Algunas ideas que funcionan hoy.
POR QUÉ RECUPERAR HOY EL ESTOICISMO
El éxito de esta corriente en el mundo actual es más que lógico, pues es una filosofía perfecta para un mundo hostil. Es una forma de pensar que siempre se pregunta 'qué puedo hacer yo' para mejorar mis circunstancias (y también que no puedo hacer, como ya hemos visto) por lo que deja al margen una actitud victimista donde el individuo no pudiera hacer nada.
El estoicismo habla de círculos de acción, por lo que a pesar de que se le haya tachado de individualista no es exactamente así: la realidad que proclama es que si uno quiere ayudar al mundo debe empezar por el círculo del yo, su castillo interior; luego, como círculos concéntricos, se extendería el de la familia; y luego el del grupo o comunidad; luego tu ciudad; luego tu país... pero sí es cierto que para esta corriente ese sería el orden.
Además, la ventaja del estoicismo en la era moderna es que podría ser compatible con distintas religiones, con un claro espíritu panteísta, habla de una fuerza superior, el Logos, que podría encajar con varios conceptos de Dios. La doctrina estoica, que consideraba esencial a cada persona como miembro de una familia universal, ayudó a romper barreras regionales, sociales y raciales, y a preparar el camino para la propagación de una especie de religión universal.
Esta filosofía fue también pionera en lo que hoy conocemos como mindfulness, Epicteto habla del término 'prosoche', que significa atención consciente, dignificar aquello que hacemos poniéndole atención y cariño a las cosas, porque de esa forma las que te gustan son más placenteras y las que no se hacen más llevaderas.
CÓMO PONER EN PRÁCTICA EL ESTOICISMO
Esta corriente habla de 3 tótems que podemos trabajar día a día: deseo, acción y consentimiento (también se le llama juicio).
LORETO RUIZ-OCAÑA,08/04/2023
En épocas de incertidumbre la filosofía es una tabla de salvación, y en los últimos años vemos un goteo constante de libros que nos enseñan a vivir mejor inspirándose en el pensamiento clásico. Entre ellos ganan por goleada los que tratan de recuperar el estoicismo, un pensamiento que nos anima a poner el foco en lo que podemos cambiar, y no angustiarnos con lo demás.
El estoicismo es la corriente filosófica que se basa en el arte de diferenciar lo que depende de ti de lo que no, asumirlo, y actuar en base a esa diferencia. Esto que puede parecer pequeño, puede cambiar tu vida, tu discurso interior y cómo te relacionas con el mundo.
En épocas de incertidumbre la filosofía es una tabla de salvación, y en los últimos años vemos un goteo constante de libros que nos enseñan a vivir mejor inspirándose en el pensamiento clásico. Entre ellos ganan por goleada los que tratan de recuperar el estoicismo, un pensamiento que nos anima a poner el foco en lo que podemos cambiar, y no angustiarnos con lo demás.
El estoicismo es la corriente filosófica que se basa en el arte de diferenciar lo que depende de ti de lo que no, asumirlo, y actuar en base a esa diferencia. Esto que puede parecer pequeño, puede cambiar tu vida, tu discurso interior y cómo te relacionas con el mundo.
Surgió en la Grecia Antigua alrededor del siglo III aC, aunque los filósofos que más han influido para la era moderna son los del último periodo, conocido como Estoicismo Romano (siglos I a III dC.), entre los que destacan Séneca, Epicteto y Marco Aurelio.
El estereotipo que se tiene muchas veces de esta corriente filosófica es el de una persona fría, sin emociones, que le da igual todo, pero Pepe García, divulgador e impulsor de la plataforma "El estoico" nos recuerda que en absoluto, pero que lo que ocurre es que una persona con actitud estoica "ha aprendido a manejar esas emociones para mantenerlas a raya".
EL INDIFERENTE PREFERIDO
Los estoicos diferencian entre lo bueno (virtud), lo malo (los vicios) y los indiferentes. Indiferente no es que te dé igual, sino que como no está bajo tu control no debería ser fundamental para el alcance de la felicidad.
El estereotipo que se tiene muchas veces de esta corriente filosófica es el de una persona fría, sin emociones, que le da igual todo, pero Pepe García, divulgador e impulsor de la plataforma "El estoico" nos recuerda que en absoluto, pero que lo que ocurre es que una persona con actitud estoica "ha aprendido a manejar esas emociones para mantenerlas a raya".
EL INDIFERENTE PREFERIDO
Los estoicos diferencian entre lo bueno (virtud), lo malo (los vicios) y los indiferentes. Indiferente no es que te dé igual, sino que como no está bajo tu control no debería ser fundamental para el alcance de la felicidad.
Y dentro de los indiferentes están los preferidos y los no preferidos; por ejemplo, los preferidos serían el dinero, el amor, el éxito... y es lógico que uno tienda hacia los indiferentes preferidos, pero sin hacerlos necesarios en su vida, y pudiendo ser capaz de estar en paz sin ellos.
Por eso es fundamental ligar la estima personal a las virtudes, y no las cosas que uno tiene, "porque todo lo que tienes como tuyo se te podrá arrebatar sin previo aviso", decía Marco Aurelio, que porque eso decía que la valía es lo podrías conservar pase lo que pase.
Y en el mundo actual, que se ha bautizado como VICA (variable, incierto, cambiante y ambiguo) eso es el mejor consejo que uno puede recibir.
Es un desapego sano, es decir, no es que pases de esas cosas, sino que aceptas que pueden estar, o no. Es trabajar una actitud para hacer del interior una ciudadela interior, que pase lo que pase fuera, permanecerá estable. Esta calma interior puede extenderse a cosas no materiales que tampoco controlamos. Por ejemplo, entre las distintas situaciones que Massimo Pigliucci explica en su libro 'Cómo ser un estoico', está esta que nos podría servir de inspiración hoy en día a cualquier madre.
Es un desapego sano, es decir, no es que pases de esas cosas, sino que aceptas que pueden estar, o no. Es trabajar una actitud para hacer del interior una ciudadela interior, que pase lo que pase fuera, permanecerá estable. Esta calma interior puede extenderse a cosas no materiales que tampoco controlamos. Por ejemplo, entre las distintas situaciones que Massimo Pigliucci explica en su libro 'Cómo ser un estoico', está esta que nos podría servir de inspiración hoy en día a cualquier madre.
"Imagine que es el padre o madre de una hija adolescente que de repente se ha rebelado contra ud, a pesar de una infancia feliz y de lo que ud creía que era una relación maravillosa. La reacción normal podría ser el arrepentimiento por no haber hecho todo lo posible cuando su hija era más pequeña, a pesar del hecho de que realmente no se le ocurre que más podría haber hecho. (...) Epicteto nos explica que el arrepentimiento es una pérdida de nuestra energía emocional. No podemos cambiar el pasado porque está fuera de nuestro control. Podemos, y debemos, aprender de él, pero las únicas situaciones sobre las que podemos actuar son las del aquí y las del ahora".
POR QUÉ RECUPERAR HOY EL ESTOICISMO
El éxito de esta corriente en el mundo actual es más que lógico, pues es una filosofía perfecta para un mundo hostil. Es una forma de pensar que siempre se pregunta 'qué puedo hacer yo' para mejorar mis circunstancias (y también que no puedo hacer, como ya hemos visto) por lo que deja al margen una actitud victimista donde el individuo no pudiera hacer nada.
El estoicismo habla de círculos de acción, por lo que a pesar de que se le haya tachado de individualista no es exactamente así: la realidad que proclama es que si uno quiere ayudar al mundo debe empezar por el círculo del yo, su castillo interior; luego, como círculos concéntricos, se extendería el de la familia; y luego el del grupo o comunidad; luego tu ciudad; luego tu país... pero sí es cierto que para esta corriente ese sería el orden.
Además, la ventaja del estoicismo en la era moderna es que podría ser compatible con distintas religiones, con un claro espíritu panteísta, habla de una fuerza superior, el Logos, que podría encajar con varios conceptos de Dios. La doctrina estoica, que consideraba esencial a cada persona como miembro de una familia universal, ayudó a romper barreras regionales, sociales y raciales, y a preparar el camino para la propagación de una especie de religión universal.
Esta filosofía fue también pionera en lo que hoy conocemos como mindfulness, Epicteto habla del término 'prosoche', que significa atención consciente, dignificar aquello que hacemos poniéndole atención y cariño a las cosas, porque de esa forma las que te gustan son más placenteras y las que no se hacen más llevaderas.
CÓMO PONER EN PRÁCTICA EL ESTOICISMO
Esta corriente habla de 3 tótems que podemos trabajar día a día: deseo, acción y consentimiento (también se le llama juicio).
El deseo trata de discernir lo que deberías de desear de lo que no, uno debería preguntarse si está deseando cosas sobre las que no tiene control.
El juicio se refiere a la 1ª apreciación que se tiene de las cosas, cómo interpreto el mundo que me rodea, Marco Aurelio recomendaba "no añadir nada subjetivo" a la 1ª impresión, porque esas impresiones son lo que nos llega por los sentidos, pero no tenemos que confiar en ellas, sino que nos deberíamos preguntar qué añado yo a esas cosas, si le añado juicios o prejuicios.
La acción se refiere a la forma de comportarse, que debería estar siempre regulada por los 4 valores principales del estoicismo: sabiduría, coraje, justicia y templanza.
Esta última tiene una especial importancia y se refiere al autocontrol, ser capaz de gobernarse ante los excesos. El fin de todas estas enseñanzas es acercarnos a la ataraxia, que es la serenidad, a base de buenas acciones. Casi nada...
TE PUEDE INTERESAR:
16 experiencias filosóficas para hacer en casa.
El juicio se refiere a la 1ª apreciación que se tiene de las cosas, cómo interpreto el mundo que me rodea, Marco Aurelio recomendaba "no añadir nada subjetivo" a la 1ª impresión, porque esas impresiones son lo que nos llega por los sentidos, pero no tenemos que confiar en ellas, sino que nos deberíamos preguntar qué añado yo a esas cosas, si le añado juicios o prejuicios.
La acción se refiere a la forma de comportarse, que debería estar siempre regulada por los 4 valores principales del estoicismo: sabiduría, coraje, justicia y templanza.
Esta última tiene una especial importancia y se refiere al autocontrol, ser capaz de gobernarse ante los excesos. El fin de todas estas enseñanzas es acercarnos a la ataraxia, que es la serenidad, a base de buenas acciones. Casi nada...
TE PUEDE INTERESAR:
16 experiencias filosóficas para hacer en casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola, solo se podra responder a los comentarios o preguntas si nos indicas un email de contacto.