Custodia compartida en divorcio: el cambio de paradigma que pone a los hijos en el centro.
Durante años, lo más habitual tras un divorcio era atribuir la custodia de los hijos a uno solo de los progenitores, normalmente la madre. La jurisprudencia es clara. El otro mantenía un régimen de visitas y asumía una pensión alimenticia. Hoy ese modelo ha cambiado: la custodia compartida en divorcio se ha convertido en la regla general, salvo que se justifique lo contrario.
Este nuevo enfoque responde a una idea clara: los hijos necesitan a ambos padres. No se trata de repartir tiempos, sino de garantizar una presencia activa y equilibrada de los 2 progenitores en su vida cotidiana.
¿Cuál es el régimen de custodia preferente tras un divorcio en España?
En España, el régimen de custodia preferente tras un divorcio es la custodia compartida. Los tribunales consideran que es el modelo más adecuado para garantizar el interés superior del menor, salvo que existan razones objetivas que desaconsejen su aplicación, como conflictos graves entre los progenitores o circunstancias personales que lo impidan.
Durante años, lo más habitual tras un divorcio era atribuir la custodia de los hijos a uno solo de los progenitores, normalmente la madre. La jurisprudencia es clara. El otro mantenía un régimen de visitas y asumía una pensión alimenticia. Hoy ese modelo ha cambiado: la custodia compartida en divorcio se ha convertido en la regla general, salvo que se justifique lo contrario.
Este nuevo enfoque responde a una idea clara: los hijos necesitan a ambos padres. No se trata de repartir tiempos, sino de garantizar una presencia activa y equilibrada de los 2 progenitores en su vida cotidiana.
¿Cuál es el régimen de custodia preferente tras un divorcio en España?
En España, el régimen de custodia preferente tras un divorcio es la custodia compartida. Los tribunales consideran que es el modelo más adecuado para garantizar el interés superior del menor, salvo que existan razones objetivas que desaconsejen su aplicación, como conflictos graves entre los progenitores o circunstancias personales que lo impidan.
La custodia compartida: el modelo preferente salvo motivo justificado
Los tribunales y el Tribunal Supremo han establecido con claridad que el modelo de custodia compartida debe ser el punto de partida en cualquier procedimiento de divorcio con hijos menores. Solo si hay motivos sólidos para descartarlo —como conflictos graves entre los progenitores, violencia o imposibilidad real de asumir el cuidado— podrá plantearse una custodia exclusiva.
Pero que quede claro: no basta con decir que el trabajo lo impide. Si uno de los progenitores quiere implicarse de verdad, debe hacer ajustes. Buscar nuevas soluciones. Cambiar turnos o buscar apoyos. Porque cuando hablamos de los hijos, hay que priorizar su bienestar por encima de las comodidades o excusas.
No se trata de dinero, sino de responsabilidad hacia los hijos
Uno de los mayores obstáculos que encontramos los abogados de familia al proponer la custodia compartida es el enfoque económico.
Hay quien cree que esta fórmula es una forma de evitar el pago de pensión, o que “beneficia” al otro progenitor. Nada más lejos de la realidad.
La pensión de alimentos no es para la ex pareja: es para los hijos. Es un derecho de los menores, y no desaparece por repartir tiempos. En muchos casos seguirá existiendo para compensar desequilibrios, aunque haya custodia compartida.
Cambiar el enfoque económico por uno basado en la corresponsabilidad parental facilita mucho los acuerdos.
Acordar es pensar en el futuro de tus hijos (y en el tuyo).
Aceptar que la custodia compartida es lo mejor para los hijos, cuando es posible, también tiene ventajas para toda la familia.
La pensión de alimentos no es para la ex pareja: es para los hijos. Es un derecho de los menores, y no desaparece por repartir tiempos. En muchos casos seguirá existiendo para compensar desequilibrios, aunque haya custodia compartida.
Cambiar el enfoque económico por uno basado en la corresponsabilidad parental facilita mucho los acuerdos.
Acordar es pensar en el futuro de tus hijos (y en el tuyo).
Aceptar que la custodia compartida es lo mejor para los hijos, cuando es posible, también tiene ventajas para toda la familia.
Permite acuerdos más rápidos y menos conflictivos, evita procedimientos judiciales largos y, sobre todo, favorece una buena relación futura entre los progenitores.
Recordemos que, aunque la relación de pareja se haya roto, la relación como madre y padre sigue. Y seguirán compartiendo decisiones escolares, extraescolares, cumpleaños y momentos importantes. Una buena comunicación es clave para el bienestar emocional de los hijos.
Recordemos que, aunque la relación de pareja se haya roto, la relación como madre y padre sigue. Y seguirán compartiendo decisiones escolares, extraescolares, cumpleaños y momentos importantes. Una buena comunicación es clave para el bienestar emocional de los hijos.
¿Se paga pensión de alimentos en la custodia compartida?
Sí, en la custodia compartida puede establecerse una pensión de alimentos si existe un desequilibrio económico entre los progenitores. Aunque ambos compartan el tiempo con los hijos, cada uno debe contribuir según su capacidad económica.
Sí, en la custodia compartida puede establecerse una pensión de alimentos si existe un desequilibrio económico entre los progenitores. Aunque ambos compartan el tiempo con los hijos, cada uno debe contribuir según su capacidad económica.
El objetivo es garantizar que los menores mantengan el mismo nivel de vida en ambos hogares.
Conclusión: los hijos en el centro, siempre.
Hoy más que nunca, la custodia compartida no es una moda, ni una tendencia: es una exigencia legal y moral para garantizar el derecho de los hijos a tener a ambos progenitores presentes.
Quien se separa no deja de ser padre o madre. Y si 1 de los 2 tiene dificultades para implicarse, debe buscar soluciones.
Porque no se trata de mirar solo el bolsillo, sino el corazón: el de tus hijos.
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