......El acusado deberá pagar 1.080 euros.
M.
A. C. Zaragoza
19/05/2016
Un vecino de Pinseque, Modesto S._G., ha sido condenado a 1 año de prisión y
al pago de una multa de 1.080 euros
por engañar al juez que debía pronunciarse sobre su demanda de divorcio.
El delito que se le atribuye es el de estafa procesal, ya que el hombre ocultó
al magistrado el contrato privado que otorgaba a su mujer la mitad de la
propiedad de la vivienda familiar. Al no aportar esta documentación, sino
únicamente un nota simple del registro que decía que el piso estaba a su
nombre, el titular del Juzgado de Primera Instancia nº 6 de Zaragoza entendió que el ahora condenado debía quedarse en
esta vivienda y que su mujer debía proceder a su desalojo.
Según reza la sentencia, los hechos se produjeron en torno al 31 de julio de 2012, cuando Modesto S. G. entabló la demanda de divorcio contra su esposa, de la que ya se encontraba separado. La mujer no se personó en el proceso, siendo declarada en rebeldía, por lo que no se enteró de lo que tramaba su marido. De hecho, fue una vez dictada la sentencia cuando esta descubrió que el hombre había presentado como prueba de la propiedad del piso –ubicado en Utebo– la escritura pública otorgada con fecha 30 de diciembre de 1986, en la que el encausado figuraba como propietario único, al haberla adquirido de soltero.
Al ser obligada a desalojar la vivienda antes del 31 de enero de 2014, la afectada presentó ante la Audiencia Provincial el documento privado que acreditaba de compra de la mitad de la misma. Ha sido precisamente esa prueba de la que se ha valido la Fiscalía para acusar de estafa procesal al vecino de Pinseque, que también deberá indemnizar con 1.381 euros a su exmujer.
Según reza la sentencia, los hechos se produjeron en torno al 31 de julio de 2012, cuando Modesto S. G. entabló la demanda de divorcio contra su esposa, de la que ya se encontraba separado. La mujer no se personó en el proceso, siendo declarada en rebeldía, por lo que no se enteró de lo que tramaba su marido. De hecho, fue una vez dictada la sentencia cuando esta descubrió que el hombre había presentado como prueba de la propiedad del piso –ubicado en Utebo– la escritura pública otorgada con fecha 30 de diciembre de 1986, en la que el encausado figuraba como propietario único, al haberla adquirido de soltero.
Al ser obligada a desalojar la vivienda antes del 31 de enero de 2014, la afectada presentó ante la Audiencia Provincial el documento privado que acreditaba de compra de la mitad de la misma. Ha sido precisamente esa prueba de la que se ha valido la Fiscalía para acusar de estafa procesal al vecino de Pinseque, que también deberá indemnizar con 1.381 euros a su exmujer.
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