sábado, 11 de febrero de 2023

¿Hace falta el matrimonio para criar y educar a un hijo? ¿Vientres de alquiler?

La copaternidad
en 1ª persona: "Busqué a una mujer con quien tener un hijo y lo criamos juntos".
Fernando optó por un nuevo modelo de familia, una en la que tener un niño en común con alguien sin relación sentimental de por medio. Se apuntó a una web para conocer a una mujer con sus mismos deseos y la encontró. Hoy ese proyecto que iniciaron con ilusión está a punto de cumplir 5 años.
MAR MUÑIZ, 10 febrero 2023 
Que las familias ya no son lo que eran lo sabemos desde hace tiempo. El modelo clásico de padre-madre-hijo/s no caduca, por supuesto, pero ya no es exclusivo en las sociedades del siglo XXI. Hay madres solteras por elección propia, parejas homosexuales que tienen descendencia y hasta criaturas que viven entre adultos poliamorosos. 
O sea, liquidez en estado puro, que diría el filósofo Zygmunt Bauman.

En una época en la que, además, hombres y mujeres tienen hijos cada vez más tarde, cuando sienten que ha llegado su momento, no están para experimentos. La edad aprieta y no hay más remedio que ir al grano. Esta combinación de factores es el germen de las agencias de copaternidad, unos 'celestinos' que buscan el match entre personas, pero cuyo fin nada tiene que ver con el amor de toda la vida.

El 'palabro', extraño todavía, consiste en hombres y mujeres que quieren ser padres al margen de una relación sentimental. Para llegar a este punto, han tenido que deconstruir la pareja tradicional y han dejado de depositar en una sola persona todos sus anhelos de amor, sexo, paternidad, etc. 
Lo habitual en estas relaciones es consumar su deseo en una clínica de reproducción asistida. El fin que buscan, paradójicamente, es huir de la liquidez de las parejas convencionales, mucho menos sólidas hoy que hace décadas.

Fernando es un nombre inventado detrás del que hay un hombre de 45 años, centroeuropeo y afincado en Barcelona. Aunque la copaternidad le parece una buena idea, prefiere mantener el anonimato porque su historia no solo le compete a él. "Soy gay. Siempre quise tener hijos, pero esperaba una pareja perfecta que no llegaba. Pensé en la gestación subrogada, pero tampoco cuajó. Conocí el concepto de la copaternidad, me apunté en una página y empecé a hablar con gente", explica.
"Conocí a 3 o 4 personas hasta que di con la madre de mi hijo".

Fernando encontró allí perfiles de todo tipo y de distinta orientación sexual. Habló con 3 o 4 personas hasta que conoció a la madre de su hijo. 
Clínica de reproducción asistida mediante, aquel proyecto que comenzaron con mucha ilusión es hoy un niño que está a punto de cumplir 5 años.
"Es muy importante que conectes con la otra persona a nivel humano y también con sus expectativas. Nosotros nos conocimos durante unos meses y desde el principio ninguno quería una custodia compartida", cuenta. El niño vive con la madre y él tiene un régimen de visitas: "Somos como los padres separados, pero desde el principio".

Fernando recomienda a futuros copadres y comadres redactar un convenio detallado y ratificarlo en un juzgado. En su momento, ellos solo firmaron un acuerdo privado que ha ocasionado algunas asperezas entre las partes, aunque tiene claro su veredicto: "Estoy muy contento de haber elegido esta vía. Amo a mi hijo", sentencia.

El niño asume su familia con total naturalidad: "Acepta que su padre y su madre tienen entornos distintos y lo vive con normalidad. Cuando hacemos planes juntos es cierto que le hace mucha ilusión", reconoce.
Maria del Mar: "Hace 4 meses que conozco al que puede ser el copadre de mi hijo".

Maria del Mar es el nombre ficticio de una mujer de 41 que prefiere no revelar su identidad. Hace 4 meses conoció al que, si todo va bien, será el copadre de su hijo y explica sus razones para salirse del corsé tradicional: "El amor romántico te ciega y luego llegan los divorcios. Lo veo en mi entorno. En esas rupturas de pareja sufren los niños", afirma.
Llegar a esa decisión no ha sido fácil, porque ha requerido disociar el amor de la maternidad y eso, admitámoslo, es un ejercicio que exige consciencia y voluntad: "Es una decisión muy meditada. No sé qué pasará en el futuro, pero ahora lo veo muy claro", zanja.

"Económicamente puedo tener un hijo sola [es jefa de equipo en una empresa internacional de logística], pero no es mi opción. Quiero que mi hijo tenga 2 referentes y contar con el apoyo de alguien por si me pasa algo", reconoce. Tuvo pareja estable hace unos años y hablaron de niños, pero una carrera profesional llena de viajes no dejaba hueco para un bebé. "Nunca era el momento. Me separé y pensé '¿ahora qué?'", admite.

Llegaron otras relaciones, congeló sus óvulos y "sabía que llegaría el momento de la maternidad". Y llegó. Hace unos meses se apuntó a una agencia de copaternidad. "Organizaron una quedada y un chico y yo llevamos viéndonos 4 meses. Todo ha sido muy fluido", afirma. 
Tienen citas 1 vez por semana: "Hemos hablado mucho de nosotros. Los 2 queremos formar una familia, un equipo, y pronto voy a presentárselo a mi madre". Uno de sus planes próximos es hacer una escapada para convivir y seguir dándole forma a su proyecto.

Enamorarse del copadre no entra en sus planes (ni viceversa), aunque, por supuesto, sí contempla tener parejas sentimentales: "Si conozco a alguien es probable que también él tenga hijos. No lo veo un problema", dice. Si todo avanza como hasta ahora, a mitad de año acudirán a una clínica de reproducción asistida para buscar un embarazo. "Lo vivo con mucha ilusión", concluye.

¿Cómo funcionan las plataformas y agencias de copaternidad?
David Reyes es fundador de la comunidad online Copaping, una suerte de red social creada en 2021 en la que hay inscritas 12.000 personas interesadas en la copaternidad y nuevos modelos de familias
Sus principios se basan en el respeto a la diversidad y la flexibilidad. 
Cada usuario puede registrarse gratis y existe una opción de pago con más contenidos por 15 € mensuales.

Su función es poner en contacto a copadres y comadres, aunque no es un 'tinder': "Yo no creo en el 'match' que sí funciona en otras aplicaciones. La copaternidad debe ser responsable, las personas deben investigar mucho, hablar y compartir", dice Reyes. 
"En realidad, no es algo revolucionario. Siempre ha habido amigos que han tenido hijos, solo que no ha tenido visibilidad", asegura.

En Copaping la mayoría de sus usuarios son mujeres solteras de más de 35 años y hombres gays. "Los homosexuales no tenemos fácil ser padres. Yo mismo me lo planteé, pero no encontré una comunidad con la que sentirme identificado. Por eso creé Copaping", declara.
Para él las ventajas de criar entre 2 son sobre todo logísticas pero, ojo, niega que esto sea un acuerdo práctico y frío: "Hay mucho amor en la copaternidad. A este proceso llegan personas muy ilusionadas y estos niños son muy deseados", concluye.

Carmen Balaguer es antropóloga y está detrás de la agencia Copaternidad Barcelona. Después de darle vueltas al asunto y comprobar que en otros países ya existían empresas para encontrar personas con las que tener un hijo, decidió darle cuerpo profesional a su proyecto profesional en 2021.
"Es una frase común entre amigos la de 'si a los 40 no somos padres, lo hacemos juntos'. Pero no todo el mundo tiene a alguien a quien plantearle eso", dice Balaguer. Para eso están ellos. Ella es muy cuidadosa en el modo de explicar cómo funcionan agencias como la suya, porque quiere desterrar la falsa idea de que "se trata de tener hijos con un desconocido".

No hace públicos los perfiles en la web porque, precisamente, no se trata de una aplicación de citas. "Esto no funciona así. Nosotros pasamos un cuestionario para que la persona conteste a cuestiones básicas, hacemos una entrevista y hasta pedimos un informe de antecedentes penales y delitos sexuales", explica. Con esa información ven con quién puede encajar y si ambas partes están de acuerdo, se facilitan los teléfonos.

"Las parejas empiezan a quedar y nosotros hacemos un seguimiento. Suele ser una vez a la semana y en esas citas deben salir temas importantes sobre cómo quieren ser padres. No se trata de forzar, pero hay conversaciones importantes que tienen que salir", dice. 
Se refiere a cuestiones del estilo de cómo va a ser su relación durante el embarazo, cuál será el orden de los apellidos, cómo gestionarán la vida diaria de su hijo, cuál será el reparto de las bajas de paternidad, la custodia, cómo será su educación, el colegio, etc.

Cuentan, además, con el asesoramiento de psicólogos y abogados, que apoyan el proceso y cuando todo está claro, los acuerdos alcanzados se plasman por escrito. "Se crea un clima de complicidad muy intenso porque ambos son conscientes de que la copaternidad es un gran proyecto. Además, la gente quiere conocer todo de la otra persona, lo bueno y lo malo, para no llevarse sorpresas", explica Carmen Balaguer.

"No es cuestión de conocerse durante 2 o 3 meses"
Desde Copaternidad Barcelona insisten en que para saber si 2 personas son compatibles para tener un hijo es necesario conocerse muy bien, algo que "no es cuestión de 2 ni 3 meses". Balaguer aclara que la cosa ronda entre los 6 meses y 1 año. "Ahora mismo tenemos a 10 o 12 parejas formadas que están decididas. Es un proceso muy lento, y es normal que así sea. Se trata de verse como a un familiar. El día que nazca el 1º niño va a ser muy emocionante", reconoce.

¿Qué pasa si esa pareja se enamora? 
"No es la idea, pero puede pasar. La gente que recurre a nosotros lo tiene muy meditado y no toman decisiones a la ligera. Han llegado a la conclusión de que buscas a alguien idóneo para tener un hijo pero dejando aparte la relación sentimental", sostiene. 
El perfil de mujeres que acude a su agencia tiene entre 33 y 43 años. 
Los chicos, un poco mayores: entre 37 y 47. En cualquier caso, son personas formadas, con alto nivel económico y "cultivadas culturalmente".

En contra de lo que muchos podrían pensar, Balaguer asegura que ahora ellas se empiezan a animar más a utilizar esta vía: "Al principio había más hombres. Ellos no le dan muchas vueltas. Son conscientes de que la vida cambia y las parejas también, así que dan más el paso. Las mujeres se informan mucho y se lo piensan más".

Todo atado y bien atado
Isabel Winkels es directora de Winkels Abogados, abogada de Familia y vicedecana del Colegio de la Abogacía de Madrid. Como experta, considera que hay que ser muy cuidadoso en los acuerdos dentro de este tipo de relaciones.
"Hay que tener en cuenta absolutamente todo. Hay muchas rupturas de parejas en las que los integrantes han convivido, se conocen muchísimo y aun así hay problemas por los hijos, las custodias, las visitas, las pensiones, la religión, el tipo de colegio...", afirma. 
Por eso, cree que este modelo de familia tampoco escapa, más al contrario, de posibles divergencias: "Desde materias éticas y políticas hasta si hacen o no la Primera Comunión, a qué extraescolares va el niño, cómo se reparten los gastos, cómo va a ser la lactancia, dónde vivirá... Cualquier cosa puede complicarse", insiste.

De este modo, Winkels recomienda detallar al máximo un convenio regulador que recoja todos los puntos calientes y prevea la mayor parte de conflictos futuros posibles. "Este documento debe ser redactado por un profesional especializado y después llevarlo al juzgado para que tenga fuerza ejecutiva. No sirve con firmar un acuerdo privado ante notario. Eso es una declaración de voluntades, pero poco más", sentencia.
"Estamos hablando de un niño, un ser vivo, y lo 1º es respetar sus derechos para garantizar que tenga una infancia sin violencia, estable y con amor", concluye la abogada.
Nota: Esperemos a que llegue la Cigueña..... de Paris.

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