REDACCIÓN, Dublín, (EFE) 09/05/2019
6 ONG irlandesas lanzaron hoy su campaña a favor de suavizar la ley del divorcio, un asunto que se decidirá en un referéndum el próximo 24 de mayo. El Gobierno de Dublín, dirigido por el partido democristiano Fine Gael, ha convocado esta consulta para abordar una reforma de la actual legislación, en vigor desde hace 24 años, que dispone que la terminación oficial de un matrimonio solo se concede cuando los cónyuges han vivido por separado durante 4 de los 5 años previos.
"Por el apoyo que prestamos a miles de parejas y de familias que se separan, sabemos que necesitamos un sistema más humano y compasivo en Irlanda y este referéndum es un paso adelante para lograrlo", declaró este jueves Karen Kiernan, directora ejecutiva de la organización One Family, en un acto celebrado en Dublín.
Las restricciones que impone la legislación vigente están amparadas por la Constitución irlandesa desde 1995, cuando la mayoría del electorado de este país rechazó en otro plebiscito la normativa anterior, que lo prohibía en todas las circunstancias.
Con esta nueva propuesta, el Ejecutivo irlandés quiere reducir el alto coste económico y emocional que conlleva este proceso con las normas actuales, según han explicado sus defensores.
De momento, aquellos que quieren divorciarse deben solicitar 1º un permiso legal y, después, regresar a un juzgado para demostrar que han vivido separados por el periodo de tiempo establecido.
Entre las opciones que baraja el Gobierno figura una reducción a 2 años de esa fase de espera.
"Los 4 años de periodo de espera es una barrera extra innecesaria para que estas familias tengan acceso a un remedio legal. Este referéndum es una oportunidad para mejorar el proceso para aquellos que ya están en una situación difícil", expuso en el mismo acto Eilis Barry, director ejecutivo de la red de Centros de Asesoramiento Legal Gratuito (FLAC).
También colabora en esta campaña por el "sí" la Alianza por los Derechos del Menor (CRA), cuya responsable, Tanya Ward, recordó hoy que "los hijos sufren" en este país las consecuencias de una ley del divorcio demasiado dura.
"Los conflictos son muy dañinos para los niños y el sistema de Irlanda les expone a una hostilidad innecesaria. Cuando los padres están en guerra, los niños están en el medio", lamentó la activista.
Entre los defensores del "no" figura el influyente Instituto Iona, un centro de pensamiento ligado a la iglesia católica irlandesa, que quiere que la Constitución siga amparando las restricciones impuestas al divorcio.
En caso de victoria del "sí", desaparecería de la Carta Magna irlandesa toda referencia a este asunto, lo que daría a los políticos vía libre para modificar en el futuro la legislación sin necesidad de convocar un referéndum.
"Por el apoyo que prestamos a miles de parejas y de familias que se separan, sabemos que necesitamos un sistema más humano y compasivo en Irlanda y este referéndum es un paso adelante para lograrlo", declaró este jueves Karen Kiernan, directora ejecutiva de la organización One Family, en un acto celebrado en Dublín.
Las restricciones que impone la legislación vigente están amparadas por la Constitución irlandesa desde 1995, cuando la mayoría del electorado de este país rechazó en otro plebiscito la normativa anterior, que lo prohibía en todas las circunstancias.
Con esta nueva propuesta, el Ejecutivo irlandés quiere reducir el alto coste económico y emocional que conlleva este proceso con las normas actuales, según han explicado sus defensores.
De momento, aquellos que quieren divorciarse deben solicitar 1º un permiso legal y, después, regresar a un juzgado para demostrar que han vivido separados por el periodo de tiempo establecido.
Entre las opciones que baraja el Gobierno figura una reducción a 2 años de esa fase de espera.
"Los 4 años de periodo de espera es una barrera extra innecesaria para que estas familias tengan acceso a un remedio legal. Este referéndum es una oportunidad para mejorar el proceso para aquellos que ya están en una situación difícil", expuso en el mismo acto Eilis Barry, director ejecutivo de la red de Centros de Asesoramiento Legal Gratuito (FLAC).
También colabora en esta campaña por el "sí" la Alianza por los Derechos del Menor (CRA), cuya responsable, Tanya Ward, recordó hoy que "los hijos sufren" en este país las consecuencias de una ley del divorcio demasiado dura.
"Los conflictos son muy dañinos para los niños y el sistema de Irlanda les expone a una hostilidad innecesaria. Cuando los padres están en guerra, los niños están en el medio", lamentó la activista.
Entre los defensores del "no" figura el influyente Instituto Iona, un centro de pensamiento ligado a la iglesia católica irlandesa, que quiere que la Constitución siga amparando las restricciones impuestas al divorcio.
En caso de victoria del "sí", desaparecería de la Carta Magna irlandesa toda referencia a este asunto, lo que daría a los políticos vía libre para modificar en el futuro la legislación sin necesidad de convocar un referéndum.
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