Los matrimonios bajo el paraguas de cualquiera de las
creencias cristianas siempre se constituyen después de prometer que
estarán juntos en la riqueza, en la pobreza, en la salud y en la
enfermedad. Pero esta última pata de las uniones maritales es la más
floja de las 4. Un estudio indica que el riesgo de divorcio aumenta
en las parejas con más edad cuando uno de los 2 enferma. Sobre todo,
cuando es ella la que tiene que sufrir un cáncer o una dolencia grave.
“Las mujeres casadas diagnosticadas por una enfermedad grave pueden
enfrentarse a este anuncio mientras experimentan a la vez el estrés del
divorcio”, indica Amelia Karraker, del Instituto de Investigación Social
de la Universidad de Michigan (EE UU).
La investigadora, junto a su colega Kenzie Latham de la
Universidad de Purdue, ha presentado en la reunión anual de la
Asociación Americana de la Población este estudio donde han analizado
2.717 matrimonios de las 2 últimas décadas a partir del Estudio de
Salud y Jubilación realizado en 1992. Los investigadores examinaron cómo
la aparición de 4 enfermedades físicas graves –cáncer, problemas
cardiacos, problemas pulmonares y accidentes cardiovasculares- afectaban
a los matrimonios a lo largo de estos 20 años. Y determinaron que
el 31% de las parejas acababan divorciadas y que las enfermedades graves
afectan más a los maridos que a las mujeres.
Los autores no evalúan el porqué de esta actitud de los
varones, aunque ofrecen algunas razones. “Puede ser por las normas de
género y la expectativas sociales”, apunta Karraker. “Ellos pueden
pensar que es más difícil prestar atención a sus cónyuges y que no están
capacitados para realizarla”, comenta. Y este último matiz es
importante, ya que son “ellas las que dan el 1º paso para el
divorcio”. Los investigadores interpretan que las mujeres optan por este
camino al no sentirse arropadas por sus esposos en la lucha contra la
enfermedad y prefieren “acudir a amigos y otros familiares” para que
sean atendidas. En cambio, ellas permanecen al pie del cañón cuando su
pareja está enferma. Por este motivo, los sociólogos consideran que es
importante ofrecer más apoyo a las parejas para evitar “la tensión
marital y evitar el divorcio a edades más avanzadas”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario