de ley es necesario para tener en cuenta la situación social actual, los padres de hoy están mucho más preparados que antes para ocuparse de sus hijos", afirma.
La violencia doméstica en Grecia sigue denunciándose poco y el proyecto de ley "corre el riesgo de agravar aún más" la situación de las mujeres y sus hijos, critica el movimiento feminista To Mov.
"Si bien la custodia compartida es un objetivo loable, ignora la realidad de las víctimas de violencia conyugal", destaca por su parte Hillary Margolis, investigadora de la oenegé Human Rights Watch.
Los eurodiputados de la oposición de izquierda Syriza enviaron una carta a Helena Dalli, Comisaria Europea de Igualdad, denunciando un proyecto de ley "no conforme con el informe del Parlamento Europeo sobre la violencia doméstica y los derechos de custodia de los niños".
Sin embargo, para los "papás activos", "la violencia doméstica es un asunto de justicia penal" y "no debe obstaculizar la custodia parental".
"Es imposible que el 90% de los padres divorciados en Grecia sean personas violentas", argumenta Duliotis.
AFP., 13 Mayo 2021
Una organización griega de padres divorciados lucha para hacer valer sus derechos y obtener la custodia compartida de sus hijos en una sociedad patriarcal, donde este derecho recae en las madres en un 90% de los casos.
"La gota que colmó el vaso llegó durante los meses de confinamiento", se indigna Dionysis Logothetis, uno de los fundadores de la asociación "Papás activos por los derechos de los niños".
Muchos padres divorciados se vieron privados de visitas debido a las restricciones de movimiento y "no pudieron ver a sus hijos" durante muchos meses, explica este médico de 50 años que tiene 2 hijos.
El confinamiento "sirvió a menudo de pretexto para alejar al niño de uno de los dos padres", y muy a menudo del padre, lamenta.
En Grecia, en la mayoría de los casos, los tribunales solo conceden un derecho de visita limitado al padre divorciado: "2 fines de semana al mes y algunas horas a la semana", precisa este hombre.
En un movimiento similar al que se ha registrado en otros países europeos y en Estados Unidos, "los papás activos" griegos piden la "igualdad del derecho de custodia", una causa criticada por organizaciones de mujeres y de derechos humanos, que usan como argumento la violencia doméstica de la que a menudo es responsable el hombre.
La polémica se intensificó con la presentación de un proyecto de ley del gobierno conservador, que "instaura la custodia compartida" para "responder al interés real del niño" después de un divorcio.
Debatido en una comisión parlamentaria esta semana antes de su votación en la plenaria, este texto prevé también "el aumento del tiempo de comunicación" con el progenitor que no tiene la custodia y permite "la solución de las controversias entre padres antes del recurso judicial", según un comunicado gubernamental.
Pero las organizaciones feministas, de derechos humanos y de izquierda subrayan que "la instauración obligatoria de la custodia compartida pone en entredicho la seguridad de la madre y del niño", debido a las estructuras "patriarcales" de la sociedad griega y la falta de servicios de asistencia social en Grecia.
Sofia Kukuli Spiliotopulu, experta en derecho de familia, considera que "la instauración automática por la ley de la custodia compartida no es necesariamente buena para el niño".
En su opinión, la reforma "hace más hincapié en los padres que en el niño", a diferencia del derecho de familia en Grecia y la Convención sobre los derechos del niño.
Para esta abogada, el proyecto de ley también se opone a los principios del Convenio de Estambul sobre la violencia contra la mujer.
Pero Dimitris Duliotis, defensor de los "papás activos", subraya que "a pesar de la instauración de la igualdad entre los sexos hace 40 años en Grecia, más del 90% de las decisiones judiciales atribuyen la custodia a las madres".
"El proyecto de ley es necesario para tener en cuenta la situación social actual, los padres de hoy están mucho más preparados que antes para ocuparse de sus hijos", afirma.
La violencia doméstica en Grecia sigue denunciándose poco y el proyecto de ley "corre el riesgo de agravar aún más" la situación de las mujeres y sus hijos, critica el movimiento feminista To Mov.
"Si bien la custodia compartida es un objetivo loable, ignora la realidad de las víctimas de violencia conyugal", destaca por su parte Hillary Margolis, investigadora de la oenegé Human Rights Watch.
Los eurodiputados de la oposición de izquierda Syriza enviaron una carta a Helena Dalli, Comisaria Europea de Igualdad, denunciando un proyecto de ley "no conforme con el informe del Parlamento Europeo sobre la violencia doméstica y los derechos de custodia de los niños".
Sin embargo, para los "papás activos", "la violencia doméstica es un asunto de justicia penal" y "no debe obstaculizar la custodia parental".
"Es imposible que el 90% de los padres divorciados en Grecia sean personas violentas", argumenta Duliotis.
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