El divorcio afecta a pocos niños en EEUU

según un Estudio....

Un porcentaje relativamente pequeño de los niños cuyos padres se divorcian sufre graves problemas por la separación, según un estudio de la revista Scientific American.

Por: Candy Gomez | Fuente: Notimex|2013-03-21

El Estudio revela que el divorcio afecta a pocos niños en Estados Unidos.

"El divorcio afecta a la mayoría de los niños en el corto plazo, pero las investigaciones sugiere que los niños se recuperan rápidamente después del golpe inicial", precisó el artículo publicado en la edición correspondiente a abril.
Los diversos estudios concluyen que si bien a corto plazo muchos niños experimentan efectos negativos del divorcio, como la ansiedad, la ira, la sorpresa e incredulidad, estas reacciones típicamente disminuyen y desaparecen en 2 años sin dejar secuelas en su adultez.
El artículo expone que varios años después de un divorcio, las investigaciones encontraron diferencias muy pequeñas entre los hijos de padres casados y divorciados en términos de rendimiento académico, problemas emocionales y de conducta, delincuencia y trato social.

Algunos estudios han determinado que el efecto negativo en los niños es mayor cuando los niños están expuestos a bajos niveles de discordia marital antes del divorcio.
Algunos niños tienen problemas que sólo aparecen más tarde en la vida, pero la tasa que estos problemas es sólo levemente mayor que aquellos cuyos padres no se divorcian.
En general una buena crianza puede proteger a los niños contra los efectos negativos del divorcio, señala el artículo que se publica bajo el título: "¿Es el divorcio malo para los niños?".
Cada año en Estados Unidos, 1.5 millones de niños experimentan el divorcio de sus padres. Esta cifra habría sido considerada inaudita hace 50 años, apunta la revista, al destacar que la sociedad en general ha aprendido a adaptarse a esta nueva norma en el medio de la familia.
La madre soltera, o cada vez más, el padre soltero, no enfrenta el estigma social que en los años pasados, sustenta.
La carencia ahora de una estigmatización social ha ayudado a que los niños se ajusten a la nueva situación en poco tiempo después de un periodo doloroso y estresante en su familia.