Los Doctores en Psicología John Gottman y Robert Levenson analizan las claves que pueden predecir si una pareja está destinada a separarse para tratar de prevenirlo.
Judith del Río, 10/02/2025
Se dice que una pareja está destinada a tener un final feliz si supera 2 barreras clave. La 1ª está tras los 7 primeros años de matrimonio, siendo la 2ª la mediana edad, cuando los hijos adolescentes ponen a prueba a cualquier padre o madre que trata de mantener su sano juicio.
Las parejas contraen matrimonio porque quieren un futuro en común, pero cada vez son más los que aseguran que eso del romanticismo está completamente muerto. Las relaciones cada vez duran menos y eso de casarse parece más un contrato con fiesta valorada en demasiados ceros que cualquier otra cosa.
Por suerte, a pesar del pesimismo, aún parecen quedar quienes se empeñan en que el amor dure. Ese parece ser el caso de expertos como John Mordechai Gottman y Robert Wayne Levenson, psicólogos investigadores de la Universidad de Washington que llevan décadas tratando de definir un modelo que pueda predecir cuándo una pareja se divorciará, basándose en señales previas. No para comprobar los datos, sino para poder prevenir que estas separaciones sucedan.
Gottman y Levenson exploran los factores que predicen si un matrimonio será exitoso o terminará en divorcio mediante datos longitudinales, estudiando 21 parejas de 79 que se divorciaron durante un período de 14 años. Encontraron que un factor predictivo era la cantidad de “afecto positivo y negativo volátil no regulado”, señalando que este factor predice un matrimonio corto para las parejas que se divorcian. Llamaron a un 2º factor “estilo afectivo neutral”, señalando que predice un matrimonio más largo para las parejas que se divorcian.
Las emociones viscerales tempranas en la relación suelen estar relacionadas con sentimientos negativos, como el estrés.
Según los expertos, existen 2 periodos críticos de alto riesgo para el divorcio: los primeros 7 años de matrimonio, durante los cuales se produce la mitad de todos los divorcios. Un momento “volátil y altamente emocional”. El 2º, cuando las parejas están criando a sus hijos adolescentes, que según los expertos son uno de los puntos más bajos de satisfacción marital en su relación.
Gottman y Levenson descubrieron que las parejas que se divorciaban antes eran expresivas en sus relaciones al comienzo de las mismas, sobre todo en las conversaciones durante los conflictos que surgían durante su matrimonio, que a corto plazo puede causar disfunción, pues esas emociones suelen estar controladas por sentimientos como el estrés, la ira y la negatividad. Por el contrario, la ausencia de afecto conversacional puede denotar señales de un divorcio más tardío.
Es importante reconocer la disfunción más temprano que tarde.
Aun así,existe esperanza. Los datos reflejan que las parejas se adaptan a su realidad marital de 2 maneras: dejando que la vida siga y no haciendo caso a los conflicto o enfrentándose a través de una negatividad que va creciendo a medida que se incrementan las desavenencias, que es desagradable, pero aún así queda un fuego que permite que se pueda prevenir con las herramientas adecuadas.
Se dice que una pareja está destinada a tener un final feliz si supera 2 barreras clave. La 1ª está tras los 7 primeros años de matrimonio, siendo la 2ª la mediana edad, cuando los hijos adolescentes ponen a prueba a cualquier padre o madre que trata de mantener su sano juicio.
Las parejas contraen matrimonio porque quieren un futuro en común, pero cada vez son más los que aseguran que eso del romanticismo está completamente muerto. Las relaciones cada vez duran menos y eso de casarse parece más un contrato con fiesta valorada en demasiados ceros que cualquier otra cosa.
Por suerte, a pesar del pesimismo, aún parecen quedar quienes se empeñan en que el amor dure. Ese parece ser el caso de expertos como John Mordechai Gottman y Robert Wayne Levenson, psicólogos investigadores de la Universidad de Washington que llevan décadas tratando de definir un modelo que pueda predecir cuándo una pareja se divorciará, basándose en señales previas. No para comprobar los datos, sino para poder prevenir que estas separaciones sucedan.
Gottman y Levenson exploran los factores que predicen si un matrimonio será exitoso o terminará en divorcio mediante datos longitudinales, estudiando 21 parejas de 79 que se divorciaron durante un período de 14 años. Encontraron que un factor predictivo era la cantidad de “afecto positivo y negativo volátil no regulado”, señalando que este factor predice un matrimonio corto para las parejas que se divorcian. Llamaron a un 2º factor “estilo afectivo neutral”, señalando que predice un matrimonio más largo para las parejas que se divorcian.
Las emociones viscerales tempranas en la relación suelen estar relacionadas con sentimientos negativos, como el estrés.
Según los expertos, existen 2 periodos críticos de alto riesgo para el divorcio: los primeros 7 años de matrimonio, durante los cuales se produce la mitad de todos los divorcios. Un momento “volátil y altamente emocional”. El 2º, cuando las parejas están criando a sus hijos adolescentes, que según los expertos son uno de los puntos más bajos de satisfacción marital en su relación.
Gottman y Levenson descubrieron que las parejas que se divorciaban antes eran expresivas en sus relaciones al comienzo de las mismas, sobre todo en las conversaciones durante los conflictos que surgían durante su matrimonio, que a corto plazo puede causar disfunción, pues esas emociones suelen estar controladas por sentimientos como el estrés, la ira y la negatividad. Por el contrario, la ausencia de afecto conversacional puede denotar señales de un divorcio más tardío.
Es importante reconocer la disfunción más temprano que tarde.
Aun así,existe esperanza. Los datos reflejan que las parejas se adaptan a su realidad marital de 2 maneras: dejando que la vida siga y no haciendo caso a los conflicto o enfrentándose a través de una negatividad que va creciendo a medida que se incrementan las desavenencias, que es desagradable, pero aún así queda un fuego que permite que se pueda prevenir con las herramientas adecuadas.
Señales de un posible divorcio:
1 Problemas de comunicación.
2 Engaños y desprecio.
3 Relaciones tóxicas.
4 Baja de autoestima e inseguridades.
5 Falta de confianza.
6 Falta de intimidad.
7 Desinterés total por la relación.
Es complicado mantenerse en un matrimonio donde hay conflictos intensos cada 2x3; si no existe afecto, la pareja se romperá tarde o temprano.
Para las parejas, el objetivo es simple: mantener su matrimonio.
Por eso, a estas parejas se les proponen diferentes soluciones como la terapia de pareja, para ayudar a encauzar su relación.
Reemplazar la crítica por la aceptación. Ayudan a equilibrar los afectos positivos con los negativos, regulando la intensidad de su vida conyugal.
Por eso, a estas parejas se les proponen diferentes soluciones como la terapia de pareja, para ayudar a encauzar su relación.
Reemplazar la crítica por la aceptación. Ayudan a equilibrar los afectos positivos con los negativos, regulando la intensidad de su vida conyugal.
Aprender a expresar sus sentimientos de una manera sana.
Recuperar la amistad marital. Poder poner fin los sentimientos de distancia y aislamiento es uno de los factores más importantes en una pareja, si se quiere perdurar en un futuro y establecer una conexión emocional.
Recuperar la amistad marital. Poder poner fin los sentimientos de distancia y aislamiento es uno de los factores más importantes en una pareja, si se quiere perdurar en un futuro y establecer una conexión emocional.
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