Maltrato en la familia.
Los niños son siempre los grandes perjudicados en una separación.| El Mundo.
Una fundación les protege de las tensiones que surgen en una ruptura
Algunas personas utilizan a los niños como arma arrojadiza contra sus ex
Una fundación les protege de las tensiones que surgen en una ruptura
Algunas personas utilizan a los niños como arma arrojadiza contra sus ex
'A quién quieres más, ¿a papá o a mamá?'.
'Tu padre no te quiere, ¿no ves que no me da dinero?'...
Ningún menor debería nunca escuchar frases como éstas, y para luchar contra ello nació precisamente la Fundación Filia de Amparo al Menor, que "lucha por la concienciación de la sociedad frente a un tipo de maltrato disfrazado y ejercido por los padres a sus propios hijos, a los que somete a un conflicto parental a través de la manipulación tras el divorcio".
Como explica su presidenta, Lucía del Prado, "esta iniciativa surge hace ya más de 1 año, a través de un grupo de profesionales expertos en la materia, que están tratando a padres y madres que sufren esta dramática situación. Algunos de ellos han perdido el contacto completamente con sus hijos, debido a que uno de los progenitores, a través de la manipulación, los utiliza como armas arrojadizas, alejándoles del otro y llegando a perder el vínculo para siempre. Hay muchas pequeñas asociaciones, pero no existía nada que relamente luchara por la protección del menor, en este ámbito, de ahí que creáramos la Fundación".
Cada año se producen en España una media de 150.000 procesos de divorcio, de los cuales casi un 30% son de tipo contencioso: 30.000 menores se ven afectados por ello.
"Esto son las estadísticas oficiales, y no tienen nada que ver con la realidad. Sabemos que los casos van en aumento. De hecho, podemos decir que estamos ante una nueva alarma social. Tanto es así que hemos iniciado la creación de una Comisión de Investigación para dar a conocer esta realidad, prevenir y paliar las consecuencias que se producen en los menores", argumenta Lucía del Prado.
Si a ello se suma que muchos de estos padres 'utilizan a sus hijos' como armas arrojadizas contra sus ex parejas, las 'secuelas' para el menor pueden ser aún más graves.
Como denuncia Ramón, en la sección 'Ser joven' de la página web de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).
"Me sentía como un traidor. Cuando volvía a casa el domingo por la noche, mi madre me sometía a un '3º grado': que cómo era la nueva novia de papá, que si me reñía, que si tenían lavavajillas o si iban al cine. En fin, quería saberlo todo. Un día me harté y le contesté: Yo no soy un espía, soy vuestro hijo. De los 2. Esas preguntas tuyas me hacen sentir mal. Si quieres saber esos detalles, llama a papá".
Según la Fundación Filia, "se entiende que el menor tras una separación tiene la necesidad de estar con ambos padres con independencia de cuál de los 2 ejerza la guarda y custodia. El problema surge cuando uno o ambos progenitores no ha superando dicho duelo de separación y hacen partícipes a sus hijos de los problemas que pudieran existir en la pareja y que ha forzado su ruptura, obligándoles a tomar partido, triangulándolos en definitiva en el conflicto de la pareja".
Es en estos casos cuando "decimos que lo que opinan los menores está sugestionado y/o mediatizado por su progenitor, formando alianzas a favor de uno u otro, entrando en la disputa como si fuera uno de los adultos", denuncia esta institución formada por un equipo multidisciplinar.
Los síntomas de la manipulación van desde "encerrarse en el cuarto, no comunicarse con la familia, tener ira, hasta mentir habitualmente, tener sentimientos de culpa y abandono, rechazo, impotencia, indefensión, ansiedad, depresión o bajo rendimiento escolar".
En palabras de la presidenta de la Fundación se "trata de un proceso largo. Las campañas de descrédito hacia la ex pareja empiezan generando desconfianza, introversión que con el tiempo se convierten en miedo. Y posteriormente rechazo, para terminar en la pérdida del vínculo".
A través de un equipo de profesionales, "la fundación Filia proporciona terapias de apoyo a los menores y al resto de la familia y cuenta con una 'escuela de padres' e intervención 'online' y telefónica. Se suma a todo ello su asesoramiento jurídico".
'Tu padre no te quiere, ¿no ves que no me da dinero?'...
Ningún menor debería nunca escuchar frases como éstas, y para luchar contra ello nació precisamente la Fundación Filia de Amparo al Menor, que "lucha por la concienciación de la sociedad frente a un tipo de maltrato disfrazado y ejercido por los padres a sus propios hijos, a los que somete a un conflicto parental a través de la manipulación tras el divorcio".
Como explica su presidenta, Lucía del Prado, "esta iniciativa surge hace ya más de 1 año, a través de un grupo de profesionales expertos en la materia, que están tratando a padres y madres que sufren esta dramática situación. Algunos de ellos han perdido el contacto completamente con sus hijos, debido a que uno de los progenitores, a través de la manipulación, los utiliza como armas arrojadizas, alejándoles del otro y llegando a perder el vínculo para siempre. Hay muchas pequeñas asociaciones, pero no existía nada que relamente luchara por la protección del menor, en este ámbito, de ahí que creáramos la Fundación".
Cada año se producen en España una media de 150.000 procesos de divorcio, de los cuales casi un 30% son de tipo contencioso: 30.000 menores se ven afectados por ello.
"Esto son las estadísticas oficiales, y no tienen nada que ver con la realidad. Sabemos que los casos van en aumento. De hecho, podemos decir que estamos ante una nueva alarma social. Tanto es así que hemos iniciado la creación de una Comisión de Investigación para dar a conocer esta realidad, prevenir y paliar las consecuencias que se producen en los menores", argumenta Lucía del Prado.
Una experiencia estresante.
La Asociación Americana de Psiquiatría considera la ruptura conyugal "una experiencia muy estresante para los hijos que puede tener consecuencias a corto, medio y largo plazo y que es capaz, además, de generar problemas físicos, emocionales, escolares y sociales".Si a ello se suma que muchos de estos padres 'utilizan a sus hijos' como armas arrojadizas contra sus ex parejas, las 'secuelas' para el menor pueden ser aún más graves.
Como denuncia Ramón, en la sección 'Ser joven' de la página web de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).
"Me sentía como un traidor. Cuando volvía a casa el domingo por la noche, mi madre me sometía a un '3º grado': que cómo era la nueva novia de papá, que si me reñía, que si tenían lavavajillas o si iban al cine. En fin, quería saberlo todo. Un día me harté y le contesté: Yo no soy un espía, soy vuestro hijo. De los 2. Esas preguntas tuyas me hacen sentir mal. Si quieres saber esos detalles, llama a papá".
Según la Fundación Filia, "se entiende que el menor tras una separación tiene la necesidad de estar con ambos padres con independencia de cuál de los 2 ejerza la guarda y custodia. El problema surge cuando uno o ambos progenitores no ha superando dicho duelo de separación y hacen partícipes a sus hijos de los problemas que pudieran existir en la pareja y que ha forzado su ruptura, obligándoles a tomar partido, triangulándolos en definitiva en el conflicto de la pareja".
Es en estos casos cuando "decimos que lo que opinan los menores está sugestionado y/o mediatizado por su progenitor, formando alianzas a favor de uno u otro, entrando en la disputa como si fuera uno de los adultos", denuncia esta institución formada por un equipo multidisciplinar.
Niños manipulados
Y así es como el sufrimiento del menor se hace visible.Los síntomas de la manipulación van desde "encerrarse en el cuarto, no comunicarse con la familia, tener ira, hasta mentir habitualmente, tener sentimientos de culpa y abandono, rechazo, impotencia, indefensión, ansiedad, depresión o bajo rendimiento escolar".
En palabras de la presidenta de la Fundación se "trata de un proceso largo. Las campañas de descrédito hacia la ex pareja empiezan generando desconfianza, introversión que con el tiempo se convierten en miedo. Y posteriormente rechazo, para terminar en la pérdida del vínculo".
A través de un equipo de profesionales, "la fundación Filia proporciona terapias de apoyo a los menores y al resto de la familia y cuenta con una 'escuela de padres' e intervención 'online' y telefónica. Se suma a todo ello su asesoramiento jurídico".
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