España es el 4º país de la Unión Europea en nº de
divorcio y con las crisis las reglas del juego han cambiado y se ha
incrementado la cifra de peticiones de modificación del acuerdo.
TRIBUNA/ 20.01.2015
Las dificultades que atraviesan muchas parejas que se han separado o divorciado debido a la crisis económica han obligado a cambiar las reglas del juego
en cuanto a la pensión de los hijos se refiere y muchos padres se han
visto obligados a solicitar legalmente una bajada de la cuantía de la
pensión por alimentos pactada para los hijos en común.
Sólo en Cataluña, las demandas para modificar las sentencias de divorcio crecieron en torno al 17% durante 2013, según datos del sector.
Actualmente, la legislación permite modificar las medidas pactadas con anterioridad, pero siempre existen mínimos:
1. Reducción legal de la pensión alimenticia. Se puede llegar al mínimo legal hasta cubrir un mínimo vital fijado en 180 euros por hijo.
No obstante, nunca se puede pedir la extinción de esta pensión y en el caso de que no se pase la pensión asignada, la consecuencia inmediata sería el embargo de los bienes.
2. Reducción de la pensión de compensación. Las pensiones de compensación para uno de los cónyuges pretenden cubrir el desequilibrio económico que provoca la ruptura. Legalmente, se puede dejar de pagar al cónyuge si el que debe pagar pierde su trabajo y de manera que se ha extinguido el desequilibrio económico con la ex pareja. En este caso se puede solicitar al juez que revise la sentencia de divorcio e, incluso, pedir que se suprima.
LAS CONSECUENCIAS FISCALES DE LAS CONDICIONES PACTADAS
Desde el punto de vista fiscal, se puede conseguir una mejora en la tributación de divorcio. De hecho, la reforma fiscal del IRPF incluye importantes novedades como mejorar la fiscalidad de la compensación que un cónyuge paga a otro por las labores del hogar: un concepto que hasta ahora tributaba como rendimiento de trabajo en la declaración de la renta.
Una planificación de los casos de divorcio puede ahorrar costes en el pago de compensaciones como en la división de bienes en común. Hay que tener en cuenta que la factura fiscal consta de muchos componentes en materia de impuestos como el IRPF, el impuesto sobre transmisiones patrimoniales, el impuesto sobre actos jurídicos documentados, sobre donaciones o la plusvalía municipal.
España ha pasado de registrar 41.621 casos de divorcio en 2002 a los 104.262 en 2012,
lo que le ha convertido en el 4º país de la Unión Europea en nº
de divorcios por detrás de Alemania, Reino Unido y Francia. Sólo en el 3º trimestre de 2014, el nº de demandas creció el 12,5% según el
Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Asumir las consecuencias del divorcio es todavía más difícil en tiempos de crisis, aunque se hayan pactado con anterioridad. Sólo en Cataluña, las demandas para modificar las sentencias de divorcio crecieron en torno al 17% durante 2013, según datos del sector.
Actualmente, la legislación permite modificar las medidas pactadas con anterioridad, pero siempre existen mínimos:
1. Reducción legal de la pensión alimenticia. Se puede llegar al mínimo legal hasta cubrir un mínimo vital fijado en 180 euros por hijo.
No obstante, nunca se puede pedir la extinción de esta pensión y en el caso de que no se pase la pensión asignada, la consecuencia inmediata sería el embargo de los bienes.
2. Reducción de la pensión de compensación. Las pensiones de compensación para uno de los cónyuges pretenden cubrir el desequilibrio económico que provoca la ruptura. Legalmente, se puede dejar de pagar al cónyuge si el que debe pagar pierde su trabajo y de manera que se ha extinguido el desequilibrio económico con la ex pareja. En este caso se puede solicitar al juez que revise la sentencia de divorcio e, incluso, pedir que se suprima.
LAS CONSECUENCIAS FISCALES DE LAS CONDICIONES PACTADAS
Desde el punto de vista fiscal, se puede conseguir una mejora en la tributación de divorcio. De hecho, la reforma fiscal del IRPF incluye importantes novedades como mejorar la fiscalidad de la compensación que un cónyuge paga a otro por las labores del hogar: un concepto que hasta ahora tributaba como rendimiento de trabajo en la declaración de la renta.
Una planificación de los casos de divorcio puede ahorrar costes en el pago de compensaciones como en la división de bienes en común. Hay que tener en cuenta que la factura fiscal consta de muchos componentes en materia de impuestos como el IRPF, el impuesto sobre transmisiones patrimoniales, el impuesto sobre actos jurídicos documentados, sobre donaciones o la plusvalía municipal.
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