Helpmycash, 21/9/2017
El mes de septiembre es el mes de los divorcios. En esos 30 días se concentran casi 1/3 de todas las demandas de divorcios, según datos del Consejo General del Poder Judicial. Y no solo esto, sino que de todas las demandas que se presentan gran parte son de divorcios no consensuados, es decir, en los que no existe un acuerdo entre la pareja. Y es que hay cuestiones que, si de por sí ya es complicado hablarlas, aún se agravan más cuando una pareja ha roto.
Las claves para gestionar tus finanzas tras la ruptura
Uno de los lazos de los que más cuesta deshacerse es del económico. Y la solución no siempre se encuentra en el régimen matrimonial que se ha elegido. Tanto si la pareja decidió poner en común todos sus bienes como mantenerlos por separado, los problemas suelen estar a la orden del día.
Para dar unas pautas sobre cómo proceder en estas situaciones, el comparador de productos financieros HelpMyCash.com ha elaborado una guía gratuita titulada Finanzas para divorciados, gestión del dinero tras la ruptura. Se trata de un manual en el que se detalla qué ocurre con cada uno de los productos bancarios que se habían contratado con la expareja. Además, se dan orientaciones sobre cuánto cuesta este procedimiento y soluciones prácticas ante problemas que, con frecuencia, suelen ocurrir.
Y es que repartir el dinero de las cuentas bancarias, las cuotas de un préstamo o de una hipoteca no es fácil. A veces, incluso, se aprovecha el divorcio para eludir responsabilidades, lo que empeora aún más el proceso. Como recuerdan desde el comparador en su guía, para que la repartición se haga de forma fácil, lo mejor es que la pareja llegue a un acuerdo entre ellos, sin tener que recurrir a un juez para que determine qué bienes corresponden a cada uno.
La hipoteca, el producto del que más cuesta deshacerse
Tanto si el divorcio es amistoso como si no lo es, hay un producto bancario del que costará desprenderse, la hipoteca. La solución más sencilla para deshacerse de esa deuda es vender la vivienda que compartía la pareja y utilizar el dinero de la transacción para cancelar la hipoteca.
Pero, si 1 de los 2 decide que quiere seguir en el inmueble, la situación se complica. Mientras que cambiar la titularidad de la vivienda para que pase a ser de solo 1 de los 2 se puede hacer fácilmente mediante una extinción de condominio, desaparecer como titular de la hipoteca es mucho más complicado.
Si la pareja no llega a un acuerdo sobre quién se hará cargo de las cuotas, aunque aparezcan ambos en el contrato, deberán llevar a cabo una novación para modificarlo y dejar a un único titular. Pero los bancos no suelen acceder a esto, ya que perder un titular es sinónimo de perder una garantía de pago.
Uno de los consejos que se dan en la guía de divorcios de HelpMyCash es que la persona que quiera quedarse como único titular demuestre al banco que dispone de un perfil económico suficientemente elevado como para seguir afrontando los pagos sin problema. Otro, es que aporte garantías adicionales, como un avalista o un nuevo cotitular.
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