domingo, 16 de abril de 2017

Crimen del Raval: ¿Violencia de género entre lesbianas?

Asesinada en Barcelona una mujer a manos de su pareja, también mujer.
La víctima en el 2012 presentó una denuncia por malos tratos pero siguieron viviendo juntas.
Los vecinos aseguran que se trata de "una muerte anunciada" porque las amenazas eran constantes.
Guillem sànchez / barcelona/ domingo, 16 de abril del 2017 –
Los Mossos d'Esquadra han detenido la madrugada de este domingo a una mujer de 53 años, de nacionalidad española y vecina de Barcelona, por matar a su pareja, también mujer -de 57 años-, en el barrio del Raval. Ambas mantenían una relación sentimental desde hacía tiempo.
Los hechos se han producido durante una discusión entre las 2. La detenida ha herido de muerte a la víctima con un arma blanca. El Área de Investigación Criminal de la Región Policial Metropolitana Barcelona se ha hecho cargo del caso.
Las peleas entre ambas eran frecuentes, según fuentes policiales, y en el 2012 la víctima llegó a presentar una denuncia por malos tratos contra la persona que este domingo ha terminado asesinándola. A pesar de aquella demanda, seguían viviendo juntos en este domicilio del Passatge de Sant Bernat de Barcelona.
LA VERSIÓN DE LOS VECINOS
Poco antes de las 3 de la madrugada, Ana bajó al rellano y empezó a golpear los timbres de los vecinos. "¡Que la he matado!", gritaba. Antonio abrió la puerta y subió a comprobar qué había ocurrido. Descubrió a Pili "tendida boca abajo en el suelo del comedor".
La cogió en brazos y la sentó en el sofá. Pili respiraba "con dificultad" y Antonio pensó que estaría "roncando". En ese instante Ana entró en su domicilio. "Tranquila, está durmiendo", le dijo. Al terminar la frase, Antonio se fijó en el cuchillo que estaba en el suelo, manchado. "¿Y ese cuchillo?", le preguntó. "Es que la he apuñalado", insistió Ana. Antonio levantó la camisa de Pili y descubrió la herida, casi en el centro del pecho, justo en el corazón.
"UNA MUERTE ANUNCIADA"
Cuando llegaron los Mossos, Pili ya había fallecido. La ambulancia del Sistema d'Emergències Mèdiques ni siquiera llegó a practicarle la reanimación, cuentan Antonio y su hermana, Asunción, que viven debajo del domicilio de Pili y Ana, en el Raval, y la mañana de este domingo han declarado en la comisaría.
Según remarcan estos vecinos, las 2 mantenían una turbulenta relación sentimental desde hacía por lo menos unos 15 años. Las discusiones eran "casi diarias". A menudo con demasiado alcohol de por medio, según su relato.
Manuela y Serafín, vecinos del mismo rellano que Antonio y Asunción, explican que se habían cansado de llamar a la policía a causa de discusiones de esta pareja. "Cuando bebían empezaban los gritos", asegura ella. "Lo hemos denunciado a los Mossos, a la administradora de esta finca e incluso al Síndic de Greuges". Pero cada vez que venía la policía, "dejaban de discutir y prohibían el paso a los agentes", detalla Manuela. "Ana les decía que no podían entrar en su casa e incluso les insultaba", remarca. "Era una muerte anunciada", sentencia Manuela.
Serafín ha llegado a arrancar de las manos de Ana un extintor con el que este pretendía atacar a Pili. "A mí también me amenazaba de muerte", reconoce. En otra ocasión, él y su mujer Manuela también vieron a Ana intimidando a Pili "con un cuchillo". En cuanto llegaba la policía, sin embargo, Ana hacía valer la propiedad privada de su domicilio para mantener a la patrulla en el rellano.
"TE VOY A MATAR"
Carmen, una mujer rumana madre de una niña de 5 años que recaló en este bloque huyendo de la violencia de su marido, ha sido la que ha llamado a la policía más veces últimamente. "Se ponían a gritar y se escuchaban gritos de "¡te voy a matar!".
Su hija "se asustaba" porque aún no ha olvidado como son los gritos de la violencia doméstica. Por eso Carmen, que lleva pocos meses residiendo en este domicilio, cogía el teléfono y seguía llamando.
MUJER "CHIQUITITA"
A Pili, una cocinera de 57 años, le habían visto en algunas ocasiones algún moratón. Era de dimensiones muy reducidas. "Chiquitita y muy delgada". Ana, en cambio, es "mucho más grande". Tan desproporcionadas eran las envergaduras de una y otra que la hipóstesis de que se tratara de riñas compensadas se antoja "imposible" para los vecinos.

La de este sábado tenía que ser una más. De hecho, patrullas de los Mossos habían estado allí horas antes del asesinato. Parecía otra discusión más. Hasta que Ana bajó de madrugada gritando que la había "matado". Tras tantos conatos de violencia y tantos gritos de "te voy a matar" que habían escuchado estos últimos años, de entrada no la creyeron. Pero Ana esta vez había ido más lejos. Y decía la verdad.
Nota:¿Un caso más de violencia sobre la Mujer? Parece ser que NO. Más bien, violencia doméstica, no pasará a las estadíssticas de asesinadas. En casa del Herrero cuchillo de palo.Recordar que el Constitucional dijo que era una "ley Política"; en busca del Voto "deseado" de las "Feministas".

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