NÚRIA JORBA, 02/10/2019
"Hemos vuelto de vacaciones con mi marido y la verdad que está siendo una tortura. Ya antes de vacaciones la relación estaba muy desgastada, ambos estábamos cansados del otro y con poco tiempo para afrontar nuestros problemas. Pero esperábamos que durante el verano todo cambiara, que al estar sin estrés la relación mejorara y tuviéramos esos momentos que los 2 deseamos. No ha sido así, hemos estado con mi familia, luego el viaje esperado de los 2 no funcionó y todo se ha ido torciendo. No sabemos qué hacer ni cómo salir de este malestar. ¿Podríamos decir que estamos en crisis? ¿Qué podemos hacer? Muchas gracias por avanzado. Saludos
Septiembre y enero son los meses 'horribilis' para las relaciones de pareja.
Según las estadísticas, la vuelta de vacaciones es el peor momento para las parejas: septiembre y enero son los meses en los que se inician más separaciones y divorcios. Según mi experiencia profesional, durante el periodo post-vacacional algunas parejas que ya no estaban bien toman conciencia de su malestar. Es por eso que después del verano empiezan muchas crisis que pueden acabar con una separación... ¡o con una relación reforzada y reconstruida!
La hora de la verdad: Verano, un punto y a parte... o un punto y final.
Verano es una época del año en la que ponemos muchas expectativas. Esperamos que, al pasar más tiempo en pareja, sin obligaciones, sin presiones y de forma relajada, la relación mejore en su conjunto, o al menos las cosas que no acaban de funcionar, como la sexualidad o el control de las emociones. Pero, cuando eso no ocurre y el calor desaparece, empezamos a darnos cuenta que tal vez la situación es más grave de lo que imaginábamos.
Los viajes de verano cambian nuestra rutina de convivencia, y eso puede ser muy bueno...o todo lo contrario.
Otro factor desencadenante de la crisis de pareja puede ser lo contrario: el exceso de tiempo con el cónyuge. Hay parejas que funcionan muy bien en el día a día, cuando la organización y la rutina marcan el ‘tempo’ de la relación. Pero cuando hay más tiempo de calidad se dan cuenta que no tienen de qué hablar, qué compartir o se agotan de estar tanto tiempo con esa persona.
Lo más importante es saber que la relación no está bien, hablarlo y querer solucionarlo conjuntamente. Si eso sucede es el momento de ponerse manos a la obra. Y para ello os comparto unas recomendaciones generales que podéis ponerse en práctica para intentar salvar una relación que está en crisis.
1.- Aceptar a la pareja como es
Intentar cambiar el carácter de nuestra pareja no es la manera de solucionar problemas en la relación.
Uno de los 1º errores que cometemos es intentar cambiar al otro, esperar que sea como deseamos. Eso no va a ocurrir. Por ello os animo a pensar si lo que queremos cambiar son dinámicas de pareja o características de personalidad. Para averiguarlo podemos ir haciendo una lista de lo que no nos gusta y ver si es posible trabajar en ello o aceptarlo viendo si podemos o no seguir con la relación.
2.- Mantener tu espacio personal
Compartir tiempo con los amigos puede mejorar las relaciones de pareja.
Es básico tener un espacio para uno mismo. 1º debemos estar bien con nosotros mismos para poderlo estar en pareja. Es muy sano echar de menos al otro, buscar las actitudes positivas que nos gusta compartir con la pareja y llegar a casa de buen humor y con ganas de disfrutar del otro.
3.- No olvidar los pequeños detalles
No hay que olvidarse de tener detalles con nuestra pareja......antes que sea demasiado tarde.
Preocuparse por los detalles parece un consejo básico, pero es algo que la pareja tiende a dejar de hacer al llevar un tiempo de relación. Debemos seguir cuidando al otro y demostrando que nos importa y que pensamos en él o ella. Por supuesto los detalles deben ser cosas que gusten a la pareja y se debería hacer de forma regular, aunque a veces no nos salga de dentro...
4.- Comunicación emocional y de proyectos
En ocasiones hablamos de nuestras cosas con todo el mundo excepto con nuestra pareja,
Muchas veces la comunicación se acaba reduciendo al día a día: las obligaciones, las cosas pendientes, etcétera. Nos olvidamos de hablar de nosotros, de nuestro proyecto común, de cosas positivas que hacer con el otro. O simplemente de los temas de actualidad que sí hablamos con los amigos y los compañeros de trabajo.Por tanto, os animo a coger una caja, poner papeles con temas interesantes de conversación y buscar cada semana un hueco para sacar un papel y hablar relajada-mente del tema que salga.
5.- Eliminar el exceso de tecnología.
La tecnología es uno de los mayores invasores de la intimidad de la pareja.
Por supuesto la tecnología nos hace la vida muy fácil, pero a nivel de pareja la complica. El móvil siempre bloquea la comunicación y a menudo obstaculiza los espacios íntimos. Por tanto, os animo a dejar el móvil al llegar a casa y también a evitar que sea lo 1º y lo último que vemos en nuestro día a día.
Y, si os animáis, también podéis añadir a este reto las series de televisión, que están generando que las parejas lo único que compartan en su día a día es el momento de ver serie, mirando a la pantalla y yendo a dormir después. Un día o 2dos a la semana está bien, pero se debería evitar que fuera una rutina diaria.
6.- Refuerzos positivos.
Compartir actividades fuera de la vida cotidiana contribuye a reforzar los lazos en el seno de la pareja.
Es bueno decir lo que nos gusta de la pareja, aquellas cosas que admiramos, si se pone algo que nos gusta, si tiene alguna conducta o actitud que nos enorgullece. Tendemos a acabar diciendo únicamente aquello que no nos gusta o creemos que se debe mejorar o corregir, y olvidamos que el refuerzo positivo es el mejor camino para tener un buen vínculo.
¿Cuándo fue la última vez que dijisteis algo positivo a vuestra pareja?
7.- Más sexualidad
Compartir experiencias relajantes en pareja puede servir para recuperar la conexión.
Con ello –más sexualidad– no estoy diciendo más relaciones sexuales que, si surgen, bienvenidas sean. Pero lo que sin duda se debe fomentar son los momentos íntimos, eróticos, de conexión para que la pareja se reencuentre y aparezca el deseo. Si os habéis fijado, he dejado la sexualidad como último punto, no porque no sea importante, sino porque 1º hace falta mejorar el vínculo y luego la conexión íntima.
Intentad encontrar espacios para poder recuperar esas caricias, miradas, masajes, besos que os unan de nuevo.
7.- Más sexualidad
Compartir experiencias relajantes en pareja puede servir para recuperar la conexión.
Con ello –más sexualidad– no estoy diciendo más relaciones sexuales que, si surgen, bienvenidas sean. Pero lo que sin duda se debe fomentar son los momentos íntimos, eróticos, de conexión para que la pareja se reencuentre y aparezca el deseo. Si os habéis fijado, he dejado la sexualidad como último punto, no porque no sea importante, sino porque 1º hace falta mejorar el vínculo y luego la conexión íntima.
Intentad encontrar espacios para poder recuperar esas caricias, miradas, masajes, besos que os unan de nuevo.
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