Benjamín, 5 noviembre 2023
Las cifras revelan que el 50% de las parejas se divorcia después de un matrimonio que dura entre 10 y 20 años. Aquí te ofrecemos consejos legales y emocionales para enfrentar este desafío.
¿Estás preparado para superar esta prueba?
a.- La separación comienza antes del divorcio y despierta dudas y miedos.
b.- El divorcio causa malestar emocional y requiere un proceso de duelo.
c.- Los divorcios conflictivos pueden afectar el bienestar de los hijos.
d.- Obtener una sentencia de divorcio es sencillo, pero puede implicar desafíos.
La legalidad del divorcio
Desde el punto de vista jurídico, obtener una sentencia de divorcio es relativamente sencillo. Se protege la dignidad y la libertad de cada individuo para decidir sobre su vida. Sin embargo, a menudo surgen dificultades en torno a la decisión de divorciarse y cómo gestionarlo pacíficamente. Los problemas más comunes se relacionan con la vivienda, las compensaciones económicas y el cuidado de los hijos. Si no se llega a un acuerdo, estos asuntos requieren una sentencia judicial, lo que puede implicar costos y demoras.
Opinión editorial
En definitiva, el divorcio no es solo un procedimiento legal, sino un proceso emocional y psicológico profundo que afecta a todas las partes involucradas.
a.- La separación comienza antes del divorcio y despierta dudas y miedos.
b.- El divorcio causa malestar emocional y requiere un proceso de duelo.
c.- Los divorcios conflictivos pueden afectar el bienestar de los hijos.
d.- Obtener una sentencia de divorcio es sencillo, pero puede implicar desafíos.
El comienzo silencioso de la separación
La posibilidad de separación surge en la pareja mucho antes de que se materialice el divorcio. Este proceso, que a menudo se prolonga, viene acompañado de inseguridades y temores relacionados con la identidad individual y la percepción de la separación como un fracaso. “¿Estoy tomando la decisión correcta?”, “¿Podría cambiar la situación si me esfuerzo más?” son algunas de las preguntas que surgen.
La posibilidad de separación surge en la pareja mucho antes de que se materialice el divorcio. Este proceso, que a menudo se prolonga, viene acompañado de inseguridades y temores relacionados con la identidad individual y la percepción de la separación como un fracaso. “¿Estoy tomando la decisión correcta?”, “¿Podría cambiar la situación si me esfuerzo más?” son algunas de las preguntas que surgen.
El impacto emocional del divorcio
Con el tiempo, el malestar aumenta y la atención se centra en los aspectos negativos de la relación, aumentando la distancia emocional y la insatisfacción. Este proceso no siempre se experimenta al mismo ritmo por ambas partes, y uno de los integrantes suele ser el catalizador de la separación.
Con el tiempo, el malestar aumenta y la atención se centra en los aspectos negativos de la relación, aumentando la distancia emocional y la insatisfacción. Este proceso no siempre se experimenta al mismo ritmo por ambas partes, y uno de los integrantes suele ser el catalizador de la separación.
Tras la decisión de ruptura, es necesario atravesar un proceso de duelo y una reorganización de los vínculos familiares y sociales.
Los hijos en medio del conflicto
En el caso de parejas con hijos, los divorcios conflictivos pueden tener un impacto significativo en su bienestar. Un comportamiento inadecuado por parte de los padres puede resultar en una crianza ineficaz, especialmente perjudicial para los hijos más pequeños que pueden llegar a sentirse culpables de la separación.
Los hijos en medio del conflicto
En el caso de parejas con hijos, los divorcios conflictivos pueden tener un impacto significativo en su bienestar. Un comportamiento inadecuado por parte de los padres puede resultar en una crianza ineficaz, especialmente perjudicial para los hijos más pequeños que pueden llegar a sentirse culpables de la separación.
Es esencial que, a pesar de las diferencias, los padres transmitan a sus hijos que siguen siendo su prioridad y que eviten involucrarlos en los conflictos de pareja.
La legalidad del divorcio
Desde el punto de vista jurídico, obtener una sentencia de divorcio es relativamente sencillo. Se protege la dignidad y la libertad de cada individuo para decidir sobre su vida. Sin embargo, a menudo surgen dificultades en torno a la decisión de divorciarse y cómo gestionarlo pacíficamente. Los problemas más comunes se relacionan con la vivienda, las compensaciones económicas y el cuidado de los hijos. Si no se llega a un acuerdo, estos asuntos requieren una sentencia judicial, lo que puede implicar costos y demoras.
Opinión editorial
En definitiva, el divorcio no es solo un procedimiento legal, sino un proceso emocional y psicológico profundo que afecta a todas las partes involucradas.
Es fundamental buscar ayuda profesional, tanto jurídica como psicológica, para navegar por este proceso con la mayor serenidad y resiliencia posible.
Recordemos que, aunque doloroso, el divorcio puede ser también una oportunidad para el crecimiento personal y el inicio de una nueva etapa.
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