No todas las parejas pueden divorciarse ante notario -
ABC, AMALIA F. LÉRIDA, Sevilla, 25/09/2017
Divorciarse puede ser para bien o para mal, pero en cualquiera de los casos se necesita recorrer un tedioso, triste y costoso camino.
Al parecer, el denominado «divorcio express» no ha logrado aliviar tanto sufrimiento pues la presteza de su resolución depende de la carga de trabajo del juzgado en el que recae la demanda.
Sin embargo, hoy día sí existe un método para poner fin a un matrimonio de una manera más ágil y más económica: el divorcio ante notario.
Dice Francisco García González, de leYel Abogados, que con este nuevo método implantado en nuestro país recientemente, en los últimos años los cónyuges que han querido han podido poner fin a su matrimonio de una manera tan sencilla como pedir cita al notario y acudir a su despacho junto a su abogado.
Pero esta posibilidad no está indica en todos los casos, «ya que únicamente se permite acceder a este procedimiento a aquellas personas que deseen divorciarse de mutuo acuerdo, para lo cual deberán presentar una propuesta válida de convenio regulador; y que no tengan a su cargo hijos menores de edad o con la capacidad mermada nacidos fruto del matrimonio».
Esto es así porque en los casos en los que existen hijos con estas características entre la pareja, la Ley exige la intervención del Ministerio Fiscal en el procedimiento, para asegurarse de que las medidas propuestas por los progenitores no son perjudiciales para aquellos, por lo que en estos casos habría que acudir, inexcusablemente, a los juzgados.
No obstante, si se cumplen los requisitos antes mencionados, la pareja únicamente deberá encargar a su abogado la redacción del convenio regulador relativo a las condiciones que desean para su divorcio y pedir cita al notario, donde deberán acudir personalmente junto con su letrado para firmar la escritura pública de divorcio que pondrá fin a su matrimonio.
La expresión «divorcio express» comenzó a utilizarse a raíz de una modificación legislativa que permitía a 2 personas casadas divorciarse transcurridos 3 meses desde el matrimonio, en lugar del año que se exigía antes. Por lo tanto, lo que realmente implicaba era la celeridad en que se podían iniciar los trámites para poner fin al matrimonio y no a la rapidez en que el mismo iba a terminar desde que se solicitara el divorcio.
Explica García González que «hasta ahora, el único modo de obtener el divorcio era presentar una demanda ante los tribunales de justicia, por lo que aunque los profesionales contratados actuaran con total celeridad, la rapidez con la que el divorcio tendría lugar seguía dependiendo en parte de la suerte, ya que una vez que se presenta la demanda, la presteza con que quede resuelto depende en gran medida del juzgado en el que haya recaído y el volumen de trabajo que éste tenga en ese momento. Por lo tanto, el que un divorcio fuera express o no era muy relativo, y ello sin contar si los cónyuges que querían divorciarse estaban de acuerdo en todo».
Divorciarse puede ser para bien o para mal, pero en cualquiera de los casos se necesita recorrer un tedioso, triste y costoso camino.
Al parecer, el denominado «divorcio express» no ha logrado aliviar tanto sufrimiento pues la presteza de su resolución depende de la carga de trabajo del juzgado en el que recae la demanda.
Sin embargo, hoy día sí existe un método para poner fin a un matrimonio de una manera más ágil y más económica: el divorcio ante notario.
Dice Francisco García González, de leYel Abogados, que con este nuevo método implantado en nuestro país recientemente, en los últimos años los cónyuges que han querido han podido poner fin a su matrimonio de una manera tan sencilla como pedir cita al notario y acudir a su despacho junto a su abogado.
Pero esta posibilidad no está indica en todos los casos, «ya que únicamente se permite acceder a este procedimiento a aquellas personas que deseen divorciarse de mutuo acuerdo, para lo cual deberán presentar una propuesta válida de convenio regulador; y que no tengan a su cargo hijos menores de edad o con la capacidad mermada nacidos fruto del matrimonio».
Esto es así porque en los casos en los que existen hijos con estas características entre la pareja, la Ley exige la intervención del Ministerio Fiscal en el procedimiento, para asegurarse de que las medidas propuestas por los progenitores no son perjudiciales para aquellos, por lo que en estos casos habría que acudir, inexcusablemente, a los juzgados.
No obstante, si se cumplen los requisitos antes mencionados, la pareja únicamente deberá encargar a su abogado la redacción del convenio regulador relativo a las condiciones que desean para su divorcio y pedir cita al notario, donde deberán acudir personalmente junto con su letrado para firmar la escritura pública de divorcio que pondrá fin a su matrimonio.
La expresión «divorcio express» comenzó a utilizarse a raíz de una modificación legislativa que permitía a 2 personas casadas divorciarse transcurridos 3 meses desde el matrimonio, en lugar del año que se exigía antes. Por lo tanto, lo que realmente implicaba era la celeridad en que se podían iniciar los trámites para poner fin al matrimonio y no a la rapidez en que el mismo iba a terminar desde que se solicitara el divorcio.
Explica García González que «hasta ahora, el único modo de obtener el divorcio era presentar una demanda ante los tribunales de justicia, por lo que aunque los profesionales contratados actuaran con total celeridad, la rapidez con la que el divorcio tendría lugar seguía dependiendo en parte de la suerte, ya que una vez que se presenta la demanda, la presteza con que quede resuelto depende en gran medida del juzgado en el que haya recaído y el volumen de trabajo que éste tenga en ese momento. Por lo tanto, el que un divorcio fuera express o no era muy relativo, y ello sin contar si los cónyuges que querían divorciarse estaban de acuerdo en todo».
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