El poeta William Blake dijo: "Lo que hoy está demostrado, una vez fue sólo imaginado”.
Podemos encontrar la respuesta si atendemos a la “revolución silenciosa” que ha tenido lugar en Suecia durante las últimas dos décadas. Desde la brecha salarial de género, cambiando la cultura en el lugar de trabajo, hasta las relaciones entre padres e hijos. A continuación, te resumimos porque:
Hasta hace muy poco en Suecia se daban los mismos problemas de igualdad de género que tenemos hoy en día en España. Los hombres y las mujeres se limitaban a los roles tradicionales a la hora de trabajar y de criar a los niños. Aunque el país ofrecía más de 1 año de baja parental, las madres eran tradicionalmente las únicas que se quedaban en casa con el bebé.
Las mujeres ganaban menos dinero que los hombres y el 6% de los padres que disfrutaron de su baja paternal fueron ridiculizados en el trabajo por ser “impropio de un hombre”.
En 1995 el gobierno sueco creó incentivos financieros para que los hombres disfrutaran de su permiso de paternidad. Si el padre no disfrutaba de su baja, la familia perdía un mes de subsidios. A los hombres les dejó de importar lo que opinaran los demás.
Pronto se estableció la costumbre de que los padres se cogieran 1 mes, 2 meses de baja por su reciente paternidad. Cogieron más seguridad sobre el papel que desempeñaban en el hogar, asumiendo las responsabilidades tradicionales que siempre habían desempeñado las mujeres. Hoy en día, 8 de cada 10 padres suecos cogen una media de 4 meses de baja por paternidad, de los 13 meses disponibles.
Como todo el mundo se acostumbró a la idea de que los padres podían disfrutar de su baja de paternidad, la cultura y el ambiente laboral comenzaron a cambiar: el horario comenzó a ser muy flexible y la diferencia salarial entre hombres y mujeres comenzó a desaparecer (un estudio demostró que las ganancias de una madre aumentaron un 7 % por cada mes de baja del padre).
El porcentaje de divorcios comenzó a bajar en Suecia, en un momento en que estaba aumentando en otros países. Si tenemos en cuenta todos los gastos que ya supone la paternidad (en España una media de 6.000 euros en el 1º año de vida del bebé según la Unión de Consumidores de España (UCE)), evitar desagradables desenlaces supone un menor gasto, pudiendo destinar lo ahorrado a cosas realmente importantes.
Aquí en nuestro país tenemos un largo camino por recorrer para acabar con la desigualdad que aún existe entre hombres y mujeres, tanto a la hora de tomarse una baja adicional para ocuparse de los hijos, como en lo que a condiciones laborales se refiere.
En España la tasa de ocupación femenina disminuye a medida que aumenta el número de hijos, pasando del 77% sin hijos, al 52% cuando se tienen 3 o más hijos. En cambio, la tasa de ocupación masculina no se ve alterada por la paternidad. Al contrario: los varones con 3 o más hijos tienen una ocupación más alta que los que no tienen ninguno.
La mujer, además, gana un 17% menos que el hombre según los datos de la Comisión Europea referidos a 2010. Esta diferencia salarial se eleva al 22% si se tiene en cuenta la remuneración anual, según la Encuesta de Estructura Salarial del Instituto Nacional de Estadística.
A diferencia de Suecia, en España desde marzo del año 2007, al permiso de paternidad le corresponden 13 días que se tienen que disfrutar después de los días que le correspondan al padre por convenio por nacimiento de hijo (lo normal son 3 días). Los tiene que coger ininterrumpidamente y pueden ser en cualquier momento hasta la finalización del permiso de maternidad.
En el caso del permiso de maternidad, a la madre le corresponden 16 semanas, de las cuales las 6 semanas tienen que ser inmediatamente posteriores al parto y son para la madre, las otras 10 semanas se las puede ceder al otro progenitor o disfrutarlas ella misma.
También está el permiso de lactancia, que puede variar según el convenio, que se puede disfrutar de 3 formas:
1.Una hora de ausencia del trabajo hasta que tu hijo tenga 9 meses.
2.Media hora de reducción de jornada hasta que tu hijo tenga 9 meses.
3.Alargar la baja maternal en 15 días, el doble si tienes gemelos.
En ambos casos, la retribución económica en España es del 100% de la base de cotización del mes anterior al parto.(....)
En cuanto a incentivos, la Agencia Tributaria ofrece una deducción a las madres trabajadoras: “La ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) regula la deducción por maternidad por hijos menores de 3 años de hasta 1.200 € anuales por cada hijo nacido o adoptado en territorio español. Los contribuyentes del IRPF con derecho a esta deducción pueden solicitar el abono anticipado de la misma”.
Aunque cada vez hay más conciencia, son pocos los padres que se cogen una baja paternal más allá de los 15 días después del nacimiento (muchos ni llegan). Los índices de disfrute de permisos siguen siendo mucho más altos en los países nórdicos donde existen esquemas más flexibles y reforzados con elevados salarios.
Una de las cuestiones que se plantea para facilitar la conciliación familiar es la de crear permisos de paternidad obligatorios, o un sistema similar al implantado por el Gobierno sueco. Ese pequeño cambio, el de la entrega de incentivos a los padres, tuvo un profundo efecto en los empleados y empresarios, mujeres y hombres y en sus respectivas familias, que beneficiaron notablemente al país.
En 2007, Alemania (con una población de 82 millones) decidió probar con una iniciática similar. En sólo 2 años, el nº de padres que se acogían a su derecho de baja paternal pasó del 3% a ser de más del 20 %.
La “revolución” sueca demuestra que el cambio es posible, y las soluciones a estos problemas aparentemente sin solución pueden no ser tan complicadas.......
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