ABC, JAVIER LÓPEZ, Granada, 26/08/2017
«Por encima de todo, Paqui Granados odia a los hombres». «Paqui Granados es una excelente profesional». María, nombre ficticio de una vecina de Maracena, y Francisca Fullerat, miembro de la plataforma feminista 25 de noviembre, no tienen la misma opinión de la asesora jurídica de Juana Rivas.
La desobediencia de Rivas, que le acarreará previsiblemente consecuencias penales, parte, a decir de muchos, de una estrategia diseñada por la coordinadora de Igualdad del Consistorio y trabajadora del centro municipal de información a la mujer. A María no le cabe duda porque la considera una manipuladora de libro. «La ha utilizado para la causa del feminismo. Ella es así». Fullerat discrepa: «Ha hecho mucho bien por las mujeres del pueblo».
¿Y qué ha hecho por los varones? «Destrozarlos. Y no sólo a ellos», asegura la vecina, que cita el caso de una abuela paterna que no ha podido ver a su nieto durante 1 año porque su nuera, asesorada por el centro, lo ha impedido. «Cuando esta mujer les pidió ayuda se rieron de ella», apostilla, al tiempo que cuestiona la formación de Paqui Granados para asesorar jurídicamente a nadie, dado que el consejo de la abogacía ha negado que esté colegiada.
«No sé si esta colegiada o no, pero estudió la carrera de Derecho», afirma Ana María Quílez, ex coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer en Jaén, que la recuerda de la facultad. «Ya entonces luchaba en defensa de los derechos de la
mujer». «Luego he tenido menos relación con ella, pero sí, se sacó la carrera». «No es abogada», rebate el colectivo Padres por la custodia compartida de Granada. «Sí lo es. Es licenciada en Derecho. Y además ha sido profesora asociada en la Universidad de Granada», aclaran desde la plataforma 25 de noviembre.
La simbiosis entre la plataforma y Granados, que nació en el municipio granadino de Benalúa de las Villas en los sesenta, es total. La «asesora» está dedicada por completo a la causa del feminismo. Especialmente en su radio de acción, Maracena, donde, no obstante, ni todos están en ella ni todos respaldan a su asesorada. «Este es un pueblo muy cerrado y Juana no es de aquí. La imagen de unidad en torno a su caso es falsa», dice una vecina, que prefiere omitir su nombre por miedo a represalias políticas. «Aquí manda el PSOE y Paqui es del PSOE», aclara. De ahí que considere que los carteles solidarios con el lema «Juana está en mi casa»distribuidos por el pueblo no son fruto de una reacción social, sino de una estrategia política en la que ha tenido mucho que ver la «asesora» a la que ayer citó el juzgado como investigada.
¿Y qué ha hecho por los varones? «Destrozarlos. Y no sólo a ellos», asegura la vecina, que cita el caso de una abuela paterna que no ha podido ver a su nieto durante 1 año porque su nuera, asesorada por el centro, lo ha impedido. «Cuando esta mujer les pidió ayuda se rieron de ella», apostilla, al tiempo que cuestiona la formación de Paqui Granados para asesorar jurídicamente a nadie, dado que el consejo de la abogacía ha negado que esté colegiada.
«No sé si esta colegiada o no, pero estudió la carrera de Derecho», afirma Ana María Quílez, ex coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer en Jaén, que la recuerda de la facultad. «Ya entonces luchaba en defensa de los derechos de la
mujer». «Luego he tenido menos relación con ella, pero sí, se sacó la carrera». «No es abogada», rebate el colectivo Padres por la custodia compartida de Granada. «Sí lo es. Es licenciada en Derecho. Y además ha sido profesora asociada en la Universidad de Granada», aclaran desde la plataforma 25 de noviembre.
La simbiosis entre la plataforma y Granados, que nació en el municipio granadino de Benalúa de las Villas en los sesenta, es total. La «asesora» está dedicada por completo a la causa del feminismo. Especialmente en su radio de acción, Maracena, donde, no obstante, ni todos están en ella ni todos respaldan a su asesorada. «Este es un pueblo muy cerrado y Juana no es de aquí. La imagen de unidad en torno a su caso es falsa», dice una vecina, que prefiere omitir su nombre por miedo a represalias políticas. «Aquí manda el PSOE y Paqui es del PSOE», aclara. De ahí que considere que los carteles solidarios con el lema «Juana está en mi casa»distribuidos por el pueblo no son fruto de una reacción social, sino de una estrategia política en la que ha tenido mucho que ver la «asesora» a la que ayer citó el juzgado como investigada.
Nota: Han tardado más de 365 dias en darse cuenta de la maniobra política, y es que a los medios les gusta el morbo u ....olvidaron las clases de 1º de la Facultad de periodismo.....
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