lunes, 16 de mayo de 2022

Vender la casa tras el divorcio: ¿por qué conviene llegar a un acuerdo con tu ex?

Si no hay diálogo, las pérdidas de tiempo y de dinero pueden ser considerables.

En un divorcio conviene llegar a un acuerdo para vender la casa.
HELPMYCASH, 15/05/2022 
Divorciarse es una de las situaciones más difíciles de afrontar y es habitual que se generen desacuerdos en la ahora ex-pareja. 
Por ejemplo, en qué hacer con la vivienda familiar: ¿qué pasa si uno de los cónyuges quiere venderla y la otra parte se opone?, ¿se puede obligar al otro a cerrar una compraventa?.
Los expertos del comparador financiero e inmobiliario HelpMyCash.com explican que existe un procedimiento judicial, conocido como división de la cosa común, que obliga a vender la vivienda familiar en caso de divorcio aunque un cónyuge se oponga. En la mayoría de los casos, la venta se lleva a cabo en subasta pública y las condiciones no son beneficiosas para ninguno de los 2. En este contexto, los expertos explican por qué llegar a un acuerdo con la ex-pareja es la opción más ventajosa.
Conviene pactar: Las ganancias serán más bajas si no hay acuerdo.
Una subasta pública implica que el mejor postor, que puede ser cualquier persona interesada, adquiera la vivienda. Los expertos del comparador estiman que el precio de venta en estos casos es entre un 20% y un 30% inferior a lo que podría obtenerse en una venta convencional.Una casa que, en condiciones de mercado, se vendería por 250.000 €, en una subasta pública se vendería por entre 175.000 y 200.000 €”, ilustran.
La parte que sí quiere vender también podría optar por transmitir su parte de la propiedad a una empresa. Este procedimiento se conoce como venta del proindiviso, pero las ganancias también serán inferiores al precio de mercado de la casa
En efecto, suelen ser entre un 35% y un 50% más bajas. 
Pérdida de tiempo.
La venta puede demorarse más de lo esperado si no hay acuerdo.
Pero todavía hay más: la falta de acuerdo no solo repercute sobre el bolsillo de los cónyuges, sino también sobre su tiempo. 
Una venta en subasta pública puede tardar más de 1 año, mientras que una venta convencional puede extenderse entre 1 y 6 meses, dependiendo de la ubicación de la vivienda y del precio que se escoja. 
En cuanto a la venta del proindiviso, el tiempo dependerá del interés que tengan las empresas en adquirir la parte de la propiedad en cuestión.
Cabe mencionar también que ambos procedimientos podrían perjudicar aún más las relaciones familiares, un punto especialmente importante si hay hijos en común. “El procedimiento de división de la cosa común implica la intervención de un juez y estos procesos suelen ser problemáticos y estresantes”, detallan los expertos.
La venta del proindiviso, por su parte, implica que quien decide no vender la vivienda comparta su propiedad con la empresa que adquiera el proindiviso. Esto puede ser incómodo y causar conflictos entre los miembros de la expareja. 
Por todo esto, los expertos de HelpMyCash destacan la importancia de llegar a un acuerdo para vender la vivienda familiar en condiciones de mercado.Esta pérdida de tiempo y de dinero podría evitarse si los cónyuges llegasen a un acuerdo o si solicitasen la intervención de un mediador para conciliar sus intereses”, detallan.
Además, en algunos casos, consultar con una agencia inmobiliaria puede contribuir a resolver los desacuerdos.

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