Fuente: © 2012 por Harvard University
El postparto se refiere al periodo inmediatamente posterior al nacimiento del bebé. Cuando una mujer tiene fuertes síntomas de depresión durante este periodo, se dice que tienen depresión postparto.
La depresión posparto no es lo mismo que la depresión leve (o baby blues) que es una condición mucho más común que afecta como a un 30% de las mujeres que dan a luz. Dado los cambios hormonales durante las semanas posteriores al nacimiento, las mujeres que acaban de ser madres a menudo están emocionalmente sensibles y tienden a llorar fácilmente. La depresión leve es molesta, pero generalmente no interfiere con las actividades de una mamá, y este estado casi siempre desaparece en unas pocas semanas.
La depresión posparto es diferente. Podría comenzar en cualquier momento durante los primeros dos meses posteriores al nacimiento. La madre se siente triste o inútil y a veces culpable y no querida. No logra concentrarse ni interesarse en nada, ni en su bebé. En algunos casos, la madre podría sentirse abrumada por las exigencias del bebé y volverse muy nerviosa. Esto podría conducir a persistentes pensamientos conflictivos u obsesiones en torno del bienestar del bebé y conductas compulsivas repetitivas, como revisar al bebé constantemente o llamar continuamente por teléfono al pediatra para hacerle preguntas.
En una forma rara de este trastorno, que ocurre en 1 de cada 1.000 nacimientos, la madre se vuelve sicótica: que significa que ésta no puede reconocer la realidad. Esta condición a veces se denomina sicosis posparto. La madre podría tener alucinaciones (percepciones falsas, como escuchar u oler cuando no existen tales sensaciones) o delirios (creencias falsas, como la idea de que el bebé está poseído por el demonio). Esta condición es extremadamente peligrosa tanto para la madre como para el bebé, y una vez presente es muy probable que vuelva a manifestarse si la madre tiene otro hijo.
La depresión posparto afecta a alrededor de 1 en 10 de madres recientes.
La depresión posparto no es lo mismo que la depresión leve (o baby blues) que es una condición mucho más común que afecta como a un 30% de las mujeres que dan a luz. Dado los cambios hormonales durante las semanas posteriores al nacimiento, las mujeres que acaban de ser madres a menudo están emocionalmente sensibles y tienden a llorar fácilmente. La depresión leve es molesta, pero generalmente no interfiere con las actividades de una mamá, y este estado casi siempre desaparece en unas pocas semanas.
La depresión posparto es diferente. Podría comenzar en cualquier momento durante los primeros dos meses posteriores al nacimiento. La madre se siente triste o inútil y a veces culpable y no querida. No logra concentrarse ni interesarse en nada, ni en su bebé. En algunos casos, la madre podría sentirse abrumada por las exigencias del bebé y volverse muy nerviosa. Esto podría conducir a persistentes pensamientos conflictivos u obsesiones en torno del bienestar del bebé y conductas compulsivas repetitivas, como revisar al bebé constantemente o llamar continuamente por teléfono al pediatra para hacerle preguntas.
En una forma rara de este trastorno, que ocurre en 1 de cada 1.000 nacimientos, la madre se vuelve sicótica: que significa que ésta no puede reconocer la realidad. Esta condición a veces se denomina sicosis posparto. La madre podría tener alucinaciones (percepciones falsas, como escuchar u oler cuando no existen tales sensaciones) o delirios (creencias falsas, como la idea de que el bebé está poseído por el demonio). Esta condición es extremadamente peligrosa tanto para la madre como para el bebé, y una vez presente es muy probable que vuelva a manifestarse si la madre tiene otro hijo.
La depresión posparto afecta a alrededor de 1 en 10 de madres recientes.
Una mujer es más propensa a desarrollar depresión posparto si tiene:
xx antecedentes anteriores de depresión, incluidos depresión durante el embarazo
xx un matrimonio problemático
xx muy pocos familiares y amigos comprensivos
xx dificultad para cuidar a su bebé, especialmente si este tiene problemas de salud serios.
Las madres adolescentes, especialmente de familias con escasos recursos económicos, tienen un riesgo particularmente alto de sufrir de depresión postparto.
Menos de la mitad de las mujeres que tienen depresión posparto buscan tratamiento para esta condición. Algunas madres ignoran que la depresión posparto es real y si se puede tratar. Otras creen que se espera que ellas sean felices con el bebé y están tan avergonzadas por sus síntomas que no piden ayuda.
Síntomas.
Una mujer con depresión posparto puede presentar cualquiera de los siguientes síntomas:
sentirse deprimida con ataques de llanto
sentirse ansiosa, a veces acompañada de obsesiones y compulsiones generalmente relacionadas con el bienestar del bebé o con cumplir con las responsabilidades de una madre
sentirse inútil, despreciable o culpable
sentirse irritable o abrumada
perder interés o placer en todas las actividades, incluidos el placer de ser madre
cambios de apetito (ya sea comer demasiado o no comer lo suficiente)
problemas para dormir (por ejemplo dificultad para dormirse o despertarse especialmente temprano)
sentirse decaída o agitada
cansancio extremo más allá de la fatiga causada por cuidar al recién nacido
poca concentración o indecisión
pensamiento persistente sobre la muerte, incluidos el suicidio
dificultad para cuidar al bebé
Estos síntomas podrían desarrollarse en los primeros días posteriores al nacimiento o hasta tres meses después.
xx antecedentes anteriores de depresión, incluidos depresión durante el embarazo
xx un matrimonio problemático
xx muy pocos familiares y amigos comprensivos
xx dificultad para cuidar a su bebé, especialmente si este tiene problemas de salud serios.
Las madres adolescentes, especialmente de familias con escasos recursos económicos, tienen un riesgo particularmente alto de sufrir de depresión postparto.
Menos de la mitad de las mujeres que tienen depresión posparto buscan tratamiento para esta condición. Algunas madres ignoran que la depresión posparto es real y si se puede tratar. Otras creen que se espera que ellas sean felices con el bebé y están tan avergonzadas por sus síntomas que no piden ayuda.
Síntomas.
Una mujer con depresión posparto puede presentar cualquiera de los siguientes síntomas:
sentirse deprimida con ataques de llanto
sentirse ansiosa, a veces acompañada de obsesiones y compulsiones generalmente relacionadas con el bienestar del bebé o con cumplir con las responsabilidades de una madre
sentirse inútil, despreciable o culpable
sentirse irritable o abrumada
perder interés o placer en todas las actividades, incluidos el placer de ser madre
cambios de apetito (ya sea comer demasiado o no comer lo suficiente)
problemas para dormir (por ejemplo dificultad para dormirse o despertarse especialmente temprano)
sentirse decaída o agitada
cansancio extremo más allá de la fatiga causada por cuidar al recién nacido
poca concentración o indecisión
pensamiento persistente sobre la muerte, incluidos el suicidio
dificultad para cuidar al bebé
Estos síntomas podrían desarrollarse en los primeros días posteriores al nacimiento o hasta tres meses después.
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