lunes, 7 de agosto de 2017

El caso de Juana Rivas: verdades y mentiras de una dolorosa historia

BERTA CONZÁLEZ DE VEGA, 6 AGO. 2017
En enero, Juana Rivas (dcha.) fue el rostro de una amplia recogida de firmas para impedir que los niños estén con "padres maltratadores". 
Poco después se supo que las denuncias de Vanessa (izqda.) contra su marido no eran verdad.
Verdades y mentiras de una dolorosa historia que ha llevado a la granadina a esconderse de la Justicia.
Todo para no permitir que sus hijos pasen las vacaciones con su padre, al que ella ha llegado a llamar "terrorista".
Tras oír la versión del marido italiano, algunos preguntan: ¿se está politizando el caso con la 'ideología de género'?
La 1ª vez que Juana Rivas apareció en los medios de comunicación nacionales fue en enero para entregar en el Ministerio de Justicia y en el Congreso 150.000 firmas de una petición en contra de que la Justicia permitiera que los padres maltratadores tuvieran contacto con sus hijos. Explicó que su ex pareja estaba condenado por agredirla. No entró en detalles: que aquello ocurrió en 2009, que a los 2 meses había quebrado la orden de alejamiento y que, 4 años más tarde, después de otra pareja, ella se fue a la isla de Carloforte, en Cerdeña, donde vivía él, y allí tuvieron a su 2ª hijo. Juana iba asesorada por Paqui Granados, del área de igualdad del Ayuntamiento de Maracena, que la aconsejó en la denuncia de violencia de género que interpuso contra su ex, Francesco Arcuri, el 12 de julio de 2016. Fue antes de comunicarle que se quedaba en España y él exigiera la devolución de los menores, amparado por el Convenio de La Haya, que establece como excepción el peligro para los niños que los juzgados españoles no ven. Ahora, Juana Rivas está desaparecida, con sus 2 hijos, desde que no se presentó el 26 de julio al punto de encuentro donde debía llevarlos. F. Arcuri espera en un hotel en Granada, la ciudad a la que llegó con Juana embarazada de su hijo mayor, en 2006, desde Londres, donde se conocieron.
Los detalles aparecen porque Francesco Arcuri se ha defendido, 1º en un artículo de Arcadi Espada. Pero, además, un magistrado de tendencia progresista como Miquel Pasquau, del Tribunal Superior de Justicia deAndalucía, se preguntaba en su blog si en el momento en que aparece la palabra maltratador ya hay que prescindir de los jueces. Surgieron entonces dudas sobre la versión de Juana Rivas y, el próximo martes, cuando el juzgado los ha citado, una plataforma de apoyo a Francesco Arcuri estará allí. Él no está al tanto: "Sólo me preocupan los niños".
En las críticas en Tripadvisor al hostal que llevaban en Carloforte los clientes hablan de la "cordialidad" de la pareja y de las mermeladas caseras de Juana. "Jamás me dijo que la estaba maltratando. Cuando venía aquí de vacaciones, sola, sin él, tampoco. A algunos conocidos los animaba a irse allí a vivir", dice una fuente cercana a ella, que se lamenta "de lo mal que está asesorada". "Me da pena. Lo estará pasando mal y no sabrá cómo parar esto. Ella es consciente de la manipulación", añade.
La misma sensación tiene su ex pareja: "Estoy seguro de que Juana está sufriendo. Por los niños. Puede ser una gran madre, por eso quiero que vuelva allí y tengamos la custodia compartida". Una oferta inasumible para ella. Él quiere que los niños sigan viviendo en su Italia, con una cala a los pies de su casa, en un pueblecito a 7 kilómetros, de 6.000 habitantes, donde tenían una asociación cultural con el nombre del pueblo de Juana Rivas: Benalúa. Hasta allí le llegó a Arcuri la noticia de la recogida de firmas y los calificativos dedicados por Juana, que le ha llamado "terrorista".
El padre niega de manera tajante el continuo maltrato al que se refiere su ex en la denuncia, sin tramitarse todavía en Italia, y dice tener muchos testimonios a su favor. En su fallo de abril, la sala de la Audiencia cree que, con la denuncia, Juana Rivas buscaba "el presumible propósito de eludir la aplicación de la norma". Era la vía para parar la devolución de unos hijos a la que era su casa. Luego vino la recogida de firmas y la resurrección de la sentencia de 2009.
Había peleas, como cuando le pidió a Juana que no saliera con el coche por la noche porque el pequeño tenía fiebre y él no se quería quedar aislado. "Juana puede perder los nervios. Una vez agarró a una conocida por el cuello. Le gusta mucho salir y entrar. Se ha podido cansar de vivir aislada y preferir Granada. Pero tuvo un hijo allí, con él, y nadie le obligó a volver", añade una persona que salió de su círculo al ver que "todo se politizaba con la ideología del género" y que la presentaban "como una causa, una heroína". También fue una causa la de Vanessa Skewes, la chilena con la que presentó las firmas y con la que aparece en las fotos ante el Congreso. También su ex pareja le había sometido, según decía, a unas agresiones que nunca pudo probar. Desde mayo, los hijos de Vanessa están con su padre y EL MUNDO desmontó gran parte de su historia.
En el proceso ha sido fundamental el informe de los equipos psicosociales de los juzgados de Familia, donde no se aprecia peligro para los niños. "Hemos pedido su nulidad. Lo tenía que haber hecho el equipo especializado en Violencia de Género", afirma María Pozo, la abogada de oficio a la que le llegó la denuncia, después de que Juana contara su caso en el área de igualdad de Maracena, "desprovista de medios porque su familia es de perfil medio/bajo y allí se le dotó de las prestaciones a las que tiene derecho". Arcuri justifica por qué no le ha pasado dinero: "Sería como reconocer que estoy de acuerdo con la situación". El italiano quiere a sus hijos con él: "Los he llevado al colegio, al pediatra. El verano pasado, para no volverme loco, les preparé una pista de fútbol y les hice una cama nueva". No ignora lo apegado que está el mayor a Juana. En el informe se dice que prefiere "el modelo educativo" de la madre. Tiene 11 años.
Equipos psicosociales
"El informe de los equipos psicosociales es perfectamente válido. No hay 2 psicologías distintas a aplicar", explica José Manuel Aguilar, psicólogo y perito judicial. Una apreciación que han compartido los 4 jueces de sala de la Audiencia de Granada que, a petición del Estado italiano, dijeron que los niños tenían que volver con el padre, como había hecho una juez antes. "Si no lo hacen, España puede tener problemas", dice otro perito que comparte grupos de Whatsapp con jueces, abogados y psicólogos.
El martes, habrá penúltimo capítulo de la huida de Juana. «No tengo ni idea de si le obligarán a decir dónde están los niños», dice resignado Arcuri, que no volverá a Italia sin verlos. «Yo de la señora Juana no sé nada desde el 25 de julio», asegura su abogada de oficio, que se niega a decir si aconsejó la huida o la entrega. En la sentencia de abril se decía que «quizás sea oportuno señalar» que «no cabe tomarse la Justicia por propia mano». También que, en caso de no entregar a los menores, se acordarían las «medidas coercitivas» necesarias, incluido «el auxilio de las Fuerzas y Seguridad del Estado». No ha ocurrido. Por ahora.
Nota: la desfachatez de las Feministas que mintiendo, reiteradamente, siguen adelante con el apoyo de los Medios de comunicación y las instituciones publicas, que las subvencionan.





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