En los últimos años esta fórmula se ha duplicado en Aragón gracias, sobre todo, al incremento del mutuo acuerdo.
Camino Ivars Zaragoza02/05/2017
Custodia compartida, ¿a favor o en contra? En Aragón continúan incrementándose este tipo de custodias, debido en gran parte al aumento de las separaciones y los divorcios por mutuo acuerdo. Según los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en 2016 en Aragón se produjeron 216,1 demandas de divorcio por cada 100.000 habitantes, de las que 141 fueron consensuadas. En el caso de las separaciones 8,1 fueron de mutuo acuerdo y 2,8, de forma contenciosa.
Precisamente, esta Comunidad fue pionera a la hora de regular la custodia compartida, a través de la Ley 2/2010, de 26 de mayo, de igualdad en las relaciones familiares ante la ruptura de convivencia de los padres, la cual añade algunos elementos específicos a la regulación estatal contenida en el Código Civil.
Si bien es cierto que desde entonces en Aragón se otorga de manera preferente, "esto no implica que se dé de manera directa, sino que será el juez quien determinará lo mejor en interés de los hijos menores en cada caso", advierte Cristina Charlez, abogada y doctora especialista en Derecho de Familia y Civil, que realizó su tesis doctoral sobre custodia compartida y mediación familiar.
La letrada confirma que han aumentado este tipo de custodias frente a la individual que tradicionalmente se daba por defecto a la madre, al tiempo que apunta hacia un cambio social que podría guardar relación con esta tendencia. “En la actualidad las mujeres trabajamos más fuera de casa que hace años, aunque siguen existiendo casos de madres sin vida laboral activa o que dejaron el trabajo al nacer los hijos”, asevera.
En cuanto al tipo de custodia compartida, esta puede ser semanal, quincenal o mensual. “Realmente lo más habitual en Aragón es la custodia semanal porque se entiende que es lo más cómodo para el menor, sobre todo cuando son más pequeños”, explica Charlez.
También existen casos de custodia individual -a favor del padre o de la madre-, siempre y cuando existan factores que inhabiliten a uno de los progenitores para el cuidado de sus hijos. “Independientemente de eso, la autoridad familiar, es decir, la toma de decisiones trascendentales –anteriormente denominada patria potestad- siempre será compartida”, advierte la letrada.
Otra de las novedades que supuso el texto aragonés hacía referencia a la atribución del uso de la vivienda. “Anteriormente, si le daban la custodia a la madre, por ejemplo, se quedaba también con la casa. En la actualidad el art. 81 del código foral añade una limitación temporal del uso aunque la custodia sea individual y en la mayoría de los casos cada padre tiene su casa”, explica.
Lo mismo ocurre con los gastos de asistencia de los hijos, ya que “ya no se habla de un 50% en la pensión sino que dependerá de los ingresos de cada progenitor según los gastos necesarios en cada caso”, asevera Charlez.
Los derechos esenciales sobre los que se fundamenta esta ley son, por un lado, el derecho de los hijos a un contacto directo y continuado con sus padres, y por otro el derecho de los padres a la igualdad en sus relaciones con sus hijos. Eso sí, “primando siempre y por encima de todo el superior interés del menor”, reitera Carmen Bernad, psicóloga clínica con especialidad de terapia de pareja y familia y psicóloga de la Asociación Mixto de Separados y Divorciados de Aragón desde 2013.
“Desde el año 2010, la custodia compartida se ha duplicado en nuestra comunidad pasando de un 14 a un 33%, aunque tan solo se aplica en 1 de cada 3 divorcios, frente a 1 de cada 4 de la media nacional”, asegura Bernad.
Este tipo de custodia implica el igual derecho y deber de ambos progenitores para con sus hijos, pero “es importante destacar que no se trata de dividir tiempo, sino de que ambos progenitores puedan participar en el mismo objetivo, el desarrollo integral y lo mejor posible de ese hijo”, destaca.
En su opinión, “la custodia es un traje a medida para cada relación parental”, un hecho que hace que no pueda tratarse como una simple cuestión matemática. “No es tan importante un reparto temporal como la calidad del tiempo que se le ofrece al niño”, explica.
Uno de los primeros de Aragón
Cuando Ángel Hernández se divorció, hace ya 12 años, “todavía no existía la ley de la custodia compartida por lo que se la dieron directamente a mi ex mujer”, recuerda. El zaragozano fue uno de los activistas que apoyó esa ley en Aragón. “Recorríamos la ciudad vestidos de Papá Noel recogiendo firmas, hasta que al fin lo conseguimos”, añade.
A día de hoy, asegura que lo más importante es que ambos progenitores tengan muy claro el objetivo: “El niño no pude ser una moneda de cambio. Esta situación es una oportunidad de poder expresarle tus sentimientos y emociones e involucrarte en su crecimiento emocional y educativo. Si realmente lo vas a hacer, hay que hacerlo bien”.
Nota: Nos quieren tomar el pelo, y encima un afectado. Tener una ley que "concede" la Custodia Compartida de Mutuo Acuerdo. Quien lo iba a pensar....... Asi nos van las cosas.
hacer, hay que hacerlo bien”.
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