Intrusos encontró a Andrés Calamaro y Micaela Breque juntos, almorzando en Palermo. Si bien el cronista se apuró a definir la situación como una “reconciliación”, la modelo dijo que prefería “no hablar” del tema, pero que estaba “muy contenta”.
Calamaro fue un poco más verborrágico, y además de reconocer que está “muy contento”, ironizó sobre un regalo que le habría hecho a Breque: “Louis Vuitton habla por mí”.
Micaela, enseguida, respondió entre risas que no recibió regalos de esa marca.
Enseguida, el movilero de Intrusos elogió el estado físico del Salmón, quien dijo que hace “mucho entrenamiento”, y se metió en un tema escabroso: las visitas a su hija, Charo.
Al referirse a su divorcio de Julieta Cardinali, el músico reflexionó: “Eso es complicado. Un divorcio es como un infarto, no hay buenos. Con Charo hago lo que puedo. La veo, sí. Mi hija conoce a su padre“.
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