Beatriz Pascual, 10.02.2025
Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2021 se registraron más de 86,000 divorcios en España, un 12,5% más que el año anterior. De estos casos, el 43% de las parejas con hijos optaron por la custodia compartida. Este dato resalta la importancia de abordar la separación de manera responsable para garantizar el bienestar de los niños involucrados.
La separación o divorcio conlleva un estrés emocional considerable que afecta a toda la familia, especialmente a los niños. Los conflictos previos y el proceso de ruptura pueden generar una desregulación emocional, lo que se traduce en consecuencias psico-emocionales, sociales, académicas y económicas. Es fundamental comprender cómo manejar estas repercusiones de manera adecuada para mitigar los efectos negativos en los hijos.
¿Es posible disminuir el sufrimiento de los niños?
La respuesta es sí. Si el proceso de separación o divorcio se maneja de manera amigable, es posible reducir significativamente el sufrimiento emocional de los hijos. Este enfoque permite a los niños adaptarse mejor a la nueva situación familiar, preservando su bienestar psicológico.
Tanto padres, familiares como profesionales pueden implementar una serie de estrategias para apoyar a los hijos durante la separación.
Aquí te presentamos algunos consejos fundamentales:
Reconocer la Realidad de la Ruptura: Es importante que los niños comprendan que la separación de los padres es una situación real de la que no son responsables. Aunque la ruptura puede ser permanente, se debe enfatizar que ambos padres seguirán siendo figuras de cuidado y protección en sus vidas.
Aceptar la Ausencia de un Progenitor: En caso de que uno de los progenitores no esté presente en la vida cotidiana del niño, es crucial ayudarle a aceptar esta nueva realidad sin sentimientos de culpa ni rechazo. Ambos padres seguirán siendo figuras de autoridad y amor, aunque no vivan juntos.
Superar Sentimientos Negativos: Los niños pueden experimentar culpa o resentimiento hacia alguno de los padres. Es esencial validar estos sentimientos y darles el apoyo necesario para superarlos. Asegúrate de que sepan que estos sentimientos son normales y que no están solos.
Aceptar los Cambios de la Ruptura Familiar: Los niños pueden enfrentar situaciones como mudarse a otro hogar o cambiar de escuela. Ayúdales a tener expectativas realistas y a entender que formarán nuevas relaciones interpersonales que les ayudarán a superar las pérdidas.
Explicar el Amor de los Padres: Aunque los padres ya no se amen, es importante recordarles a los hijos que son el fruto de ese amor y que siempre serán amados y cuidados por ambos progenitores.
Evitar Involucrar a los Hijos en Conflictos: Los niños no deben ser intermediarios en los problemas entre los padres. Evitar este tipo de situaciones les permitirá adaptarse mejor y mantener su relación con ambos progenitores de manera saludable.
Decálogo para Padres: Guía para una Separación Amigable.
El Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría ha elaborado un manual con una serie de recomendaciones esenciales para gestionar la separación amigable. Aquí te presentamos un decálogo que puede ser muy útil:
Los Hijos No Son Propiedad de Nadie: Los niños son seres autónomos y no deben ser tratados como propiedad de ninguno de los progenitores.
Reconocer la Realidad de la Ruptura: Es importante que los niños comprendan que la separación de los padres es una situación real de la que no son responsables. Aunque la ruptura puede ser permanente, se debe enfatizar que ambos padres seguirán siendo figuras de cuidado y protección en sus vidas.
Aceptar la Ausencia de un Progenitor: En caso de que uno de los progenitores no esté presente en la vida cotidiana del niño, es crucial ayudarle a aceptar esta nueva realidad sin sentimientos de culpa ni rechazo. Ambos padres seguirán siendo figuras de autoridad y amor, aunque no vivan juntos.
Superar Sentimientos Negativos: Los niños pueden experimentar culpa o resentimiento hacia alguno de los padres. Es esencial validar estos sentimientos y darles el apoyo necesario para superarlos. Asegúrate de que sepan que estos sentimientos son normales y que no están solos.
Aceptar los Cambios de la Ruptura Familiar: Los niños pueden enfrentar situaciones como mudarse a otro hogar o cambiar de escuela. Ayúdales a tener expectativas realistas y a entender que formarán nuevas relaciones interpersonales que les ayudarán a superar las pérdidas.
Explicar el Amor de los Padres: Aunque los padres ya no se amen, es importante recordarles a los hijos que son el fruto de ese amor y que siempre serán amados y cuidados por ambos progenitores.
Evitar Involucrar a los Hijos en Conflictos: Los niños no deben ser intermediarios en los problemas entre los padres. Evitar este tipo de situaciones les permitirá adaptarse mejor y mantener su relación con ambos progenitores de manera saludable.
Decálogo para Padres: Guía para una Separación Amigable.
El Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría ha elaborado un manual con una serie de recomendaciones esenciales para gestionar la separación amigable. Aquí te presentamos un decálogo que puede ser muy útil:
Los Hijos No Son Propiedad de Nadie: Los niños son seres autónomos y no deben ser tratados como propiedad de ninguno de los progenitores.
Ambos padres son responsables de su bienestar físico, emocional y social.
Evitar Usar a los Hijos Como Mensajeros: Aunque los padres no se lleven bien, deben comunicarse entre sí para el bienestar de sus hijos, sin hacerlos partícipes de sus disputas.
Colaborar Con Profesionales: Ambos progenitores deben trabajar conjuntamente con los profesionales que asisten al niño (psicólogos, médicos, profesores, etc.), para que el niño vea que ambos están comprometidos con su bienestar.
No Utilizar a los Hijos Como Arma de Venganza: Los niños no deben ser utilizados para hacer daño a nadie, ni a uno de los padres ni a terceros.
Escuchar los Sentimientos de los Niños: Los hijos necesitan sentir que sus emociones son válidas y que sus padres están dispuestos a escucharlos y apoyarlos durante este proceso.
Evitar Hablar Mal del Otro Progenitor: Los niños sufren cuando se habla mal de uno de los padres, especialmente cuando proviene del otro progenitor. Mantener una actitud respetuosa es clave para su bienestar emocional.
Ser Conscientes de la Vulnerabilidad de los Hijos: Los niños son los miembros más vulnerables durante un divorcio o separación. Es crucial que los padres tomen decisiones maduras y racionales, dejando de lado el orgullo y los conflictos personales.
Mostrar Interés por la Vida del Niño con el Otro Progenitor: No se debe evitar preguntar a los niños sobre cómo se sienten con el otro progenitor. Es importante mostrarles que sus relaciones con ambos padres son igualmente valiosas.
El Papel de los Padres: Los títulos de “papá” y “mamá” deben ganarse con esfuerzo. Los padres deben estar presentes en la vida de sus hijos y respetar la relación que el niño pueda tener con la nueva pareja de su ex.
Buscar Ayuda Profesional Si Es Necesario: Tanto los padres como los hijos pueden necesitar apoyo profesional durante el proceso de separación. No dudes en recurrir a un terapeuta o psicólogo para gestionar mejor la situación.
Evitar Usar a los Hijos Como Mensajeros: Aunque los padres no se lleven bien, deben comunicarse entre sí para el bienestar de sus hijos, sin hacerlos partícipes de sus disputas.
Colaborar Con Profesionales: Ambos progenitores deben trabajar conjuntamente con los profesionales que asisten al niño (psicólogos, médicos, profesores, etc.), para que el niño vea que ambos están comprometidos con su bienestar.
No Utilizar a los Hijos Como Arma de Venganza: Los niños no deben ser utilizados para hacer daño a nadie, ni a uno de los padres ni a terceros.
Escuchar los Sentimientos de los Niños: Los hijos necesitan sentir que sus emociones son válidas y que sus padres están dispuestos a escucharlos y apoyarlos durante este proceso.
Evitar Hablar Mal del Otro Progenitor: Los niños sufren cuando se habla mal de uno de los padres, especialmente cuando proviene del otro progenitor. Mantener una actitud respetuosa es clave para su bienestar emocional.
Ser Conscientes de la Vulnerabilidad de los Hijos: Los niños son los miembros más vulnerables durante un divorcio o separación. Es crucial que los padres tomen decisiones maduras y racionales, dejando de lado el orgullo y los conflictos personales.
Mostrar Interés por la Vida del Niño con el Otro Progenitor: No se debe evitar preguntar a los niños sobre cómo se sienten con el otro progenitor. Es importante mostrarles que sus relaciones con ambos padres son igualmente valiosas.
El Papel de los Padres: Los títulos de “papá” y “mamá” deben ganarse con esfuerzo. Los padres deben estar presentes en la vida de sus hijos y respetar la relación que el niño pueda tener con la nueva pareja de su ex.
Buscar Ayuda Profesional Si Es Necesario: Tanto los padres como los hijos pueden necesitar apoyo profesional durante el proceso de separación. No dudes en recurrir a un terapeuta o psicólogo para gestionar mejor la situación.
La separación y el divorcio son procesos complicados que afectan a toda la familia, especialmente a los niños. Sin embargo, con una actitud respetuosa, una separación amigable y el apoyo adecuado, es posible minimizar el impacto emocional y ayudar a los hijos a adaptarse a esta nueva etapa. Recuerda que el bienestar de los niños debe ser la prioridad para los padres, quienes tienen la responsabilidad de asegurarles una transición lo más saludable posible.
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