Delia María Rodríguez Rodríguez, Abogada y Mediadora. 27 Abril,
2017
Como bien sabéis una de nuestras máximas como profesionales
del derecho de familia es el evitar a toda costa el acudir a un procedimiento
contencioso. Para ello, utilizamos todas las herramientas que tenemos a nuestro
alcance, como la mediación de conflictos y las negociaciones
extrajudiciales, amén de grandes dosis de paciencia y mano izquierda.
El intentar evitar a nuestros clientes este tipo de procesos
no es baladí. Consideramos que cuando hablamos de relaciones familiares pesa
sobre nosotros, los abogados de familia, una obligación profesional y
ética a la hora de enfocar las posibles soluciones a los conflictos que
presentan los clientes, en los que prácticamente siempre existen niños de por
medio. Es por ello que un divorcio contencioso con hijos debe ser
nuestra última opción, pues las consecuencias en demasiadas ocasiones son
devastadoras para todos los miembros de la familia.
Continuando con nuestra guía “12 CONSEJOS PARA UN
DIVORCIO SENSATO”:
¿CUALES SON LOS 6 MOTIVOS PARA EVITAR UN DIVORCIO
CONTENCIOSO CON HIJOS?
1.- LOS COSTES ECONÓMICOS:
Desde luego no es el motivo más importante por el que evitar
un divorcio contencioso con hijos, pero debemos tenerlo en cuenta. Cuando
abrimos esta puerta, cualquier coste se va a disparar, puesto que los
honorarios de los abogados son mucho más elevados que en un divorcio de mutuo
acuerdo y, además, cada una de las partes necesitaréis una representación legal
que deberéis costear en exclusiva.
Además, existen otro tipo de gastos añadidos en un divorcio
contencioso con hijos, como los honorarios del procurador (que es obligatorio),
los cuales también serán más elevados que si solucionáis todo amistosamente.
También cualquier otro profesional al que tengamos que acudir como
Notarios, Peritos de todo tipo, Detectives Privados, etc.
2.- LOS COSTES EN TIEMPO:
Los costes en tiempo son incalculables, no tienen precio.
Actualmente la falta de medios en los Juzgados, y la sobrecarga de trabajo de
los mismos, hacen que manejemos tiempos de espera de más de 6 meses desde
que interponemos una demanda hasta que se celebra el Juicio. Si además
solicitamos como prueba que la unidad familiar sea valorada por el Equipo
Técnico adscrito al Juzgado, la demora es mucho mayor, pues existen
interminables listas de familias aguardando a ser entrevistadas por los
profesionales.
Por supuesto, durante todo este tiempo la tensión irá en
aumento, máxime si se mantiene la convivencia entre los progenitores, y la
coordinación de las obligaciones parentales podría convertirse en una auténtica
odisea hasta en lo más sencillo y rutinario.
3.- LOS COSTES EMOCIONALES:
Si los anteriores son difíciles de cuantificar, los
emocionales aún menos. Cualquier divorcio contencioso con hijos conlleva
altísimos niveles de estrés que muchas veces provocan ansiedad en los clientes.
Las consecuencias a nivel salud a veces son tan elevadas que cuando termina el
proceso, aun cuando la sentencia es favorable al cliente, siente una
inquietante sensación de insatisfacción e infelicidad.
Y es que cuando hablamos de procesos de familia, no hay
ganadores, solo perdedores.
4.- LOS DAÑOS EN LAS RELACIONES FAMILIARES:
Durante el tiempo que dura un proceso de divorcio
contencioso los hijos son siempre quienes se llevan la peor parte.
Pero para los padres y madres también resulta perjudicial el hecho de acabar
tarifando con el otro, pues a veces olvidamos que los hijos nos unen de por
vida. La familia no se rompe tras una separación, simplemente se transforman las
rutinas y las relaciones, pero no tiene porqué ser traumático para nadie si lo
gestionamos correctamente.
Desde luego, tras un procedimiento contencioso será mucho
más difícil normalizar y equilibrar las relaciones entre los progenitores, pues
en caliente se hacen y dicen muchas cosas de las que luego nos podemos
arrepentir. Heridas difíciles de sanar. Y esto afecta inevitablemente a los
niños, quienes siempre estarán en medio y, muchas veces, se ven obligados a
posicionarse.
La única forma de velar por los intereses de los menores es
aparcar los egos y sentarse a dialogar.
Por otro lado, resulta comprensible que pasar de estar con
los hijos 365 días del año, a estar con ellos 12 días al mes y horas sueltas,
no permite establecer una relación natural y fluida con ellos. Esto es
innegable.
Este es el motivo por el que siempre os decimos que los
convenios reguladores, incluso las sentencias, deben estar en un cajón, solo
por sí las cosas se ponen feas y os es imposible entenderos. Lo idóneo, es que
vosotros mismos gestionéis las relaciones con VUESTRA FAMILIA, velando por
conservar y cuidar los lazos afectivos entre todos los miembros que la
componéis.
5.- CONSECUENCIAS A MEDIO PLAZO EN LOS NIÑOS:
Hay quien quiere obviarlo, pero es una realidad. Los niños
sufren cuando las separaciones son erróneamente gestionadas, convirtiendo una
etapa vital en una batalla campal donde alguien siempre sale herido.
Discutir delante de ellos, manipularles directa o
indirectamente en contra del otro, utilizarles como moneda de cambio en la
lucha por los intereses personales de los adultos, obligarles a tragar con las
segundas parejas sin dejar reposar la nueva situación, el hacerles pasar por un
proceso contencioso en el que serán explorados…
¿De verdad es tan difícil
sentarse a hablar para evitar todo esto?
Desde luego la elección del abogado de familia será clave a
la hora de gestionar la separación de la forma menos traumática para tus hijos.
Pero la mayor responsabilidad radica en los progenitores, en cuyas manos está
solucionar todo esto de la forma más beneficiosa para los niños.
De lo contrario, las consecuencias pueden ser devastadoras.
Desde hijo que pierden la relación con uno de sus progenitores, hasta hermanos
que dejan de hablarse porque cada uno se posiciona con su madre o padre. Y
después llega la adolescencia, donde todo explota y empiezan a asomar las
consecuencias de lo vivido años atrás.
Ni la mejor de las sentencias puede compensar todo esto.
6.- LA INEXTISTENCIA DE SOLUCIONES INMEDIATAS NI
PERSONALIZADAS:
Acudir a un divorcio contencioso cuando existen hijos de
por medio implica que, como hemos expuesto, tendrás que esperar cerca de 1 año
hasta que tengas entre tus manos la resolución judicial que regirá TUS
relaciones familiares.
Nadie te garantiza que el resultado sea el esperado. Los
procedimientos contenciosos no son la panacea y, desgraciadamente, en muchas
ocasiones comprobamos como no se tiene en cuenta el caso concreto, imponiéndose
soluciones tipo que no encajan en todas las familias.
Nadie mejor que vosotros, los padres, para decidir como
queréis que sean las relaciones con vuestros hijos y entre vosotros durante los
próximos, ¿20, 30 años? Pues os recuerdo que con la mayoría de edad de
los hijos no acaban los problemas. Un hijo es para toda la vida y, como bien
sabéis, lastimosamente hoy día cada día se independizan más tarde.
Por todo lo expuesto, mi recomendación como abogada de
familia siempre irá encaminada a la gestión amistosa de conflictos familiares.
Pues el mejor servicio que puedo dar mis clientes, solucionar sus
problemas de la forma más rápida y cordial posible, pensando siempre en el
bienestar de lo más importante de sus vidas: los niños.
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