Claves para afrontar un divorcio: todo lo que debes saber y hacer antes de la separación.
Héctor Chamizo, 26 Sept 2020
Sigue leyendo para ver las cosas que tienes que tener presente si tu cónyuge se quiere divorciar y que no afecte a tu salud económica con el paso del tiempo.
El divorcio no resulta un plato de buen gusto para ninguna pareja. Llevar a cabo el proceso puede arrastrar muchas dificultades y hay que tener en cuenta muchos factores para que todo salga correctamente.
También en el plano de las finanzas personales, puesto que divorciarse puede comprometer los ahorros que se tienen entre los 2 cónyuges.
Pese a que es cierto que el régimen del matrimonio importa, hay una serie de factores que has de tener en cuenta para hacer que económicamente no tengas ningún problema durante el proceso de divorcio: desde contar con un abogado, hasta poner todas las cuentas en común con tu ex pareja.
Contar con un abogado
Un divorcio es un proceso muy complicado y personal, en el que se toman decisiones que van a regir y van a marcar la vida de las personas involucradas. “En este tipo de procesos, es esencial contar con el asesoramiento de especialistas en derecho de familia, que nos expliquen y nos guíen a lo largo del proceso, que luche por nuestros intereses, y eviten la toma de decisiones que puedan perjudicarnos”, comenta para Business Insider España Maite Pozo, abogada independiente.
Según palabras para Business Insider España de Amalia Fernández Doyague, Socia Fundadora del Bufete Fernández Doyague: “Siempre es necesario contratar los servicios de un abogado para llevar a cabo el trámite judicial de una separación o divorcio, y que este adquiera la legalidad y validez que se desea ante los tribunales una vez que la relación de pareja no funciona”.
Por eso, se debe tener en cuenta que un buen o mal abogado puede marcar la diferencia en un procedimiento de divorcio, cuyas consecuencias sufrirás para siempre.
Además, el abogado te asesorará e informará de cuáles son los trámites a seguir, y de cuáles son los deberes u obligaciones de la ex-pareja. “Como expertos en la materia, los abogados tenemos los conocimientos suficientes para comprender el proceso de separación y llegar a un acuerdo entre ambos, haciendo que el divorcio sea lo más sencillo posible,
Héctor Chamizo, 26 Sept 2020
Sigue leyendo para ver las cosas que tienes que tener presente si tu cónyuge se quiere divorciar y que no afecte a tu salud económica con el paso del tiempo.
El divorcio no resulta un plato de buen gusto para ninguna pareja. Llevar a cabo el proceso puede arrastrar muchas dificultades y hay que tener en cuenta muchos factores para que todo salga correctamente.
También en el plano de las finanzas personales, puesto que divorciarse puede comprometer los ahorros que se tienen entre los 2 cónyuges.
Pese a que es cierto que el régimen del matrimonio importa, hay una serie de factores que has de tener en cuenta para hacer que económicamente no tengas ningún problema durante el proceso de divorcio: desde contar con un abogado, hasta poner todas las cuentas en común con tu ex pareja.
Contar con un abogado
Un divorcio es un proceso muy complicado y personal, en el que se toman decisiones que van a regir y van a marcar la vida de las personas involucradas. “En este tipo de procesos, es esencial contar con el asesoramiento de especialistas en derecho de familia, que nos expliquen y nos guíen a lo largo del proceso, que luche por nuestros intereses, y eviten la toma de decisiones que puedan perjudicarnos”, comenta para Business Insider España Maite Pozo, abogada independiente.
Según palabras para Business Insider España de Amalia Fernández Doyague, Socia Fundadora del Bufete Fernández Doyague: “Siempre es necesario contratar los servicios de un abogado para llevar a cabo el trámite judicial de una separación o divorcio, y que este adquiera la legalidad y validez que se desea ante los tribunales una vez que la relación de pareja no funciona”.
Por eso, se debe tener en cuenta que un buen o mal abogado puede marcar la diferencia en un procedimiento de divorcio, cuyas consecuencias sufrirás para siempre.
Además, el abogado te asesorará e informará de cuáles son los trámites a seguir, y de cuáles son los deberes u obligaciones de la ex-pareja. “Como expertos en la materia, los abogados tenemos los conocimientos suficientes para comprender el proceso de separación y llegar a un acuerdo entre ambos, haciendo que el divorcio sea lo más sencillo posible,
afirma Fernández.
La vigilancia del historial de crédito
Una vez que la convivencia familiar comienza a deteriorarse y 1 de los cónyuges se plantea iniciar el procedimiento de divorcio, es necesario recopilar la máxima información posible sobre las operaciones económicas de la familia. “Esto se hace con el fin de conocer los gastos, deudas e ingresos del núcleo familiar y comenzar a preparar la demanda de divorcio basándose en esta documental”, dice Fernández.
En los supuestos de divorcio en los que te puedes encontrar con situaciones controvertidas entre las partes, nunca se sabe si tu ex-pareja realizará un cambio que afecte en el reporte del crédito.
La vigilancia del historial de crédito
Una vez que la convivencia familiar comienza a deteriorarse y 1 de los cónyuges se plantea iniciar el procedimiento de divorcio, es necesario recopilar la máxima información posible sobre las operaciones económicas de la familia. “Esto se hace con el fin de conocer los gastos, deudas e ingresos del núcleo familiar y comenzar a preparar la demanda de divorcio basándose en esta documental”, dice Fernández.
En los supuestos de divorcio en los que te puedes encontrar con situaciones controvertidas entre las partes, nunca se sabe si tu ex-pareja realizará un cambio que afecte en el reporte del crédito.
“Esta cuestión cobra especial importancia sobre todo en aquellos matrimonios casados bajo el régimen de gananciales en los que el patrimonio a dividir es cuantioso”, resalta Poza.
En el caso de existencias de créditos, las abogadas recomiendan de recopilar la titularidad de los mismos, el destino del crédito, los desembolsos realizados, desde qué cuentas se han realizado, y el planteamiento para encarar el destino de dicho crédito.
Poner las cuentas en común
Durante el matrimonio, se presume que el gasto del dinero existente en cuentas corrientes de titularidad común se realiza para el sostenimiento de la familia.
Si bien, una vez que comienza la ruptura matrimonial, y en el caso de que no sea una ruptura amistosa, suele conllevar que 1 de los cónyuges realice disposiciones del dinero existente en la cuenta común para beneficio propio, o incluso suscribir un contrato de crédito a pagar desde dicha cuenta.
“Estas acciones tendrán su repercusión en el proceso de liquidación de gananciales, en las que el cónyuge que haya sustraído el dinero deberá acreditar si el gasto era para el sostenimiento de la familia, en caso contrario se considera realizado en beneficio propio”, asevera Fernández. Si bien hasta entonces, el otro cónyuge quedará desprotegido y vulnerable económicamente.
Con el fin de evitar este tipo de problemas, la principal recomendación es que, en el caso de iniciar un procedimiento de divorcio, cada 1 de los cónyuges se reparta el 50% del dinero existente en las cuentas comunes y se proceda a cerrar las mismas.
La protección de los ahorros
Lo 1º de todo, es que debes tener en cuenta que la protección de tu patrimonio dependerá del régimen económico matrimonial que rija en el mismo.
“La problemática en torno al mantenimiento de los ahorros se vería aún más reducida en aquellos supuestos en los que el régimen establecido por los cónyuges fuera el de separación de bienes y cada uno de ellos mantuviera su independencia económica”, explica Poza.
No obstante, en aquellos supuestos en los que se sea propietario de dinero en común, es preciso disponer de una cuenta conjunta en la que ambos sean titulares y haya sido abierta y esté firmada por ambos.
En el caso de existencias de créditos, las abogadas recomiendan de recopilar la titularidad de los mismos, el destino del crédito, los desembolsos realizados, desde qué cuentas se han realizado, y el planteamiento para encarar el destino de dicho crédito.
Poner las cuentas en común
Durante el matrimonio, se presume que el gasto del dinero existente en cuentas corrientes de titularidad común se realiza para el sostenimiento de la familia.
Si bien, una vez que comienza la ruptura matrimonial, y en el caso de que no sea una ruptura amistosa, suele conllevar que 1 de los cónyuges realice disposiciones del dinero existente en la cuenta común para beneficio propio, o incluso suscribir un contrato de crédito a pagar desde dicha cuenta.
“Estas acciones tendrán su repercusión en el proceso de liquidación de gananciales, en las que el cónyuge que haya sustraído el dinero deberá acreditar si el gasto era para el sostenimiento de la familia, en caso contrario se considera realizado en beneficio propio”, asevera Fernández. Si bien hasta entonces, el otro cónyuge quedará desprotegido y vulnerable económicamente.
Con el fin de evitar este tipo de problemas, la principal recomendación es que, en el caso de iniciar un procedimiento de divorcio, cada 1 de los cónyuges se reparta el 50% del dinero existente en las cuentas comunes y se proceda a cerrar las mismas.
La protección de los ahorros
Lo 1º de todo, es que debes tener en cuenta que la protección de tu patrimonio dependerá del régimen económico matrimonial que rija en el mismo.
“La problemática en torno al mantenimiento de los ahorros se vería aún más reducida en aquellos supuestos en los que el régimen establecido por los cónyuges fuera el de separación de bienes y cada uno de ellos mantuviera su independencia económica”, explica Poza.
No obstante, en aquellos supuestos en los que se sea propietario de dinero en común, es preciso disponer de una cuenta conjunta en la que ambos sean titulares y haya sido abierta y esté firmada por ambos.
Y es que en el caso de que los cónyuges hayan contraído matrimonio en gananciales, se debe conocer que únicamente parte de los bienes conservan su carácter privativo, como por ejemplo el dinero percibido de herencias o donaciones.
En este caso, y con el fin de proteger nuestro patrimonio, se debe de reflejar por escrito el destino del mismo. “Por ejemplo, en el caso de que parte del dinero percibido por una herencia se destine a la compra de la vivienda habitual, la aportación que realice el cónyuge deberá reflejarse en la escritura de compraventa, especificándose la cuantía de dinero aportada, entendiéndose que posteriormente el reparto se realizará dependiendo de las aportaciones de cada cónyuge”, describe Fernández.
Otras recomendaciones
Desde el inicio de tu relación debes conocer el dinero que tienes, cuánto aportas al sostenimiento de la familia, y cuánto aporta tu cónyuge, diferenciando y especificando las cuentas bancarias, hipotecas, inversiones y otros activos.
En este caso, y con el fin de proteger nuestro patrimonio, se debe de reflejar por escrito el destino del mismo. “Por ejemplo, en el caso de que parte del dinero percibido por una herencia se destine a la compra de la vivienda habitual, la aportación que realice el cónyuge deberá reflejarse en la escritura de compraventa, especificándose la cuantía de dinero aportada, entendiéndose que posteriormente el reparto se realizará dependiendo de las aportaciones de cada cónyuge”, describe Fernández.
Otras recomendaciones
Desde el inicio de tu relación debes conocer el dinero que tienes, cuánto aportas al sostenimiento de la familia, y cuánto aporta tu cónyuge, diferenciando y especificando las cuentas bancarias, hipotecas, inversiones y otros activos.
Eso tiene que quedar claro, aunque parezca una obviedad.
“Es increíble la cantidad de personas que llegan a nuestro despacho desconociendo sus gastos e ingresos totales, o incluso la cuantía por la que se suscribió un préstamo o cuanto les resta por pagar del mismo”, apunta Fernández.
De ahí a que se deba tener en cuenta que, en materia económica, el divorcio se va a regir por el régimen económico que hayan pactado los cónyuges (gananciales, separación de bienes o participación).
“Es increíble la cantidad de personas que llegan a nuestro despacho desconociendo sus gastos e ingresos totales, o incluso la cuantía por la que se suscribió un préstamo o cuanto les resta por pagar del mismo”, apunta Fernández.
De ahí a que se deba tener en cuenta que, en materia económica, el divorcio se va a regir por el régimen económico que hayan pactado los cónyuges (gananciales, separación de bienes o participación).
“Por ello, es esencial que previamente a contraer matrimonio, se acuda a un abogado matrimonialista para recibir información sobre lo que conlleva cada régimen económico y lo más beneficioso para cada uno”, añade.
“Podrían adaptarse muchas medidas, aunque todo dependerá de la relación de confianza y de respeto que se mantenga entre la pareja que se está divorciando, ya que en cada uno de ellos concurrirán una serie de circunstancias”, concluye Poza.
“Podrían adaptarse muchas medidas, aunque todo dependerá de la relación de confianza y de respeto que se mantenga entre la pareja que se está divorciando, ya que en cada uno de ellos concurrirán una serie de circunstancias”, concluye Poza.
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