El proyecto de los
matrimonios busca “promover y facilitar la celebración del matrimonio” y con el
divorcio se lograría disminuir "la labor de los tribunales”.
Por Daniel Rivera Vargas 03/26/2016 |
Hay proyectos de ley aprobados en la Cámara para que
estos trámites puedan ser realizadas por abogados notarios en vez de jueces,
ministros o sacerdotes
Casarse y
divorciarse será más fácil en Puerto Rico, esto si prosperan proyectos de ley
para que los abogados notarios –sin intervención del tribunal- realicen estos
procesos matrimoniales.
El P. de la C. 696
es de la autoría del popular Ángel Matos y autoriza a los abogados notarios a
celebrar matrimonios, mientras el P. de la C. 2428 es del novoprogresista José
Enrique “Quiquito” Meléndez y el popular Luis Vega Ramos es el que les faculta
divorciarse.
El objetivo es
“promover y facilitar la celebración del matrimonio” en el caso del proyecto
que permite casarse. "Es de conocimiento público que nuestros
tribunales están sobrecargados de casos que ocupan todo el tiempo de los
jueces. La realidad es que parejas que desean casarse por la vía civil dentro
del horario laborable tienen que esperar largas horas para que se desocupe un
juez que pueda oficializar el matrimonio", expresa el proyecto de
ley.
El del divorcio
plantea que con la medida “disminuimos la labor de los tribunales”, según
extractos de las exposiciones de motivos de ambos proyectos. "Entendemos
pues, que este tipo de divorcio puede trabajarse extrajudicialmente, y con
ello, disminuimos la labor de los tribunales y ayudamos a dar por terminada una
relación de pareja que ya no es deseada por las partes", reza la medida.
Hoy día los
matrimonios son autorizados por el Código Civil para que sean realizados por
ministros, sacerdotes y jueces, mientras que los divorcios son a través de
procesos judiciales encabezados por un juez. Uno de los proyectos de ley
plantea que el notario es "otro profesional del derecho con capacidad de
oficializar actos jurídicos ocurridos en su presencia".
“Me parece a
mí que es justo y razonable, y así liberamos de carga a los tribunales”, dijo
el representante Meléndez en entrevista con este medio. “Es lo más práctico que
tengamos la mayor cantidad de funcionarios disponibles para celebrar
matrimonios y también ocurre con los divorcios”, indicó.
Los proyectos
todavía permiten que la pareja escoja divorciarse y casarse ante un juez,
aclara Meléndez.
Además, Meléndez
dijo que el proyecto de su autoría –el de los divorcios- no aplica a todos los
casos, solo en aquellos donde no haya controversia entre las partes que se
divorcian sobre los términos del divorcio, y la causal sea ruptura irreparable
y consentimiento mutuo, aunque dijo que se estima que el 80% de los divorcios es
por estas causales.
“El notario no es
un juez no puede intervenir en controversias, lo que hace un notario es plasmar
en un documento la voluntad entre las partes“, expresó Meléndez.
Ambos proyectos
fueron aprobadas en la Cámara de Representantes hace más de 4 meses, el 9 de
noviembre pasado –con el apoyo de legisladores de los Partidos Nuevo
Progresista (PNP) y Popular Democrático (PPD), y fue referido el 11 de marzo a
la Comisión Conjunta Permanente para la Revisión y Reforma del Código Civil de
1930.
El estancamiento
del Código Civil
El presidente de
esta comisión conjunta, Miguel Pereira, ve con buenos ojos ambas medidas pero
no pudo precisar cuándo podrían ser discutidas en su comisión y llevadas a
votación ante el pleno del Senado.
Pereira entiende que
se trata de enmiendas al Código Civil y deben ser parte de la revisión total a
ese estatuto, pero ese proyecto está ante la Comisión de Reglas y Calendario
que preside el portavoz de la mayoría, Aníbal José Torres y no sabe cuándo está
la bajaría a votación. Pereira dijo que su comisión aprobó en enero pasado el
proyecto revisado del Código Civil.
Las gestiones para
conseguir a Torres sobre este tema han sido infructuosas.
El Código Civil es
considerado por algunos como la ley más importante en asuntos civiles después
de la Constitución, y rige en términos generales asuntos como la familia, los
contratos, los testamentos e incluso la responsabilidad extracontractual. Se
comenzó a revisar bajo la administración de Pedro Rosselló y se han gastado
millones de dólares pero el proceso se estancó hace 2 cuatrienios cuando se
llegó al tema del matrimonio.
“Es el proyecto de
ley más importante de relaciones contractuales e interpersonales”, dijo Torres.
“Yo creo que el Código Civil se debe someter, aceptar o no, pero vamos a
salir de esto”, dijo Pereira.
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