Los actos notariales acumulan un descenso del 40% desde 2007. Aumentan los matrimonios que se regulan por separación de bienes. Los notarios podrán dar el ‘sí quiero’ o verificar testamentos
Raquel Díaz Guijarro| Madrid| 22-07-2015 .
El departamento que dirige Rafael Catalá dispone ahora de 3 meses
para actualizar los aranceles que deberán cobrar los notarios por éste y
otros actos vinculados a la nueva normativa. Con esta atribución
contarán todavía con más información sobre la realidad de la sociedad
española, ya que son la 2ª mayor base de datos del país, solo por detrás de la Agencia Tributaria.
Gracias a la información que manejan, sus estadísticas se convierten en indicador adelantado de la economía. De hecho, las notarías comenzaron a detectar probablemente antes que muchos otros agentes que el boom de la vivienda tenía los días contados. Ahora, sobre si los últimos resultados electorales y los que están por venir están paralizando inversiones se muestran cautos: “de momento, nada hace pensar eso, pero es pronto”.
Y es que las nuevas tecnologías han revolucionado la forma de trabajar y relacionarse de la sociedad. Sin embargo, en algunas de las instituciones que cuentan con más años de historia persisten todavía ciertos prejuicios y estereotipos propios de otra época que nada tienen que ver con su actividad actual. Es el caso de los notarios.
El presidente del Consejo General del Notariado, José Manuel García Collantes, aprovechó ayer la presentación del Observatorio de la realidad socioeconómica de los españoles 2007-2014
para admitir que después de más de 8 siglos de existencia, en
algunos ámbitos el notario sigue siendo un gran desconocido. No
obstante, las cifras de actividad registradas en las notarías durante
los últimos 8 años demuestran que los españoles cada vez acuden más
al notario para actos distintos a comprar una vivienda o realizar testamento.
Frente a la idea preconcebida de que el notario suele ser un señor de avanzada edad, serio y distante; García Collantes ofreció los datos. En España, existen casi 3.000 notarios, cuyo perfil es cada vez más joven, puesto que el 44% cuenta con menos de 50 años. El 71% son hombres y el 29% mujeres, pero esta diferencia se está estrechando rápidamente y ya en la última promoción de enero pasado el 51% fueron hombres y el 49% mujeres.
Los ciudadanos suelen equiparar a los notarios con otros profesionales liberales como los dentistas, que suelen decidir de manera individual cuándo jubilarse, entre otras cosas. “Los notarios somos funcionarios, accedemos a la profesión por oposición pública y es el Estado quien nos nombra, fija nuestros honorarios y nos asigna una plaza”, aclaró García Collantes. Después, eso sí, ellos son los encargados de costear los gastos de la notaría y contratar al personal que necesiten para su funcionamiento.
De esta manera, no es correcto decir que un notario es más barato que otro, la diferencia la suele marcar, la reputación, el grado de confianza o cercanía que ofrezca uno y otro. ¿Es caro el servicio que ofrecen? El Consejo General del Notariado defiende que no, sobre todo, teniendo en cuenta la seguridad jurídica que aporta la escritura pública, el documento que crean estos profesionales. Dicha escritura es considerada prueba evidente y fehaciente de que lo que en ella se recoge es cierto y legal y, además, está autorizada y validada por el Estado. Es, en definitiva, un documento que se convierte en prueba privilegiada ante los tribunales y las administraciones públicas (....).
¿Para qué acuden los ciudadanos a un notario? Tradicionalmente, los 2 supuestos más populares en los que se solía contratar los servicios de un fedatario público era para comprar o vender una casa y para realizar testamento.
Los empresarios, sin embargo, han estado siempre mucho más habituados a tratar con los notarios la creación y disolución de sociedades, ampliaciones de capital y otras operaciones. Sin embargo, esta realidad está cambiando, al mismo ritmo que lo hace la sociedad (...).
Los matrimonios se regulan cada vez más mediante separación de bienes.
Gracias a la información que manejan, sus estadísticas se convierten en indicador adelantado de la economía. De hecho, las notarías comenzaron a detectar probablemente antes que muchos otros agentes que el boom de la vivienda tenía los días contados. Ahora, sobre si los últimos resultados electorales y los que están por venir están paralizando inversiones se muestran cautos: “de momento, nada hace pensar eso, pero es pronto”.
Y es que las nuevas tecnologías han revolucionado la forma de trabajar y relacionarse de la sociedad. Sin embargo, en algunas de las instituciones que cuentan con más años de historia persisten todavía ciertos prejuicios y estereotipos propios de otra época que nada tienen que ver con su actividad actual. Es el caso de los notarios.
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Frente a la idea preconcebida de que el notario suele ser un señor de avanzada edad, serio y distante; García Collantes ofreció los datos. En España, existen casi 3.000 notarios, cuyo perfil es cada vez más joven, puesto que el 44% cuenta con menos de 50 años. El 71% son hombres y el 29% mujeres, pero esta diferencia se está estrechando rápidamente y ya en la última promoción de enero pasado el 51% fueron hombres y el 49% mujeres.
Los ciudadanos suelen equiparar a los notarios con otros profesionales liberales como los dentistas, que suelen decidir de manera individual cuándo jubilarse, entre otras cosas. “Los notarios somos funcionarios, accedemos a la profesión por oposición pública y es el Estado quien nos nombra, fija nuestros honorarios y nos asigna una plaza”, aclaró García Collantes. Después, eso sí, ellos son los encargados de costear los gastos de la notaría y contratar al personal que necesiten para su funcionamiento.
De esta manera, no es correcto decir que un notario es más barato que otro, la diferencia la suele marcar, la reputación, el grado de confianza o cercanía que ofrezca uno y otro. ¿Es caro el servicio que ofrecen? El Consejo General del Notariado defiende que no, sobre todo, teniendo en cuenta la seguridad jurídica que aporta la escritura pública, el documento que crean estos profesionales. Dicha escritura es considerada prueba evidente y fehaciente de que lo que en ella se recoge es cierto y legal y, además, está autorizada y validada por el Estado. Es, en definitiva, un documento que se convierte en prueba privilegiada ante los tribunales y las administraciones públicas (....).
¿Para qué acuden los ciudadanos a un notario? Tradicionalmente, los 2 supuestos más populares en los que se solía contratar los servicios de un fedatario público era para comprar o vender una casa y para realizar testamento.
Los empresarios, sin embargo, han estado siempre mucho más habituados a tratar con los notarios la creación y disolución de sociedades, ampliaciones de capital y otras operaciones. Sin embargo, esta realidad está cambiando, al mismo ritmo que lo hace la sociedad (...).
Los matrimonios se regulan cada vez más mediante separación de bienes.
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