......y denunciar al padre por abusos sexuales.
@Noudiari / Ibiza, 11.08.2017
Casos similares al de ‘Juana Rivas’ también se dan en Ibiza. Ana, una ibicenca 35 años, se encuentra en la cárcel de Ibiza desde hace 4 meses por haberse negado a entregar a su hijo, de 4 años, a su ex pareja a quien había denunciado por abusos sexuales.
Ana y su ex pareja llevaban peleando por la custodia del menor desde 2014, entonces acordaron una custodia compartida, hasta que el pasado mes de octubre, Ana interpuso una denuncia contra el padre de su hijo alegando que éste abusaba del niño. La madre afirma que la noche antes de denunciarlo, su hijo le había dicho: “Mami te voy a contar un secreto, yo le toco la churra al papá. Se la toco en el baño para que no nos oiga la abuela”, según informa OK Diario. Según la madre, el padre se bajaba los pantalones delante del niño y éste, al relatar lo que que sucedía, movía las caderas de delante hacia atrás.
En un 1º momento, ante esta denuncia, la juez del Juzgado de Instrucción nº 2 de Ibiza suspendió el régimen de visitas y guardia del niño para restablecerlo 2 días después por la falta de pruebas, ordenando a la madre la entrega del niño al padre. Pero ésta se negó.
Fue el 17 de noviembre del año pasado cuando el padre denunció a la Guardia Civil la desaparición de su hijo y el 9 de febrero, la juez dictó una orden de busca y captura contra la madre que se encontraba en paradero desconocido.
Ana se ocultó con su hijo en un chalé de Jávea (Alicante) durante 5 meses, hasta que el pasado mes de marzo fue localizada por la Guardia Civil gracias a los pinchazos telefónicos ordenados por la juez. Durante este tiempo el menor estuvo sin escolarizar y sin control médico alguno.
Estos pinchazos también revelaron a la Guardia Civil que Ana mantenía contacto habitual con su actual pareja, Jennifer, quien se ocupaba de regentar los dos negocios de animales que tiene en Vila, enviándole dinero para subsistir. Es por esto que la Fiscalía pide para Jennifer una pena de 1 año y 9 meses de cárcel por complicidad en el delito de “sustracción de menores” y 3 años para Ana como autora.
La defensa de Ana, una catedrática en Derecho de Barcelona, trató de demostrar que su cliente no había quebrantado ningún régimen de visitas pues estaba caducado, según ella. Después, solicitó el 3 de julio la puesta en liberta de Ana, pero fue desestimada al considerar que había riesgo de nueva fuga con su hijo, a quien lleva ya sin ver desde que ingresó en prisión en marzo.
La denuncia por abusos sexuales contra el padre ha sido archivada en julio, según OK Diario, “sin que llamara a testificar al médico de guardia que atendió al niño ni a la psicóloga forense quien recomienda que el padre sólo pueda ver al padre en visitas tuteladas”.
Según ha podido saber Noudiari, “la juez actuó de esta manera por falta de pruebas contra el padre. Las denuncias falsas de este tipo se dan muy a menudo y, a menos que se demuestre que realmente hay algún delito de abusos o malos tratos, no se puede negar una custodia compartida. Me consta que en este caso no había pruebas y que la separación de esta pareja era complicada”, señala una abogada de Ibiza. “No hay psicóloga forense en Ibiza, en todo caso psicóloga privada y si no se llamó al médico es porque bastó con leer el parte médico que es lo 1º que se presenta”, añade.
Ana y su ex pareja llevaban peleando por la custodia del menor desde 2014, entonces acordaron una custodia compartida, hasta que el pasado mes de octubre, Ana interpuso una denuncia contra el padre de su hijo alegando que éste abusaba del niño. La madre afirma que la noche antes de denunciarlo, su hijo le había dicho: “Mami te voy a contar un secreto, yo le toco la churra al papá. Se la toco en el baño para que no nos oiga la abuela”, según informa OK Diario. Según la madre, el padre se bajaba los pantalones delante del niño y éste, al relatar lo que que sucedía, movía las caderas de delante hacia atrás.
En un 1º momento, ante esta denuncia, la juez del Juzgado de Instrucción nº 2 de Ibiza suspendió el régimen de visitas y guardia del niño para restablecerlo 2 días después por la falta de pruebas, ordenando a la madre la entrega del niño al padre. Pero ésta se negó.
Fue el 17 de noviembre del año pasado cuando el padre denunció a la Guardia Civil la desaparición de su hijo y el 9 de febrero, la juez dictó una orden de busca y captura contra la madre que se encontraba en paradero desconocido.
Ana se ocultó con su hijo en un chalé de Jávea (Alicante) durante 5 meses, hasta que el pasado mes de marzo fue localizada por la Guardia Civil gracias a los pinchazos telefónicos ordenados por la juez. Durante este tiempo el menor estuvo sin escolarizar y sin control médico alguno.
Estos pinchazos también revelaron a la Guardia Civil que Ana mantenía contacto habitual con su actual pareja, Jennifer, quien se ocupaba de regentar los dos negocios de animales que tiene en Vila, enviándole dinero para subsistir. Es por esto que la Fiscalía pide para Jennifer una pena de 1 año y 9 meses de cárcel por complicidad en el delito de “sustracción de menores” y 3 años para Ana como autora.
La defensa de Ana, una catedrática en Derecho de Barcelona, trató de demostrar que su cliente no había quebrantado ningún régimen de visitas pues estaba caducado, según ella. Después, solicitó el 3 de julio la puesta en liberta de Ana, pero fue desestimada al considerar que había riesgo de nueva fuga con su hijo, a quien lleva ya sin ver desde que ingresó en prisión en marzo.
La denuncia por abusos sexuales contra el padre ha sido archivada en julio, según OK Diario, “sin que llamara a testificar al médico de guardia que atendió al niño ni a la psicóloga forense quien recomienda que el padre sólo pueda ver al padre en visitas tuteladas”.
Según ha podido saber Noudiari, “la juez actuó de esta manera por falta de pruebas contra el padre. Las denuncias falsas de este tipo se dan muy a menudo y, a menos que se demuestre que realmente hay algún delito de abusos o malos tratos, no se puede negar una custodia compartida. Me consta que en este caso no había pruebas y que la separación de esta pareja era complicada”, señala una abogada de Ibiza. “No hay psicóloga forense en Ibiza, en todo caso psicóloga privada y si no se llamó al médico es porque bastó con leer el parte médico que es lo 1º que se presenta”, añade.
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