¿A un paso de la custodia compartida?: Crece el nº de sentencias que reconoce este recurso en la provincia......8,6 %
La sentencia de divorcio cuando hay hijos de por medio se
redacta casi de carril: acuerdo de pensión alimenticia y compensatoria
para el padre y los hijos y la casa para la madre. No hay inventos ni
evolución en lo que concierne a las separaciones legales, las cosas se
siguen haciendo casi de la misma forma que cuando aquella primera pareja
decidió poner fin a la relación y la convivencia estrenando la entonces
modernísima ley del divorcio de junio de 1981.
Luego vino la
incorporación progresiva de la mujer al mundo laboral, las normas
básicas de igualdad, incluso los anuncios publicitarios que mostraban a
los hombres cumpliendo, sin malas caras, con las tareas del hogar.
Pero a
la hora de tramitar con quién se quedan los hijos, la solución es la
misma.
En toda la provincia de Cádiz apenas se conceden en un año
poco más de 150 custodias compartidas y todas ellas previo acuerdo de
los cónyuges. Esas fueron las que se notificaron en 2011, el último año
que publica el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y apenas
representan el 8,6% del total.
La inmensa mayoría de las sentencias que
determinaba la custodia de los menores –1.567 tanto de divorcios como de
separaciones legales– fallaron a favor de la madre. Y a pesar de este
mínimo volumen, la cifra hay que considerarla como un éxito, puesto que
supone un incremento con respecto a años anteriores.
Desde 2007 se ha
logrado ampliar esa cifra un 1,4% y superar así la media andaluza.
Pero la estadística podría dar la vuelta en breve si se
consuma la reforma del Código Civil que plantea el Ministerio de
Justicia y que propone como opción preferente la custodia compartida.
El problema de la vivienda
El abogado matrimonialista Esteban Gómez Paullada, del
despacho EGP situado en El Puerto, admite que hace años que lleva
esperando un cambio de este tipo. Sin pistas aún sobre lo que
incorporará esta modificación, destaca que uno de los asuntos más
complejos que debería regular es la cuestión de la vivienda.
El letrado
reconoce que es el tema más espinoso porque, por lo general, las parejas
sólo disponen de un domicilio y tras la ruptura, son necesarias 2
residencias para los padres.
«La mejor opción en estos casos –señala– es que la propia
sentencia, o en su defecto el convenio que se redacte, determine cómo se
hace uso de ella, bien por turnos decretando la venta cuando ambos
ejercen la custodia». En cualquier caso señala que «sí se empieza a
apreciar un mayor número de parejas que deciden separarse de mutuo
acuerdo y establecen regímenes de visita más flexibles». Pero reconoce
que «sin diálogo o negociación entre ambos, los jueces siguen fallando a
favor de la madre en la inmensa mayoría de los casos».
Tras 4 años de lucha y liderar varias organizadores de
padres por la custodia compartida, José Antonio Caparrós no las tiene
todas consigo con la nueva reforma que prepara Justicia. Asegura que
este régimen equitativo entre los padres se plantea como una opción más,
no como la preferente y «es un paso muy pequeño». Este gaditano es el
presidente del colectivo provincial y regional –Federación Andaluza por
la Defensa de la Igualdad Efectiva, Fadie– y el año pasado llevó a cabo
una huelga de hambre ante la Audiencia Provincial de Cádiz para reclamar
igualdad entre géneros a la hora de conceder la custodia.
No hay forma de rebatirle su argumento: «Cuando una pareja
tiene una convivencia normal, la custodia la ejercen ambos padres y es
un derecho de los hijos. Al separarse no tienen por qué perderlo».
Caparrós recalca que en la provincia ha existido poca sensibilidad
respecto a eso, critica que la Fiscalía de Cádiz «no haya querido
atender» sus demandas. Sin embargo, avanza: «Sí hemos tenido más
atención en el ámbito nacional con el apoyo de algunos partidos y la
presentación de una proposición no de ley para la que estamos reuniendo
firmas».
Niños como arma arrojadiza
El portavoz del colectivo de padres que exigen la custodia
compartida asegura que «en muchas ocasiones se usan a los menores como
arma arrojadiza, casi como un premio para evitar pagar la pensión
alimenticia o quedarse con la vivienda». También insistió en que la
cuestión de la pensión no debe ser un requisito a eliminar, sino que
debe adaptarse a la capacidad económica de cada progenitor en el caso de
una custodia ejercida a medias.
Al margen de que la reforma planteada salga o no adelante,
lo importante es «aplicar el sentido común en los procesos de
separación».
Ana Campo Moreno, mediadora familiar y profesora del Máster
de Mediación de la UCA, insiste una y otra vez en eso mismo. Asegura
que «cuando una relación termina siempre hay muchas emociones en juego y
no se toma la decisión adecuada». Es necesario que el foco esté en todo
momento sobre los hijos y si ambos han asumido por igual el cuidado y
la atención no hay que prescindir de la convivencia.
Sin embargo, reconoce que no siempre puede darse una
custodia compartida por cuestiones laborales de alguno de los
progenitores «y no pasa nada, lo importante es mantener el diálogo y la
buena comunicación entre ambos».
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