lunes, 20 de agosto de 2012

Conservar el valor de los activos inmobiliarios

Tribuna :
Enrique Briones Seguí, Presidente del grupo Ibergest.20.08.12
En estos momentos, la falta de crédito, el stock de pisos, el mayor paro, la baja demanda de compradores y el incremento de la morosidad han dado lugar a que los bancos se encuentren con un alto volumen de activos inmobiliarios a los que deben dar salida.
Además, esta gran cantidad de stock, unido al tiempo transcurrido hasta que la venta del inmueble se hace efectiva, deteriora considerablemente la calidad de los locales o viviendas. En ese caso, el inmueble pierde valor y tarda más en venderse. 
 Ante esta situación, la puesta en marcha de un protocolo de actuación atendiendo al mantenimiento para evitar los desperfectos ocasionados por su desuso, es de vital importancia. 
En este sentido, la prevención a través de tareas de conservación y mantenimiento consigue aportar calidad al inmueble y que este no se desvalorice.

La exigencia del cliente es otro de los aspectos a tener en cuenta por las entidades bancarias. Las prioridades del comprador son adquirir la vivienda en las mejores condiciones y con un precio reducido. 
Las entidades financieras deben ser conscientes de que el mal estado de los inmuebles penaliza su valor.

Además, el sector financiero deberá plantearse varias cuestiones a la hora de analizar su stock inmobiliario. 
La primera de ellas es conocer cuál es el estado real de su stock, mientras que la segunda es averiguar si está en disposición de competir con las miles de viviendas ofertadas en la actualidad.
Para solventar los problemas derivados de la falta de conservación generada durante la desocupación de las viviendas, lo más adecuado es establecer tareas de mantenimiento hasta la venta y ocupación del inmueble por el nuevo propietario. 
Lógicamente esta tarea no es propia de los bancos por lo que lo mejor es contar con un proveedor externo. 
De esta forma, se garantiza al comprador la calidad y el buen estado del producto sin que este realice un desembolso económico una vez adquiera el inmueble. 

El cliente adquiere una vivienda en perfecto estado debido a las tareas de mantenimiento efectuadas hasta el momento de la adquisición. 
Por otro lado, las entidades bancarias consiguen beneficiarse de esta medida al evitarse las presiones de los compradores para reducir su precio de venta.
La subcontratación de servicios de mantenimiento de activos inmobiliarios se convierte en un gran aliado para las entidades financieras. 
Esta externalización no supondrá la pérdida de control por parte de la entidad de los inmuebles, ni de las actuaciones practicadas en los mismos. 

El protocolo de actuación de estas prestaciones abarcará tareas que irán desde la recepción del inmueble, inventario e informe del estado, mantenimiento y conservación del mismo e incluso, finalmente la comercialización de la propiedad a posibles compradores.
Para controlar todas estas cuestiones, es recomendable una estrecha comunicación entre cliente y proveedor. 
Una plataforma online es el mejor aliado para no perder detalle y gestionar el estado de los distintos servicios que se tienen que realizar en el inmueble. 
A esto se suma, la recepción de informes y ratios de eficiencia, que se realizará con mayor agilidad y total seguridad.

Como conclusión, el estado en el que se encuentre y mantenga un inmueble repercute en el resultado del proceso de comercialización y hace que este se pueda llevar a cabo en un plazo más breve o se dilate en el tiempo. 
Además, los bancos podrán conservar su producto de forma adecuada para adelantarse y estar preparado ante la mejora de la situación del mercado inmobiliario. 
De esta forma, tendrán un valor adicional frente a su competencia.

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