Jaume Viñas| Madrid | 02-05-2014
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguró el miércoles que
la reforma fiscal que el Gobierno llevará al Congreso en junio no
incorporará ninguna subida fiscal, salvo aquellas impuestas por la
normativa europea. Sin embargo, el programa de estabilidad y plan
nacional de reforma remitido por el Ejecutivo a Bruselas no refleja una
postura tan contundente: “El Gobierno estudiará diversas alternativas,
entre otras, la imposición sobre la propiedad, la imposición
medioambiental con el menor impacto posible en la competitividad, el
incremento de los impuestos por uso frente a los que gravan la
transmisión de la propiedad o la imposición sobro el sector financiero”.
El párrafo es premeditadamente ambiguo en la medida en que fuentes de Hacienda aseguran que no hay ninguna decisión tomada. En cualquier caso, en otra parte del texto, el Ejecutivo concretiza más y señala que “se llevará a cabo un ejercicio de revisión de las diferentes figuras tributarias, con el fin de acercar las bases imponibles de forma progresiva a la propiedad de los bienes, disminuyendo por lo tanto el énfasis en la transmisión”. Así, el Ejecutivo en este punto va en la línea de la recomendación de la comisión de expertos elegida por Hacienda y capitaneada por Manuel Lagares que proponía castigar fiscalmente la propiedad de inmuebles a cambio de reducir los impuestos sobre las operaciones de compraventa.
En este sentido, existen varias posibilidades. El Ejecutivo ya
aseguró que no seguirá la propuesta de los expertos de imputar una renta
presunta por la vivienda habitual en el IRPF. Sin embargo, el programa
de estabilidad sí que sugiere que se podría adoptar la recomendación de
los expertos de dar mayor importancia al impuesto sobre bienes inmuebles
(IBI). La comisión Lagares propuso que acercar los precios catastrales a
los valores de mercado, lo que implicaría un importante incremento de
las bases imponibles y encarecería la factura fiscal para los
propietarios de inmuebles. El Gobierno señala que gravar más la
propiedad frente a la transmisión “contribuirá a dar estabilidad a la
recaudación y mejorará la eficiencia del sistema tributario”.
El IBI es el único impuesto del sistema tributario español que no ha registrado nunca en la historia un descenso en la recaudación. No hay otra figura tributaria más estable y contracíclica. Además, la Comisión Europea ha defendido en sus informes los impuestos sobre la propiedad generan menos distorsiones en la economías que, por ejemplo, los tributos que gravan la compraventa.
Los expertos liderados por Lagares llegaron a proponerla supresión del impuesto sobre transmisiones patrimoniales, una posibilidad poco realista en el contexto actual.
Por otra parte, Hacienda también defiende en su programa de estabilidad que, en la tributación indirecta, “la revisión de la reforma fiscal se centrará en impulsar la tributación medioambiental”. Montoro rechaza de forma contundente la posibilidad de elevar el IVA.
Respecto a la imposición del sistema financiero al que también se hace referencia en el plan remitido a Bruselas, Hacienda señala que está pendiente la puesta en marcha de un nuevo impuesto sobre transacciones financieras que acordaron 11 países de la Unión Europea. El Ejecutivo prevé que este nuevo tributo aporte en torno a 640 millones a partir de 2015. (...)
El párrafo es premeditadamente ambiguo en la medida en que fuentes de Hacienda aseguran que no hay ninguna decisión tomada. En cualquier caso, en otra parte del texto, el Ejecutivo concretiza más y señala que “se llevará a cabo un ejercicio de revisión de las diferentes figuras tributarias, con el fin de acercar las bases imponibles de forma progresiva a la propiedad de los bienes, disminuyendo por lo tanto el énfasis en la transmisión”. Así, el Ejecutivo en este punto va en la línea de la recomendación de la comisión de expertos elegida por Hacienda y capitaneada por Manuel Lagares que proponía castigar fiscalmente la propiedad de inmuebles a cambio de reducir los impuestos sobre las operaciones de compraventa.
El Ejecutivo opta por una calculada ambigüedad cuando se refiere a la reforma fiscal en el programa de estabilidad
El IBI es el único impuesto del sistema tributario español que no ha registrado nunca en la historia un descenso en la recaudación. No hay otra figura tributaria más estable y contracíclica. Además, la Comisión Europea ha defendido en sus informes los impuestos sobre la propiedad generan menos distorsiones en la economías que, por ejemplo, los tributos que gravan la compraventa.
Los expertos liderados por Lagares llegaron a proponerla supresión del impuesto sobre transmisiones patrimoniales, una posibilidad poco realista en el contexto actual.
Por otra parte, Hacienda también defiende en su programa de estabilidad que, en la tributación indirecta, “la revisión de la reforma fiscal se centrará en impulsar la tributación medioambiental”. Montoro rechaza de forma contundente la posibilidad de elevar el IVA.
Respecto a la imposición del sistema financiero al que también se hace referencia en el plan remitido a Bruselas, Hacienda señala que está pendiente la puesta en marcha de un nuevo impuesto sobre transacciones financieras que acordaron 11 países de la Unión Europea. El Ejecutivo prevé que este nuevo tributo aporte en torno a 640 millones a partir de 2015. (...)
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