Hablamos con una reconocida abogada de familia para ver qué pasos puede dar Bertín tras el nacimiento del bebé.
Mª Palmero, 23/01/2024
La relación entre Bertín Osborne y Gabriela Guillén comenzó a romperse cuando ella se enteró de que estaba embarazada.
Tras ello, y después de que se filtrara a los medios, el cantante tomó distancia y dejó en muy mal lugar a colombiana, pues hasta habría dudado de que el bebé fuera suyo.
Esta cuestión acerca de la paternidad del que sería el 7º hijo de Bertín Osborne abre ahora todo un mundo de posibilidades y próximos pasos, ya que, según dijo Gabriela la pasada semana, el cantante aún no le ha pedido la prueba de ADN y ni siquiera ha conocido al bebé, que nació el 2 de enero.
El panorama se presenta complicado tanto para ambos como para el niño, pues aún no se ha aclarado, ni científicamente ni ante el juzgado, que sea descendiente de Bertín Osborne, quien, suponemos, estaría preparando ya los próximos pasos a dar.
Esta cuestión acerca de la paternidad del que sería el 7º hijo de Bertín Osborne abre ahora todo un mundo de posibilidades y próximos pasos, ya que, según dijo Gabriela la pasada semana, el cantante aún no le ha pedido la prueba de ADN y ni siquiera ha conocido al bebé, que nació el 2 de enero.
El panorama se presenta complicado tanto para ambos como para el niño, pues aún no se ha aclarado, ni científicamente ni ante el juzgado, que sea descendiente de Bertín Osborne, quien, suponemos, estaría preparando ya los próximos pasos a dar.
Pero ¿qué puede hacer el artista al respecto?
Para salir de dudas, en THE OBJECTIVE nos hemos puesto en contacto con Delia Rodríguez, abogada de familia y CEO de Vestalia.
Si Gabriela no pide la prueba de paternidad, ¿puede pedirla Bertín Osborne?
Delia Rodríguez es clara al respecto: «Efectivamente, Bertín Osborne tiene derecho a iniciar una acción de filiación impugnando la misma, puesto que Gabriela Guillén le ha calificado como progenitor de su hijo recién nacido».
Así, el cantante «podrá instar dicha acción en el plazo de 1 año, el cual comienza a contabilizarse desde el momento en que haya tenido conocimiento de su presunta paternidad.
Este procedimiento se iniciaría «con una demanda de impugnación de la filiación, en la cual Bertín Osborne podría recurrir a todo tipo de pruebas a fin de demostrar su falta de paternidad con respecto al recién nacido, entre las cuales destaca la posibilidad de solicitar la práctica de una prueba biológica».
Concretamente, «dicha prueba biológica consiste en un análisis químico mediante la extracción de una muestra de sangre, o de cualquier otra muestra biológica, como la saliva, líquido amniótico, uñas, incluso colillas, chicles o cepillos de dientes, a los progenitores y al hijo, cuya filiación se impugna».
¿Y serviría de algo que él, a través de terceros, lograra una muestra del bebé por un pelo o similar y por su cuenta hiciese una prueba en un laboratorio?
En este supuesto, la abogada asegura que «nada impide al progenitor paterno obtener una muestra del hijo, cuya filiación le es presuntamente atribuida.
No obstante, el resultado podría ser impugnado, por estimar que la prueba no ha sido realizada con todas las garantías».
«Por ello, el planteamiento correcto, y el más acertado a nivel legal, es que la prueba biológica se hiciera con el consentimiento de ambos progenitores, evitando así posibles cuestionamientos posteriores relativos a la validez de la misma.
«Por ello, el planteamiento correcto, y el más acertado a nivel legal, es que la prueba biológica se hiciera con el consentimiento de ambos progenitores, evitando así posibles cuestionamientos posteriores relativos a la validez de la misma.
No obstante, si alguna de las partes se opusiera a realizar dicha prueba de forma extrajudicial, en el marco del procedimiento de reclamación o impugnación de la filiación siempre será posible solicitar la práctica de una prueba biológica con todas las garantías», asegura.
¿Gabriela puede negarse a que el padre solicite dicha prueba?
Aunque Gabriela Guillén ya ha dicho que está dispuesta a hacerle la prueba de paternidad a su hijo, podía cambiar de opinión. Un acto que no serviría de mucho si Bertín Osborne la solicia, ya que «si un Juzgado admite la prueba biológica solicitada de parte, la progenitora no podrá negarse a que dicho análisis sea practicado».
«Si bien es cierto que algunos progenitores impugnan la prueba, argumentando que se trata de “tortura” y de “falta de respeto a la integridad corporal o física” del menor en cuestión, la realidad es que el análisis de cualquier resto orgánico hace posible identificar la existencia o inexistencia de una filiación», afirma Rodríguez.
Por ello, «el Tribunal Supremo siempre se ha inclinado a favor de la práctica de la prueba biológica por entender que en ningún caso se está menoscabando la integridad física del menor, ni tampoco se le está torturando, ya que cualquier muestra corporal es suficiente para obtener un resultado certero».
Si se confirma que es su hijo, además de la pensión de alimentos, ¿qué obligaciones tiene Bertín Osborne como padre?
Si la prueba de paternidad indica que Bertín Osborne es el progenitor del menor, «este tendría las obligaciones propias de cualquier padre con respecto a un hijo.
El alcance de tales obligaciones, dentro de los límites legales, estaría sujeto a pacto entre Bertín y Gabriela, siempre que las partes alcanzasen un acuerdo, que se concretarían en un Convenio Regulador».
«Estos pactos no solo afectarían a la pensión de alimentos, sino también al régimen de guarda y custodia, el régimen de visitas o los periodos vacacionales que el menor pasaría con cada uno», añade la letrada.
Lo realmente relevante, a fin de cuentas, «es que el menor no empiece su vida sin tener cubiertas sus necesidades, tanto en el espectro puramente fisiológico, como a nivel afectivo y emocional. Esa es la principal preocupación del ordenamiento jurídico, y asimismo debería ser la de sus padres, con independencia de las circunstancias en que un hijo ha sido concebido», sentencia Rodríguez.
«Estos pactos no solo afectarían a la pensión de alimentos, sino también al régimen de guarda y custodia, el régimen de visitas o los periodos vacacionales que el menor pasaría con cada uno», añade la letrada.
Lo realmente relevante, a fin de cuentas, «es que el menor no empiece su vida sin tener cubiertas sus necesidades, tanto en el espectro puramente fisiológico, como a nivel afectivo y emocional. Esa es la principal preocupación del ordenamiento jurídico, y asimismo debería ser la de sus padres, con independencia de las circunstancias en que un hijo ha sido concebido», sentencia Rodríguez.
Así pues, aunque Bertín Osborne parece, presuntamente, haberse desentendido de este niño, no le quedará otro remedio que involucrarse en su vida. Veremos cómo y de qué forma.
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