Elena Calvo - Madrid0, 8/10/2016
Este verano, 13 mujeres han sido asesinadas por violencia de género, 9 menos que en el
verano de 2015. Si se compara con el período que va de junio a septiembre del
resto de años, se concluye que el nº de mujeres
asesinadas por sus parejas o exparejas en esta época ha disminuido. Sin
embargo, el verano suele ser siempre una de las peores
estaciones para la violencia de género por el aumento del nº de mujeres
asesinadas, ¿pero se puede considerar que hay realmente un factor de
temporalidad en la violencia de género?
Entre el 30 y el 41 % de
asesinatos a mujeres se producen en verano. Por ejemplo, de las 56 mujeres que fueron asesinadas en
2009, 23 casos se dieron entre los meses de junio y septiembre. Sin embargo,
Timanfaya Hernández, psicóloga sanitaria y forense del centro Globaltya,
explica que no se puede asegurar que haya un
«motivo concreto» por el que el número de víctimas mortales aumenten
en esta época del año.
Pero Hernández concreta que sí hay un «factor asociado» que puede estar
relacionado con estas estadísticas: «Normalmente las parejas en tiempo de
verano pasan más tiempo juntos, y si hay un conflicto
esto puede aumentarlo, como ocurre con los divorcios, que suelen
aumentar en estas épocas, pero no hay un criterio concreto que lo determine».
Precisamente también en esta época del año suele experimentarse un aumento de las denuncias por violencia de género.
En el 3º trimestre de 2015, es decir, durante los meses de julio, agosto y septiembre,
se pusieron 33.705 denuncias, la cifra más alta de todo el año.
Este aumento
de casos en verano lo confirma Jocelyn Guerrero, coordinadora del grupo
de trabajo «Violencia contra las mujeres», de la sección de psicología de las
mujeres, géneros y diversidad del Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña.
Aunque reconoce que no hay ningún factor que lo
determine con exactitud, sí asegura que ha observado cómo en esta época del año se dan más casos que en otras.
Coincide con Hernández en el motivo: «En verano es cuando las familias conviven
24 horas. No significa que haya más maltratadores en esta época, sino que hay más oportunidades de serlo,
de maltratar, al pasar más tiempo juntos».
Quinteros considera que para acabar definitivamente con la violencia de género son fundamentales
las campañas de prevención e información, «especialmente en esas
épocas del año en las que aumentan los casos, cuando debería haber más campañas
de publicidad y más profesionales en los centros accesibles a las mujeres». La importancia de estos programas sociales la confirma
Hernández, pues los cree necesarios para dar visibilidad a los casos:
«El hecho de visibilizar las conductas de maltrato y que la sociedad tome
conciencia de qué es maltrato hace que la gente tome más partido, que lo tome
como un fenómeno social», asegura.
Sin embargo, y pese a la tendencia descendente del número de mujeres asesinadas que
parece que ha habido en los últimos años, todos
coinciden en que todavía queda «mucho trabajo por hacer». Quinteros, además,
asegura que hay que observar los datos de asesinatos desde una perspectiva
«a largo plazo» para poder concluir que realmente la sociedad está
avanzando en este aspecto. Por otro lado, sí reconoce que ha habido cierto avance en el hecho de la defensa que las mujeres
hacen de sí mismas. «Antes la mujer podía tardar un promedio de 10 años en denunciar,
y ahora es mucho menos. Ahora las mujeres se defienden muchísimo mejor, saben
hacerse respetar mucho más».
Jocelyn Guerrero, en cambio, considera
que, aunque la concienciación social es muy importante,
más lo es el hecho de que el agresor pueda reconocerse como tal: «La máxima
conciencia que puede tener un maltratador es asumirlo y tratarse, pero casi
ninguno lo reconoce», afirma.
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