Custodia compartida: ¿quién tiene más derechos sobre los hijos?
El lado positivo de la custodia compartida es que obliga a cada uno de los padres a ponerse en el lugar del otro.
- Tradicionalmente, las mujeres hemos gozado del beneficio
de la custodia de los hijos, lo que ha dejado la impresión de que ser
mujer nos pone por encima de los hombres, al menos en este rubro. La
verdad es que no es así. Este proceder responde más a usos y costumbres,
que al hecho de ser madre y mujer.
Sociedades patriarcales como
la nuestra entendían la hombría como la capacidad de ellos de mantener a
su familia. Por otra parte, los prejuicios consideraban a una mujer
profesionista como una afrenta a las buenas costumbres. Si a eso sumamos
nuestra capacidad para gestar y amamantar, la conclusión era que por
biología quedarnos con los hijos constituía una obligación y un derecho.
Sin embargo, ambos géneros hemos abusado de las ventajas que cada uno
ha tenido, y enfrentamos las consecuencias. El resultado es que en muchos lugares ser mujer no es argumento para obtener en automático la guarda y custodia de los hijos.
Algo que ha hecho que las madres pongan el grito en el cielo, mientras
unos se mofan echándonos en cara la igualdad que tanto queríamos y otros
aplauden lo que llaman "justicia".
Ante esta circunstancia, la
solución es hacer lo que siempre se debió haber hecho: llegar a acuerdos
y compartir los cuidados. Las mujeres tenemos la idea de que dejar a
otros nuestros hijos nos hace malas madres, y los hombres creen que
criarlos es cosa de mujeres. Sin embargo, el mayor reto para ponerse de
acuerdo no ha sido este, sino el deseo de ganarle al otro y cobrar con
los hijos las afrentas recibidas.
Te conviene leer Hijos de padres separados, ¿qué sumar y qué restar en una familia?
¿Qué implica una custodia compartida?
1. Los hijos no son propiedad: Este tipo de
acuerdos permiten a los padres pasar tiempo con sus hijos de forma
equilibrada, no dando a uno más tiempo, derechos u obligaciones que al
otro. Es importante en este tipo de convenio entender que los hijos no
son una propiedad.
2. Ser padre es labor de tiempo completo: No se
trata de "Si me conviene y tengo tiempo, me hago presente". Al
contrario, lo que se busca es que ambos sean partes activas en la vida
de sus hijos y de todo lo que ocurre alrededor de ellos. Eso es algo que
ambos deben asumir, no se trata de actuar a espaldas del otro, ni de
renunciar cuando se tiene nueva familia.
3. Dejar de pelear: Esta es una de las utilidades
de este tipo de convenio. Se supone que al lograr el objetivo de todo
padre o madre -que es tener a los hijos cerca-, las razones para seguir
enfrentándose se acabarían. Hagan lo necesario para resolver las
diferencias y mantener una relación cordial y de buena comunicación.
4. No se trata de ganar o perder: Una custodia
compartida es como un empate: nadie pierde y, por el contrario, se gana
la oportunidad de no causar daño a los hijos. La idea es ser
corresponsables de los hijos y permitirles crecer con el amor y apoyo de
sus seres queridos.
El lado positivo de las custodias compartidas
es que obliga a cada uno a ponerse en el lugar del otro. Madres que
tendrán que renunciar a los bienes materiales y aprender a compartir su
más grande tesoro, los hijos. Y a padres escoger entre las salidas con
los amigos, las conquistas románticas y las promociones laborales para
quedarse en casa al cuidado de los niños.
Los tiempos han
cambiado, es momento de que lo hagamos también nosotros. Porque cuando
se trata de quién tiene más derechos, el padre o la madre, la respuesta
correcta es, ¡los hijos!
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