u. foces | vigo 03.03.2014 |
El Juzgado de lo Penal nº 1 de Vigo juzga hoy a una viguesa acusada de
un delito de calumnias con publicidad a jueces y forenses durante un
duro proceso de divorcio que acabó con su hija de 9 años en un piso de
acogida por la pelea de sus padres en el juzgado por su custodia. La
niña vive hoy con su progenitor y es su madre quien tiene visitas de una
hora controladas.
R.Q. se sentará en el banquillo de los acusados con varios familiares y con la responsable del colectivo Campus Stellae por las manifestaciones vertidas durante una concentración convocada el 26 de diciembre de 2010 en la calle del Príncipe, delante del Marco, durante la que se repartieron pasquines considerados injuriosos no solo por lo que se decía de jueces y psicólogos sino también en relación con el exmarido de la convocante.
R.Q. convocó la movilización ciudadana para denunciar que su hija llevaba 6 meses en un piso de acogida después de que la juez de Familia le retirara la custodia por incumplir el régimen de visitas del padre. La pequeña recibía terapia a la espera de la sentencia de divorcio de sus padres.
El drama familia había empezado 6 años atrás, cuando sus padres iniciaron un cruce de acusaciones en los tribunales. R.Q. presentó hasta 8 denuncias a su marido por presuntos abusos a la menor, aunque todas fueron archivadas. Pese a ello, su mujer seguía poniéndole trabas para ver a la niña.
En el transcurso de la concentración, además de los manifiestos que se leyeron y en los que se ponía en duda la correcta actuación de jueces, fiscales y forenses en el caso de la menor, se repartieron panfletos en los locales próximos y también a los viandantes en los que se insistía en los posibles abusos a la menor por parte de su padre.
El fiscal solicita para la mujer y el resto de acusados penas de multa, mientras la acusación particular pide 1 año de prisión para la madre de la menor.
R.Q. se sentará en el banquillo de los acusados con varios familiares y con la responsable del colectivo Campus Stellae por las manifestaciones vertidas durante una concentración convocada el 26 de diciembre de 2010 en la calle del Príncipe, delante del Marco, durante la que se repartieron pasquines considerados injuriosos no solo por lo que se decía de jueces y psicólogos sino también en relación con el exmarido de la convocante.
R.Q. convocó la movilización ciudadana para denunciar que su hija llevaba 6 meses en un piso de acogida después de que la juez de Familia le retirara la custodia por incumplir el régimen de visitas del padre. La pequeña recibía terapia a la espera de la sentencia de divorcio de sus padres.
El drama familia había empezado 6 años atrás, cuando sus padres iniciaron un cruce de acusaciones en los tribunales. R.Q. presentó hasta 8 denuncias a su marido por presuntos abusos a la menor, aunque todas fueron archivadas. Pese a ello, su mujer seguía poniéndole trabas para ver a la niña.
En el transcurso de la concentración, además de los manifiestos que se leyeron y en los que se ponía en duda la correcta actuación de jueces, fiscales y forenses en el caso de la menor, se repartieron panfletos en los locales próximos y también a los viandantes en los que se insistía en los posibles abusos a la menor por parte de su padre.
El fiscal solicita para la mujer y el resto de acusados penas de multa, mientras la acusación particular pide 1 año de prisión para la madre de la menor.
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