El fallo considera que sus competencias maternales están "invalidadas" y le obliga a seguir una terapia semanal.
Julia Camacho/Agencias,Sevilla, 20/03/2019 |
Nuevo varapalo para Juana Rivas. Apenas una semana después de confirmarse su condena a 5 años de cárcel por fugarse con sus hijos y no entregárselos a su padre, Francesco Arcuri, la justicia italiana ha decidido conceder la custodia en exclusiva de los niños a su progenitor. Rivas mantiene la patria potestad y podría ver a los menores 1 fin de semana de cada 2 si vive en Italia, o 1 de cada 5 si vive en España, aunque con condiciones muy restrictivas. Además, el fallo impone a la madre la obligación de asistir a terapia familiar para mejorar su relación con los menores, dado que “tiene puesto el foco más en la violencia de género que en ellos”.
La defensa de Rivas en Italia confirmó que apelará el fallo, y detalló que aunque el padre sea quien tenga la obligación de cuidar y cobijar a los niños, estará muy controlado por los servicios sociales, según declaraciones recogidas por la agencia Efe. No obstante, el abogado de Arcuri explicó a este diario que los permisos de la madre para traer a los niños a España son “muy restrictivos, debe cumplir muchos requisitos con lo que lo hace prácticamente inviable”. Así, los viajes estarán tutelados por las autoridades y los documentos de identidad de los menores quedarán consignados en manos de funcionarios del Ministerio de Justicia durante la estancia de los niños en España, a fin de evitar que vuelva a sustraer a los menores.
El fallo, notificado este miércoles, se sostiene entre otros elementos en un informe psicosocial elaborado por una perito independiente que ya advertía de que la “manipulación de la realidad” de la madre era “perjudicial” para los menores. El documento, que el juez italiano da por válido al mencionar el “daño incompensable que ha causado a sus hijos al tenerlos 1 año separados de su padre”, atribuía a la española “un funcionamiento mental patológico, asociado con una desorganización del pensamiento”. La perito llegó a cuestionar sus habilidades maternales dada la “capacidad de manipulación contra los niños”.
Por este motivo, y al entender que sus “competencias maternales están invalidadas”, el juez establece ahora que Rivas siga una suerte de terapia “de apoyo a la maternidad” de la que deberá informar cada 3 meses a los servicios sociales de Italia.
El informe psicosocial, que recoge testimonios de los menores, ambos padres e incluso de los profesores y los pediatras de los niños tanto en Italia como en España, ponía el acento además en la "instrumentalización" que supuestamente Rivas ha realizado de sus hijos para predisponerlos en contra del otro progenitor, especialmente en caso del mayor, de quien llegaba a decir que se alió con su madre al considerarla más frágil. Avalaba así la existencia del polémico síndrome de alienación parental, la denominación que se da a una serie de comportamientos con los que supuestamente se demuestra la manipulación ejercida por alguno de los progenitores en contra del otro en los procesos de custodia y que está envuelta en polémica dado que es cuestionada por numerosos especialistas. De hecho, en España, la guía contra la violencia de género elaborada por el Consejo General del Poder Judicial en 2016 rechaza su empleo al no haber sido reconocido por ninguna asociación profesional o científica, y subrayando que aceptarlo en un procedimiento de guardia y custodia “supone someter a los menores a una terapia coactiva y una vulneración de sus derechos por parte de las instituciones que precisamente tienen como función protegerles”.
El informe psicosocial, que recoge testimonios de los menores, ambos padres e incluso de los profesores y los pediatras de los niños tanto en Italia como en España, ponía el acento además en la "instrumentalización" que supuestamente Rivas ha realizado de sus hijos para predisponerlos en contra del otro progenitor, especialmente en caso del mayor, de quien llegaba a decir que se alió con su madre al considerarla más frágil. Avalaba así la existencia del polémico síndrome de alienación parental, la denominación que se da a una serie de comportamientos con los que supuestamente se demuestra la manipulación ejercida por alguno de los progenitores en contra del otro en los procesos de custodia y que está envuelta en polémica dado que es cuestionada por numerosos especialistas. De hecho, en España, la guía contra la violencia de género elaborada por el Consejo General del Poder Judicial en 2016 rechaza su empleo al no haber sido reconocido por ninguna asociación profesional o científica, y subrayando que aceptarlo en un procedimiento de guardia y custodia “supone someter a los menores a una terapia coactiva y una vulneración de sus derechos por parte de las instituciones que precisamente tienen como función protegerles”.
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