.......... el nuevo fenómeno social detrás de los divorcios.
Tras 15 años de convivencia, los miembros de la pareja se dan cuenta de que su evolución ha sido desigual.
Laura Daniele, @laurasdaniele, Madrid, 01/10/2019
17 años fue la duración media de los matrimonios que se rompieron el año pasado. La mayoría de los cónyuges que decidieron poner fin a la convivencia tenían entre 40 y 49 años. Los demógrafos y sociólogos han descubierto que entre las causas de los divorcios hay una nueva. La llaman «síndrome de la asimetría». Las parejas ya no solo se separan por una infidelidad o problemas económicos. Ahora también lo hacen porque después de 15 años de convivencia se dan cuenta de que su evolución ha sido desigual.
«La persona evoluciona, cambia y se da cuenta de que ya no comparte con su pareja las mismas expectativas y el proyecto común se rompe», explica, la profesora de Geografía Humana en la Universidad CEU-San Pablo, Mª Jesús Lago.
Este «desarrollo en paralelo de los miembros de la pareja» explica –según la geógrafa– que la mayoría de las rupturas se produzcan entre los 40 y 49 años, cuando la persona vive una etapa de consolidación laboral. «La igualdad de la mujer también ha influido porque ahora ya no se conforma con relegar su profesión por el cuidado de los hijos. Antes cedía ahora no», indica Lago, quien insiste en que los roles de la pareja están cambiando y eso provoca que sean ellas las que pidan en su mayoría el divorcio a partir de los 45 años cuando sus vidas profesionales están asentadas.
Desde el inicio de la crisis económica se producen menos divorcios pero también menos matrimonios. En 2018, se registraron 99.444 disoluciones matrimoniales (entre nulidades, separaciones y divorcios). Un 2,8% menos que un año antes y muy lejos de las 145.919 disoluciones que se producían en 2006. Según la estadística hecha pública este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los matrimonios que rompen tienen una duración media de 16,8 años y la mayoría de las disoluciones se producen por mutuo acuerdo (77,7%). Además en el 61,6% de los casos, la custodia de los hijos menores se otorga a la madre, pese a que crecen las sentencias con custodia compartida (33,8%).
«Hay menos divorcios pero también hay menos matrimonios. Ante una situación de desventaja, como ha sido la pasada crisis económica, las parejas no han dado el paso tanto como para casarse como para divorciarse. Además cada vez hay más parejas de hecho o situaciones de convivencia que no acaban en matrimonio», explica la profesora Lago. Desde 2004, la tasa de nupcialidad ha pasado de los 5 matrimonios por cada mil habitantes a solo 3,45 en 2018. El año pasado, en concreto, se casaron un 5,9% de parejas menos que el año anterior.
Ceuta, Comunidad Valencia y Cataluña son las ciudades y comunidades con las mayores tasas de ruptura (2,4 por cada 1.000 habitantes). Le siguen Canarias, Islas Baleares y Murcia.
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