Un estudio de la Universidad de Princeton ha dado respuesta a la razón por la que siempre buscamos similitudes en la personalidad con otras parejas pasadas.
¿Por qué existen similitudes entre nuestras actuales parejas y las pasadas?
Este estudio realizado durante 9 años en Alemania, examinó la similitud entre las exparejas y las parejas actuales de cada individuo. Un total de 159 hombres y 173 mujeres que fueron encuestados por separado acerca de 21 ítems centrados en patrones generales, más que en rasgos similares y sobre los que se determinaron las siguientes conclusiones:
Una de las razones por las que según los investigadores de Princeton esto ocurre, es porque siempre tendemos a buscar parejas que se parecen a nosotros mismos y que por tanto también pueden conducir a que puedan parecerse entre ellas.
También se concluyó que había una similitud diferenciadora entre participante, pareja actual y expareja.
En España existen más de 11.000 mujeres y hombres que viven en pareja (según datos del INE), de las cuales más de un 30% acaban en separación o divorcio. Pero ¿y si un porcentaje importante de las causas de esas separaciones fuera que siempre acabamos escogiendo al mismo tipo de pareja una y otra vez? Nuevas relaciones en las que en vez de aventurarnos, acabamos por seguir un mismo patrón.
Si esta situación te resulta familiar, te aconsejamos que eches un vistazo al estudio que ha realizado precisamente sobre esto la Universidad de Princeton. Un estudio, en el que se ha demostrado qué similitudes hay en la personalidad entre parejas pasadas y actuales y por qué ocurre.
Si esta situación te resulta familiar, te aconsejamos que eches un vistazo al estudio que ha realizado precisamente sobre esto la Universidad de Princeton. Un estudio, en el que se ha demostrado qué similitudes hay en la personalidad entre parejas pasadas y actuales y por qué ocurre.
¿Por qué existen similitudes entre nuestras actuales parejas y las pasadas?
Este estudio realizado durante 9 años en Alemania, examinó la similitud entre las exparejas y las parejas actuales de cada individuo. Un total de 159 hombres y 173 mujeres que fueron encuestados por separado acerca de 21 ítems centrados en patrones generales, más que en rasgos similares y sobre los que se determinaron las siguientes conclusiones:
Una de las razones por las que según los investigadores de Princeton esto ocurre, es porque siempre tendemos a buscar parejas que se parecen a nosotros mismos y que por tanto también pueden conducir a que puedan parecerse entre ellas.
También se concluyó que había una similitud diferenciadora entre participante, pareja actual y expareja.
De esta manera, la descripción de la pareja actual refleja de alguna manera la personalidad del participante y por lo tanto, son similares.
Mientras que el perfil de las exparejas cuenta con características similares a la personalidad de la pareja actual.
Mientras que el perfil de las exparejas cuenta con características similares a la personalidad de la pareja actual.
¿De dónde vienen esos modelos o personalidades aprendidas?
En cuánto a de dónde procesen ese tipo de modelos y personalidades que repetimos una y otra vez, para entenderlas tenemos que remontarnos a los 1º vínculos con las figuras parentales y también con nuestra propia identidad. En muchas ocasiones al estar con una pareja, podemos tender a idealizar al otro o poner en él o en ella todo lo que creemos que nos falta o nos sobra, haciendo, por lo tanto, una proyección idealizada de nosotros mismos.
Todo ello unido a otros factores igualmente importantes como la búsqueda del ideal, la necesidad afectiva o la atracción física e intelectual.
En cuánto a de dónde procesen ese tipo de modelos y personalidades que repetimos una y otra vez, para entenderlas tenemos que remontarnos a los 1º vínculos con las figuras parentales y también con nuestra propia identidad. En muchas ocasiones al estar con una pareja, podemos tender a idealizar al otro o poner en él o en ella todo lo que creemos que nos falta o nos sobra, haciendo, por lo tanto, una proyección idealizada de nosotros mismos.
Todo ello unido a otros factores igualmente importantes como la búsqueda del ideal, la necesidad afectiva o la atracción física e intelectual.
Pero normalmente siguiendo los patrones de relación que aprendimos en la infancia, bien sea a través de un apego seguro o con una figura de apego más rígida e inflexible.
En el 1º caso, lo más habitual es que busquemos parejas similares al estilo educativo sano en el que nos hemos criado y que por lo tanto, puedan tratarnos de manera sana y satisfactoria. Por el contrario, cuando el tipo de apego es más rígido o cuando existe un rechazo ante nuestras necesidades, solemos generar estados de miedo, inseguridad y ansiedad. Es ahí cuando entonces buscaremos parejas que puedan mantener estos estados y cuando las relaciones podrán estar marcadas por el conflicto.
Cómo salirse de estos patrones
Por suerte, siempre tendremos la opción de desaprender estos modelos y aprender a relacionarnos de una manera sana con nosotros mismos y con el resto de las personas, abriéndonos por lo tanto, a características diferentes.
Para ello solo tendremos que ser conscientes de nuestros miedos e inseguridades y hacer por afrontarlos, bien sea haciendo un trabajo personal con nosotros mismos o con la ayuda de un psicólogo o psicóloga especializada que pueda darte las herramientas necesarias para trabajar en ello y conseguir alcanzar esa nueva perspectiva.
En el 1º caso, lo más habitual es que busquemos parejas similares al estilo educativo sano en el que nos hemos criado y que por lo tanto, puedan tratarnos de manera sana y satisfactoria. Por el contrario, cuando el tipo de apego es más rígido o cuando existe un rechazo ante nuestras necesidades, solemos generar estados de miedo, inseguridad y ansiedad. Es ahí cuando entonces buscaremos parejas que puedan mantener estos estados y cuando las relaciones podrán estar marcadas por el conflicto.
Cómo salirse de estos patrones
Por suerte, siempre tendremos la opción de desaprender estos modelos y aprender a relacionarnos de una manera sana con nosotros mismos y con el resto de las personas, abriéndonos por lo tanto, a características diferentes.
Para ello solo tendremos que ser conscientes de nuestros miedos e inseguridades y hacer por afrontarlos, bien sea haciendo un trabajo personal con nosotros mismos o con la ayuda de un psicólogo o psicóloga especializada que pueda darte las herramientas necesarias para trabajar en ello y conseguir alcanzar esa nueva perspectiva.
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