Con la resaca de la victoria de Donald Trump todavía en la cabeza, comienzan las elucubraciones sobre sus siguientes pasos. Su agenda política no tiene aún demasiada forma, lo que mantiene al mundo entero en un estado de nerviosismo extremo. Sin embargo, si ha hablado ya de algunas medidas que le gustaría implantar a su entrada a la Casa Blanca, y muchas de ellas afectan a los derechos y libertades de las mujeres en Estados Unidos.
1. Adiós a Planned Parenthood Planned Parenthood es el responsable de garantizar una sanidad asequible y de calidad en Estados Unidos, incluyendo la educación sexual, planificación familiar y el acceso a tratamientos abortivos seguros. Es una institución que lleva décadas trabajando por los derechos de las mujeres a escoger y a controlar su propio cuerpo, pero Donald Trump lo considera "una fábrica de abortos" y quiere quitarles toda la financiación.
Para ello se ha reunido con líderes evangelistas y asociado con el movimiento pro-vida, prometiendo reformar la justicia abortiva en los tribunales nominando a jueces que se opongan al derecho de las mujeres a elegir. Con ello pretende ilegalizar el aborto en todo Estados Unidos, con excepciones en caso de violación, incesto o que la vida de la madre corra peligro.
Mike Pence, el que es hoy el vicepresidente de Donald Trump, también se ha sumado a la ilegalización del aborto, con ideas todavía más conservadoras que las de su líder. De hecho, firmó una ley para impedir la interrupción del embarazo en caso de malformación del futuro bebé y para obligar a las mujeres que abortaban a enterrar a su propio feto. Unas reformas que fueron bloqueadas por el Tribunal Supremo al violar los derechos constitucionales de las mujeres.
Dentro de su cruzada contra el aborto, Donald Trump también pretende clausurar la Enmienda Hyde, responsable de que parte de los fondos federales financien abortos en casos de violación o incesto. En caso de que no consiguiera todo lo que se propone, aún tiene un as en la manga: cambiar la ley que permite los abortos tardíos de hasta 20 semanas de gestación.
Estas políticas sobre la planificación familiar supondrán un retroceso de los derechos por los que tanto ha luchado el Feminismo en América, obligando a las mujeres que quieran abortar a abandonar el país o realizarlo en territorio estadounidense de forma ilegal, con sus consecuentes problemas psicológicos, legales y para la salud.
2. Reforma del Obamacare
El Obamacare o Affordable Care Act fue un gran avance que realizó el presidente Obama en 2009 y que garantiza el acceso a una sanidad digna a millones de personas, incluyendo cobertura de cuidados prenatales y planificación familiar.
Donald Trump quiere reformarla por completo, eliminando las ventajas del plan sanitario más accesible que ha tenido Estados Unidos y devolviendo el poder a las aseguradoras. Esto se traducirá en un incremento de embarazos incontrolados entre las clases bajas, que no podrán permitirse médicos durante la gestación ni el acceso a la píldora, el DIU y otras formas de control.
3. Reducción de los derechos LGTB
El 25 de junio de 2015 fue uno de los mejores días para el colectivo LGBT, cuando se aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el territorio nacional.
Un avance histórico en la igualdad de derechos que Donald Trump no tiene pensado mantener, de la misma forma que los derechos de los transexuales. Según el nuevo presidente electo, cada estado debería escoger sus propias leyes sobre las instalaciones y derecho de admisión de los transexuales, sin que esté sujeto a ninguna normativa nacional. Según se prevee, esto hará que algunos territorios como Carolina del Norte o Alabama simplemente veten al colectivo trans de cualquier sitio físico, como bares, restaurantes o comercios.
4. Abusos en el ejército
La integración de hombres y mujeres en los mismos destacamientos y en igualdad de trato es algo por lo que el Feminismo y los progresistas pelearon mucho por conseguir en Estados Unidos, y consiguieron hace menos de 1 año. Sin embargo, en la actualidad el ejército americano es uno de los que más casos de violación y acoso sexual reporta.
Este es un problema que Obama puso de manifiesto y contra el que emprendió medidas de castigo. Sin embargo, Donald Trump considera que el foco de la situación está en la mezcla de géneros y en las unidades unisex, algo que ya se había hecho en países más avanzados en materia de igualdad. ¿La solución que él propone? Separar de nuevo a los profesionales de ambos géneros durante su servicio militar.
5. Bajas de maternidad, con condiciones El embarazo de su hija Ivanka suavizó la visión que Donald Trump tenía de las bajas maternales, lo que le ha llevado a garantizar tiempos de 6 semanas a todas las mujeres que den a luz, algo inaudito en EE.UU.. Sin embargo, este nuevo derecho de las mujeres viene con algunas condiciones que es importante tener en cuenta.
Se tendrá baja maternal, sí, siempre y cuando se haya dado a luz. Este beneficio no contempla la adopción, la surrogación o la baja de paternidad. Tampoco se aplica a las madres solteras, si no que exige estar casada con "un matrimonio reconocido por la ley estatal".
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