La violencia de género dejará de estar limitada a las
relaciones de pareja.
La ley española, pese a ser muy buena, está a punto de ser
retocada y actualizada. Congreso y Senado ya están trabajando en ello.
Dolors Montserrat, Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e
Igualdad, podría hacer realidad la aplicación del Convenio de Estambul a la Ley
español.
D. GRASSO, 21.02.2017
Es uno de los pocos asuntos donde todos los partidos se han
puesto de acuerdo. Y no solo ellos, sino también el Estado y las Comunidades
Autónomas. Las formas de atajar la violencia
sobre las mujeres se han vuelto un tema de debate central y la
ley española al respecto recibirá pronto varios retoques impulsados por las
normativas europeas. El más importante, por su alcance, será la ampliación de
algunos de sus aspectos más allá de las relaciones sentimentales.
Veamos cuándo, cómo y por qué.
¿Qué pasa con la ley
actual? ¿Es mala?
En absoluto. La Ley española contra la violencia de género es
buena, incluso muy buena, según todos los expertos consultados. En 2015, el
Consejo de Europa la definió como "una ley ejemplar". La norma,
fechada 2004, ha sido la 1ª Ley Integral dedicada exclusivamente a la
violencia de género en el viejo continente.
¿Y por qué hay que
tocarla?
Porque podría ser aún mejor y porque algún que otro fallo
tiene. El mismo Consejo de Europa que hemos citado antes, en la misma rueda de
prensa en la que elogió la ley española, recordó que la norma no ha adoptado
todavía el Convenio de Estambul.
¿Qué tiene que ver
Estambul?
La ciudad en sí casi nada, pero el convenio que se firmó en
ese lugar de Turquía significa mucho para la ley.
El Convenio de Estambul los firmaron los estados Europeos en
2011 y España lo ha ratificado, incluyéndolo
en el BOE, en junio de 2014. Fiscales, jueces, abogados y expertos
del sector coinciden en que se trata de un documento clave, ya que da una
vuelta de tuerca al concepto de violencia de género: hace que se denomine así,
violencia de género, a gran parte de las agresiones de un hombre a una mujer
fuera de una relación sentimental. A día de hoy, si un hombre viola a una mujer
que no conoce ese crimen no se considera violencia de género (en 2 preguntas
volvemos sobre esto).
¿Si está en el BOE,
por qué no es ya ley a día de hoy?
Porque habría que adaptar el convenio a la legislación
española. Algo que se ha hecho, por ahora, con algunos detalles del documento
en cuestión. Es el caso del fundamento de la Ley 8/2015, que por 1ª vez
define a los hijos menores de una mujer que haya sufrido violencia de
género como víctimas. Los jueces han empezado a tener oficialmente en cuenta
este nuevo criterio.
Entonces, ¿qué va a
cambiar?
Lo dicho, el cambio mayor es ampliar el concepto de
violencia de género a lo que pueda ocurrir fuera de una relación sentimental. A
día de hoy, si no hay o ha habido un lazo íntimo entre un hombre y una mujer,
la violencia no se analiza con perspectiva de género y no se pasa a un tribunal
especializado. Así, violaciones externas a una pareja, matrimonios forzosos,
mutilación genital femenina, tráfico de mujeres o acoso sexual en el entorno
laboral, por ejemplo, no se consideran violencia de género.
La adecuación del Convenio a la ley española es importante,
pero no es sencillo. Laura Berja, senadora del PSOE y miembro de la Comisión de
Igualdad, explica que "es importante hacer un marco concreto para aplicar
el convenio, no podemos permitirnos que se haga una ley demasiado genérica de
la que no podamos delimitar bien la aplicación". Por ello, el Senado ha
comenzado una serie de ponencias con expertos para dar paso al documento que
guiará el Congreso en las nuevas modificaciones a la Ley.
¿Cuáles son los otros
cambios previstos?
El cambio parece que está en marcha, y esta vez de verdad.
En noviembre de 2016, el Congreso de los Diputados ha aprobado una proposición
para alcanzar un Pacto de Estado en materia de Violencia de Género. Dicho
de otra forma: sus señorías han empezado a trabajar en ello y tienen plazos que
cumplir.
Diputados y senadores de 4 partidos involucrados en las
comisiones que están trabajando en el tema nos han esbozado también las otras
líneas de cambio de la ley:
Asistencia Letrada: uno de
los aspectos que el Congreso tendrá en cuenta es la mejora de la asistencia
letrada. Como nos ha explicado Mercé Claramunt, abogada de oficio, las mujeres
"suelen ir a comisaría a presentar una denuncia cuando han tocado techo y
ya no pueden más. El agente pregunta a la mujer si quiere esperar la llegada de
un abogado antes de presentar la denuncia y solo un pequeño porcentaje de ellas
accede esperar". Hacer la denuncia sin asistencia legal lleva a menudo a
imprecisiones, a contar sólo el último caso y a arrepentimientos. Cambiar una
palabra en el texto de la ley bastaría para que la asistencia legal estuviera
garantizada para quienes quisieran denunciar.
Atenuantes: también se está
barajando un cambio del Código Penal. Por un lado, se plantea eliminar el
atenuante de la confesión para este tipo de delitos. Por otro, se habla de
eliminar la posibilidad de acogerse al derecho de no declarar ante un cónyuge,
una situación que, según la Fiscalía, lleva a casos donde la mujer no declara
por miedo de la persona con la que tendrá que volver a casa tras el juicio.
Recogida de datos: se está planteando dedicar más recursos a
recogida de datos, estudios y encuestas que ayuden a estudiar la percepción
social de la violencia de género.
Sensibilización: se buscarán
nuevas vías de detección temprana de la violencia de género.
Eso va a costar mucho
dinero...
Las ponencias y el estudio de la ley son parte del trabajo
diario de Senadores y Diputados. En cuanto a inversiones, a falta de ver qué se
le dedicará en los presupuestos de 2017, hay que tener en cuenta cómo ha
evolucionado la partida en los últimos años. Desde el 1º Gobierno de
Mariano Rajoy, las partidas dedicadas a actuaciones
para la prevención integral de la violencia de género han
disminuido un 29%, de acuerdo con los datos
oficiales que publica Hacienda.
¿Cuándo se va a
hacer?
En abril, el Congreso de los Diputados tendrá que presentar
las 1ª conclusiones sobre los problemas de la actual ley. Mientras, en el
Senado, la Comisión de Igualdad escuchará a los expertos de diferentes sectores
para elaborar un estudio sobre cómo ha de modificarse la ley. Un documento que
con toda probabilidad verá la luz en verano de este año.
Nota: Más de lo mismo, no quieren atajar el problema de la violencia sobre la mujer, por que les reporta votos en las elecciones. Luego esta el tema de la Financiación, subvenciones, etc....¿A donde van a parar al final?
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