Nuria Hernández Castellano, 29/12/2022
Una infidelidad no es fácil de superar y las cosas se complican cuando se produce dentro de una relación de pareja estable o un matrimonio.
Cuando se conoce que la otra persona nos ha sido infiel, se produce un dolor emocional muy grande, pero no siempre tiene que significar que la relación se vaya a terminar y en algunas ocasiones puede suponer que el matrimonio se haga mucho más fuerte.
Es cierto que cuando un matrimonio vive una infidelidad por parte de 1 de sus 2 miembros, se produce una ruptura en las bases que deberían a priori conformar una relación de este tipo. Se rompe el respeto hacia la otra persona, la confianza y la lealtad, sin duda, 3 conceptos que forman parte de la base de una relación de pareja de este tipo.
Es cierto que cuando un matrimonio vive una infidelidad por parte de 1 de sus 2 miembros, se produce una ruptura en las bases que deberían a priori conformar una relación de este tipo. Se rompe el respeto hacia la otra persona, la confianza y la lealtad, sin duda, 3 conceptos que forman parte de la base de una relación de pareja de este tipo.
Una infidelidad genera una inestabilidad tan grande que complica que se sostenga todo a lo que estamos habituados en la relación.
Según datos de la consultora Yougov para Gleeden, un 42 % de los hombres españoles y un 31 % de las mujeres han sido infieles alguna vez. Lo 1º que deberíamos pensar es por qué se ha producido la infidelidad. Según un estudio de Forktip, los principales motivos de infidelidad tienen que ver con la falta de diversión en la pareja, la ausencia o insatisfacción en las relaciones sexuales dentro del matrimonio o el hecho de que 1 de los 2 haya sido ya infiel con anterioridad.
Según datos de la consultora Yougov para Gleeden, un 42 % de los hombres españoles y un 31 % de las mujeres han sido infieles alguna vez. Lo 1º que deberíamos pensar es por qué se ha producido la infidelidad. Según un estudio de Forktip, los principales motivos de infidelidad tienen que ver con la falta de diversión en la pareja, la ausencia o insatisfacción en las relaciones sexuales dentro del matrimonio o el hecho de que 1 de los 2 haya sido ya infiel con anterioridad.
Los motivos pueden ser muchos y variados y más cuando pensamos que vivimos en un matrimonio feliz y sin ningún tipo de problema.
Entre los factores que contribuyen a una deslealtad se encuentran desde la pérdida de cariño mutuo a problemas de comunicación sobre las necesidades de cada uno, la monotonía, inseguridad, falta de autoestima, un desequilibrio entre lo que da cada una de las personas que conforman el matrimonio o un periodo de estrés o cambios vitales que si no se hablan pueden dar lugar a este tipo de situaciones indeseadas.
Entre los factores que contribuyen a una deslealtad se encuentran desde la pérdida de cariño mutuo a problemas de comunicación sobre las necesidades de cada uno, la monotonía, inseguridad, falta de autoestima, un desequilibrio entre lo que da cada una de las personas que conforman el matrimonio o un periodo de estrés o cambios vitales que si no se hablan pueden dar lugar a este tipo de situaciones indeseadas.
Una infidelidad rompe las bases y la confianza del matrimonio.
Una vez que descubrimos o que la otra persona nos cuenta que nos ha sido infiel, ¿qué hacemos? ¿Cómo actuamos? Lo 1º que debemos saber es que no todas las parejas superan una infidelidad y si la superan, no todas tardan el mismo tiempo en hacerlo. Además, no es lo mismo que la infidelidad haya sido cosa de una noche o que implique sentimientos o un vínculo emocional con otra persona y se haya alargado en el tiempo.
Sea como sea la situación, no va a ser fácil recomponer ese matrimonio, si es lo que los 2 queréis, claro.
Superar una infidelidad en el matrimonio
Como decíamos, no es lo mismo que la infidelidad se lleve a cabo en una pareja de poco tiempo que en un matrimonio con una vida estable y objetivos vitales en común. El 1º paso que deberíamos dar si sucede en el seno del matrimonio es tomarnos las cosas con calma y no precipitarnos con decisiones fruto del dolor que podamos sentir al enterarnos de algo así. Cuando estamos en caliente, es fácil equivocarnos y luego quizá sea tarde para dar marcha atrás.
Recuperarse de una aventura amorosa puede ser uno de los momentos más difíciles en tu vida, así que date tiempo y cuida de ti mismo y de tu salud mental. Piensa en lo que quieres y en lo que no en tu vida a partir de ese momento y analiza si tu matrimonio está en un punto que aunque cueste se puede salvar o es mejor tomar caminos por separado para evitar más sufrimiento.
Una vez que lo sepamos, deberíamos aceptar lo ocurrido. Hay personas que tratan de correr un tupido velo y hacer como que nada ha pasado, pero eso es un error puesto que el problema se enquistará y seguro que en un futuro vuelve a aflorar y tal vez sea más difícil solucionarlo. No huyas del dolor ni te niegues a sufrir si de verdad estás enamorado de la otra persona. Es absolutamente normal sentirnos traicionados y sentir que algo se ha roto dentro de nosotros.
Igual que es positivo darse tiempo para uno mismo y para sentir ese dolor, también es bueno poder expresar lo que sentimos y no guardarnos dentro ese sentimiento. Confía en alguien cercano y si lo necesitas acude a un psicólogo que te ayude a sacar lo que tienes dentro de la mejor manera posible para ti. Si necesitas llorar, hazlo, si necesitas hablar, hazlo también.
Una infidelidad puede suponer que el matrimonio salga reforzado.
Una vez hayas hecho eso, toma una decisión: ¿quieres seguir adelante con tu matrimonio y la otra persona también? ¿Estás dispuesto a perdonar? ¿Vale la pena dar una oportunidad a vuestro proyecto de vida en común? Habla con tu pareja, explícale lo que has sentido este tiempo y tratad de expresar todo lo que sentís el uno por el otro.
Pídele explicaciones si las necesitas, pero no entres en detalles que tal vez solo te harán más daño y de forma innecesaria. Si después de esto decidís daros una nueva oportunidad, asúmelo y tira para adelante. Hablad mucho y entended los motivos de lo que ha sucedido, comprended las carencias de vuestro matrimonio y buscad soluciones en común para crecer juntos.
Ahora toca aprender a perdonar y esto tampoco suele ser una tarea sencilla. El perdón lleva su tiempo y las 2 partes deben entenderlo y respetarlo. No se perdona algo así de la noche a la mañana. Sé sincero y no fuerces la situación. Esa sinceridad debe ser recíproca y el perdón por parte del infiel debe ser honesto y con ánimo de restablecer la conexión que teníais antes de esto.
Ten en cuenta que a veces perdonarse a uno mismo tampoco es sencillo. La comunicación es fundamental para hacerlo porque ahora toca también que la otra persona nos haga recuperar la confianza tras una traición de ese tipo.
Una buena idea sería ir a terapia de pareja con un profesional en la materia. El objetivo es que os enseñe a gestionar vuestras emociones, a descubrir si hay algo que aún no sabéis del otro y sus sentimientos y a remontar ciertos problemas que os pueden haber llevado a esta circunstancia y que de esta forma evitaréis que aparezcan en un futuro.
Una vez hayas hecho eso, toma una decisión: ¿quieres seguir adelante con tu matrimonio y la otra persona también? ¿Estás dispuesto a perdonar? ¿Vale la pena dar una oportunidad a vuestro proyecto de vida en común? Habla con tu pareja, explícale lo que has sentido este tiempo y tratad de expresar todo lo que sentís el uno por el otro.
Pídele explicaciones si las necesitas, pero no entres en detalles que tal vez solo te harán más daño y de forma innecesaria. Si después de esto decidís daros una nueva oportunidad, asúmelo y tira para adelante. Hablad mucho y entended los motivos de lo que ha sucedido, comprended las carencias de vuestro matrimonio y buscad soluciones en común para crecer juntos.
Ahora toca aprender a perdonar y esto tampoco suele ser una tarea sencilla. El perdón lleva su tiempo y las 2 partes deben entenderlo y respetarlo. No se perdona algo así de la noche a la mañana. Sé sincero y no fuerces la situación. Esa sinceridad debe ser recíproca y el perdón por parte del infiel debe ser honesto y con ánimo de restablecer la conexión que teníais antes de esto.
Ten en cuenta que a veces perdonarse a uno mismo tampoco es sencillo. La comunicación es fundamental para hacerlo porque ahora toca también que la otra persona nos haga recuperar la confianza tras una traición de ese tipo.
Una buena idea sería ir a terapia de pareja con un profesional en la materia. El objetivo es que os enseñe a gestionar vuestras emociones, a descubrir si hay algo que aún no sabéis del otro y sus sentimientos y a remontar ciertos problemas que os pueden haber llevado a esta circunstancia y que de esta forma evitaréis que aparezcan en un futuro.
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