larazon.es, Madrid.08 de mayo de 2018.
Según los datos estadísticos del INE del pasado año 373.700 hogares españoles están formados por familias monoparentales en las que son los hombres en solitario son los que asumen la crianza de sus hijos. El modelo familiar tradicional convive con nuevas fórmulas que aunque aparentemente son distintas, todas confluyen en un propósito claro: la educación responsable y respetuosa de sus hijos. Carlos Miguel Fernández, nos da las claves.
Los cambios sociales y familiares han dado lugar a nuevos modelos familiares en los que tanto mujeres como hombres ha asumido un rol de corresponsabilidad a la hora de compartir tareas en el hogar y asumir con compromiso la crianza de los hijos.
Este hecho se ve incrementado cuando tras un divorcio la unidad familiar se divide. Cada vez son más los hogares en los que el hombre asume en solitario la educación de sus hijos, ya sea de manera exclusiva o de forma compartida según el régimen de custodia que se acuerde tras una ruptura conyugal.
En ningún caso esta ruptura debe ser un motivo para que la relación con los hijos se resienta o les afecte. Según el coach especialista en la gestión del divorcio para hombres, Carlos Miguel Fernández, “el divorcio termina con la familia pero no se debe permitir que la relación con los hijos se vea mermada por ello, incluso si no se les puede ver tanto como se desearía.” Y añade: “Lo importante es emplear el tiempo con ellos de la mejor manera posible y sobre todo ser pro-activo y tener unas ideas claras sobre cómo afrontar la difícil tarea de criar a tus hijos tras un divorcio o separación.”
Fortalecer los lazos con tus hijos
Tras una separación mantener al margen a los hijos es una tarea complicada, pero al menos proteger con ciertas pautas para que los pequeños no se vean desbordados por la nueva situación.
Carlos M. Fernández nos ofrece estos 5 útiles consejos que consolidan la relación paterno filial a la vez que ayudan a los más pequeños a afrontar la nueva coyuntura familiar.
1. Sé fuerte delante de ellos. Tal vez tu estado anímico no es muy bueno tras la ruptura pero no debes exteriorizar esas emociones delante de tus hijos. Los niños necesitan seguridad y para eso deben sentir que su padre es una persona fuerte que puede atravesar momentos difíciles con entereza.
No debes hablar con pena o adoptando el papel de víctima. Céntrate en lo positivo y habla con optimismo sobre la situación. La familia se ha roto pero la vida sigue y los niños deben sentir que su futuro va a ser positivo y feliz, el dramatismo y el victimismo solo pueden llevar a que los niños se sientan peor.
2. Predica con el ejemplo. Muchos padres se limitan a dar instrucciones a sus hijos mientras su comportamiento denota lo contrario. Padres que no leen intentan inculcar a sus hijos el hábito de la lectura o quieren que se pongan a estudiar mientras ellos pasan gran parte de su tiempo libre viendo la televisión.
Los hijos aprenden con el ejemplo. Cuando estés con ellos debes adoptar los comportamientos que te gustaría ver en ellos, desde la alimentación hasta hábitos como leer, hacer deporte o demostrar autocontrol.
3. Respeta a su madre. Uno de los peores errores que se pueden cometer es el de hablar mal del otro padre a los hijos. Los niños no tienen el mismo vínculo con su madre que has tenido tú y aunque la otra persona puede que te haya hecho daño o vuestra relación no sea muy buena debes respetar la relación que ellos mantienen. No es necesario estar halagando o hablando bien de tu ex pareja, simplemente céntrate en tus circunstancias y no hables de la otra parte. Si los niños te comentan algo al respecto respétalo pero no preguntes más si no te sientes cómodo.
Cuando tengas una nueva relación es importante que no le presentes a tus hijos hasta pasado un tiempo y cuando consideres que puede ser una relación duradera. Los niños van a crear vínculos con las personas que conozcas y mucha inestabilidad puede ser muy perjudicial para ellos. También debes valorar si la otra persona es una influencia positiva para tus hijos, si no es así tal vez sea mejor mantener la relación al margen de ellos o encontrar a alguien que sí lo sea.
Si tu nueva relación conoce a tus hijos nunca la presentes como un nuevo miembro de la familia. La familia es muy importante y esa nueva persona para ellos no forma parte. Tal vez con el tiempo puedan tener una relación más profunda con tu nueva pareja pero en circunstancias normales nadie puede sustituir a un padre o a una madre. El vínculo que la nueva persona tenga con tus hijos debe ganárselo, no debes imponerlo tú desde un principio.
4. Eres el padre de tus hijos, no su amigo. Después de un divorcio es lógico sentir lástima por los hijos, que en ocasiones son los más afectados, y ser muy blando con ellos. Darles dulces o regalos constantemente o intentar convertirte en su amigo no es la solución.
Los niños deben entender que eres su padre y para eso hay que poner límites y normas. La edad de los niños y el tiempo desde el divorcio son dos aspectos que debes valorar pero transcurrido un tiempo se debe volver a la normalidad e intentar que la rutina y la manera de educar sea la misma que tendrían en caso de no haberse producido el divorcio.
5. Crea nuevos recuerdos. Salir de vacaciones con tus hijos o buscar actividades fuera de la rutina puede ser agotador, pero es imprescindible para poder crear un ambiente agradable y fortalecer vuestra relación.
Pasa todo el tiempo que puedas con ellos y planifica actividades para hacer juntos. Puede ser algo tan sencillo como una excursión, visitar un zoo, un acuario, hacer deporte juntos o llevarles a un parque de atracciones.
Lo importante, en palabras del experto, es que los niños “sean felices. Sin duda eso les ayudará a ver con mucho más optimismo la nueva etapa que están viviendo y a quitar importancia a un hecho tan sumamente doloroso como puede ser un divorcio.” Una educación responsable y respetuosa es la clave para afrontar esta etapa con éxito.
Los cambios sociales y familiares han dado lugar a nuevos modelos familiares en los que tanto mujeres como hombres ha asumido un rol de corresponsabilidad a la hora de compartir tareas en el hogar y asumir con compromiso la crianza de los hijos.
Este hecho se ve incrementado cuando tras un divorcio la unidad familiar se divide. Cada vez son más los hogares en los que el hombre asume en solitario la educación de sus hijos, ya sea de manera exclusiva o de forma compartida según el régimen de custodia que se acuerde tras una ruptura conyugal.
En ningún caso esta ruptura debe ser un motivo para que la relación con los hijos se resienta o les afecte. Según el coach especialista en la gestión del divorcio para hombres, Carlos Miguel Fernández, “el divorcio termina con la familia pero no se debe permitir que la relación con los hijos se vea mermada por ello, incluso si no se les puede ver tanto como se desearía.” Y añade: “Lo importante es emplear el tiempo con ellos de la mejor manera posible y sobre todo ser pro-activo y tener unas ideas claras sobre cómo afrontar la difícil tarea de criar a tus hijos tras un divorcio o separación.”
Fortalecer los lazos con tus hijos
Tras una separación mantener al margen a los hijos es una tarea complicada, pero al menos proteger con ciertas pautas para que los pequeños no se vean desbordados por la nueva situación.
Carlos M. Fernández nos ofrece estos 5 útiles consejos que consolidan la relación paterno filial a la vez que ayudan a los más pequeños a afrontar la nueva coyuntura familiar.
1. Sé fuerte delante de ellos. Tal vez tu estado anímico no es muy bueno tras la ruptura pero no debes exteriorizar esas emociones delante de tus hijos. Los niños necesitan seguridad y para eso deben sentir que su padre es una persona fuerte que puede atravesar momentos difíciles con entereza.
No debes hablar con pena o adoptando el papel de víctima. Céntrate en lo positivo y habla con optimismo sobre la situación. La familia se ha roto pero la vida sigue y los niños deben sentir que su futuro va a ser positivo y feliz, el dramatismo y el victimismo solo pueden llevar a que los niños se sientan peor.
2. Predica con el ejemplo. Muchos padres se limitan a dar instrucciones a sus hijos mientras su comportamiento denota lo contrario. Padres que no leen intentan inculcar a sus hijos el hábito de la lectura o quieren que se pongan a estudiar mientras ellos pasan gran parte de su tiempo libre viendo la televisión.
Los hijos aprenden con el ejemplo. Cuando estés con ellos debes adoptar los comportamientos que te gustaría ver en ellos, desde la alimentación hasta hábitos como leer, hacer deporte o demostrar autocontrol.
3. Respeta a su madre. Uno de los peores errores que se pueden cometer es el de hablar mal del otro padre a los hijos. Los niños no tienen el mismo vínculo con su madre que has tenido tú y aunque la otra persona puede que te haya hecho daño o vuestra relación no sea muy buena debes respetar la relación que ellos mantienen. No es necesario estar halagando o hablando bien de tu ex pareja, simplemente céntrate en tus circunstancias y no hables de la otra parte. Si los niños te comentan algo al respecto respétalo pero no preguntes más si no te sientes cómodo.
Cuando tengas una nueva relación es importante que no le presentes a tus hijos hasta pasado un tiempo y cuando consideres que puede ser una relación duradera. Los niños van a crear vínculos con las personas que conozcas y mucha inestabilidad puede ser muy perjudicial para ellos. También debes valorar si la otra persona es una influencia positiva para tus hijos, si no es así tal vez sea mejor mantener la relación al margen de ellos o encontrar a alguien que sí lo sea.
Si tu nueva relación conoce a tus hijos nunca la presentes como un nuevo miembro de la familia. La familia es muy importante y esa nueva persona para ellos no forma parte. Tal vez con el tiempo puedan tener una relación más profunda con tu nueva pareja pero en circunstancias normales nadie puede sustituir a un padre o a una madre. El vínculo que la nueva persona tenga con tus hijos debe ganárselo, no debes imponerlo tú desde un principio.
4. Eres el padre de tus hijos, no su amigo. Después de un divorcio es lógico sentir lástima por los hijos, que en ocasiones son los más afectados, y ser muy blando con ellos. Darles dulces o regalos constantemente o intentar convertirte en su amigo no es la solución.
Los niños deben entender que eres su padre y para eso hay que poner límites y normas. La edad de los niños y el tiempo desde el divorcio son dos aspectos que debes valorar pero transcurrido un tiempo se debe volver a la normalidad e intentar que la rutina y la manera de educar sea la misma que tendrían en caso de no haberse producido el divorcio.
5. Crea nuevos recuerdos. Salir de vacaciones con tus hijos o buscar actividades fuera de la rutina puede ser agotador, pero es imprescindible para poder crear un ambiente agradable y fortalecer vuestra relación.
Pasa todo el tiempo que puedas con ellos y planifica actividades para hacer juntos. Puede ser algo tan sencillo como una excursión, visitar un zoo, un acuario, hacer deporte juntos o llevarles a un parque de atracciones.
Lo importante, en palabras del experto, es que los niños “sean felices. Sin duda eso les ayudará a ver con mucho más optimismo la nueva etapa que están viviendo y a quitar importancia a un hecho tan sumamente doloroso como puede ser un divorcio.” Una educación responsable y respetuosa es la clave para afrontar esta etapa con éxito.
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